BROKEN HEARTS CLUB ੈ ༄ jaden hossler.

28 | Disneylandia.

— Moretti — escuche mi nombre mientras me movían suavemente del hombro haciéndome soltar un quejido cubriéndome más con la sábana —. Moretti despierta.

— Dejen dormir — murmuró Alejandro a mi lado abrazándome más hacia él.

La razón por la que prefirió dormir con Avani y conmigo en la hype era porque le temía a la oscuridad, y prefería que nosotras supiéramos a qué los chicos le hicieran burla.

— ¡Buenos días estrellitas! ¡la tierra les dice hola! — la voz que reconocí como la de Kio sonó eufórica y de repente un montón de luz iluminó la ventana. Mi mejor amigo había abierto las cortinas.

— Ya cállate el hocico, deja de andar chingando.

Nadie dijo nada ante el español de Ale.

— ¿Que hacen tan temprano aquí? — pregunté adormilada frotando mis ojos antes de abrirlos por completo.

Me encontré con el rostro de Jaden a unos centímetros del mío observándome expectante, me sonrió apartando un par de mechones rebeldes de mi cara y deposito un beso en mi frente.

— Vístanse, iremos a Disneyland — avisó el ojiazul sin dejar de verme un segundo —. Josh fue por Charli, nos verán allá.

— ¡Lo hubieras dicho antes! — chilló con emoción Alejandro y prácticamente salió corriendo de la cama hacia su maleta alejando el sueño de su cuerpo.

— ¿Nunca has ido? — cuestionó Kio extrañado.

— En New Jersey no hay baboso.

Bostece sentándome en la cama y recargue mi espalda en la cabecera. Tome mis lentes y mi celular de la mesita de noche para fijarme en la hora: 8 a.m.

Era muy temprano para mi cuerpecito de 17 años en un domingo.

Jaden noto como bufé con la intención de volver a dormir y se sentó a mi lado, acuno mi rostro en sus manos y comenzó a repartir besitos en toda mi cara con la intención de despertarme haciéndome sonreír inconscientemente al sentir sus labios húmedos recorrer cada facción de mi. Si me despertaran así todos los días no me quejaría.

Kio y Ale en el fondo veían asqueados la escena.

— Avani no se ha despertado — murmuró Kio acercándose sigilosamente a la morocha.

Aparte de mi a Jaden en cuanto Kiki habló y con una mano intente arreglar un poco mi cabello.

— Ni se te ocurra tocarla — advertí achinando los ojos —. Tiene el sueño muy pesado, si la despiertas feo te golpeara sin querer.

Claramente no le importo. Se encogió de hombros y le dio un zape a mi mejor amiga recibiendo una patada de parte de ella en su estómago.

— Te lo dije.

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— Novia de Simón Cowell quien suba una historia con la ubicación en la que estamos.

Las tres soltamos maldiciones ante las palabras de Josh, detuvimos el tik tok que planeábamos hacer y lo borramos.

— ¡Pero yo no se mentir! — me quejé arrugando mi nariz.

— Dame tú teléfono esposa — demandó Kio, se lo di y lo apago guardándoselo en el bolsillo.

— A lo mucho diez personas nos vienen a pedir fotos, exagerados — volcó sus ojos Alejandro terminando de enseñar su pase a uno de los tantos trabajadores de la entrada.