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-Baby Y, perdóname-

Huening Kai el jugador estrella del equipo de americano de la escuela, por el que muchos y muchas se morían estaba ahí, frente a él pidiéndole disculpas.

-No, kai. Cruzaste el límite-

-No va a volver a pasar, lo juro-

-¿Cómo sé que eso es cierto?-

-Porque eres especial para mí-

Solo se levantó y caminó hacía algún lado menos concurrido. La gente empezaba a verlos y no soportaba esa atención y menos lo que susurraban. Kai lo siguió, el chico era persistente, y mucho.

-Kai, por favor no me sigas-

-¡Yeonjun! ¡¿Qué quieres que haga para que me perdones?!-

Se volteó enojado, él no tenía derecho a llamarlo por su nombre. Para Kai era Baby Y, no Yeonjun m

-No me digas "Yeonjun"-

-¿Por qué no puedo?-

La verdad tras ello era que así se evitaba generar un vínculo con la otra persona y eso incluía cariño, dependencia, amistad, amor o cualquiera de esas cosas que no quería establecer con quiénes tenía sexo.

-No puedes, yo solo soy alguien que se ofrece a tener sexo por dinero. Y no podemos tener otra cosa-

-Pero me gusta decirte por tu nombre-

-No lo hagas-

-¿Me vas a perdonar?- Yeonjun rodó los ojos -Déjame decirte por tu nombre, ya te dije que eres especial, no solo quiero sexo contigo-

Realmente no esperaba que Kai quisiera conocerlo o en si tener algo más que solo sexo.

-Yo... Yo... Te perdono, Kai. Solo no vuelvas a hacerlo, sufrí mucho por la marca que me hiciste-

Claramente no le diría lo que había sucedido, pero bueno, no era mala idea decirle que le había hecho un mal por esa marca.

Se dio media vuelta para desaparecer de la vista de Kai y antes de dar un paso siquiera el chico le agarró de la cintura y le acarició la mejilla. Kai podía ser delicado y tierno con él a veces.

-Déjame decirte por tu nombre, Yeonjun-

El susurro le pareció tan dulce que no pudo negarse, asintió y como recompensa obtuvo un beso, algo pequeño y sin doble intenciones.

-Te mando mensaje, Yeonjun-

Asintió perdido en lo bonito que se había sentido el momento y se quedó inmóvil un rato hasta que notó aquella presencia que lo hacía enojar. Choi Soobin

-Vaya que los tienes en tus manos, Choi Yeonjun-

Si bien no era difícil adivinar su apellido. Jamás se lo había dado a nadie. Era algo privado para él. Así que escuchar que Soobin le llamaba por su nombre completo le hizo enfurecer.

-¿Vuelves a acosarme?-

-Disculpa pero esto es un área pública para los estudiantes. No veo diga en alguna parte que no puedo estar aquí. Yo solo pasaba-

Rodó los ojos, siempre era así. Siempre eran casualidades.

-Sabes, eres una persona muy grosera-

-Y así te gusto-

-¡Claro... Claro... Claro que... Claro que no!-

Enfureció y eso le hizo ponerse rojo jitomate. Es que Soobin estaba en lo cierto. No podía dejar de sentir algo por él a pesar de ser grosero.

-Vamos, es cierto-

-¡No!- se cruzó de manos y elevó el mentón

-Ya que estamos los dos, ¿Te aparece terminar la apuesta?-

Soobin quería terminar esa apuesta porque no quería verlo ni un segundo más en la biblioteca, pero no perdería, no lo haría.

-Bien, parece que te urge perder-

-No voy a perder, Choi Yeonjun-

Detestaba esa cara, odiaba ese gesto de soberbia. Y le encantaba su sonrisa ladina y como sus ojos lo veían desafiantes.

-Pero no será aquí. Si quieres darle fin a la apuesta vayamos a otro lugar. Llévame a algún lugar-

-¿No te parece que pides mucho?-

Negó con la cabeza infantilmente y con eso logró verle una sonrisa sincera a Soobin. Era perfecta, sus dos dientes delanteros sobresalían y lucía risueño, simplemente era una imagen que guardaría por mucho tiempo, incluso para siempre, no quería olvidar aquella sonrisa jamás.

-Te invito un café-

-Tampoco lo decía para que pagarás, yo puedo pagar- se avergonzó

-Yo te lo invito y vámonos antes de que cambie de idea-

Cuando Soobin dio la vuelta. Él empezó a brincar descontroladamente. Intentó no hacer ruido pero estaba emocionado y mucho, seguía por atrás a Soobin con una sonrisa en la cara que jamás pensó tener por alguien.

-Yeonjun, deja de brincar como loco, y apúrate-

Se sonrojó y corrió hasta su lado ¿Qué iba a hacer si Soobin ganaba? No quería dejar nada atrás.

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Mi preciosa bola de arroz >>> soojun  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora