015

681 127 69
                                    


Se sentó emocionado en la primera mesa vacía que encontró. Movió los pies esperando a que Soobin llegara con las bebidas y un postre que se había atravesado a media compra.

Había un poco de gente en el lugar, tal vez era por el frío que empezaba a hacer debido a las fechas, o porque era un viernes. No lo sabía, solo supo que se aburrió un poco y se lamentó no llevar algún libro con él.

Terminó tarareando, su voz era suave y dulce, un tanto grave, y cuando se aburría solía cantar en voz baja para él mismo.

Hacía circulitos sobre la superficie de la mesa y recargaba la cara en la misma. Soobin llegó con su bebida. Capuchino con licor de menta. Y sin poder contenerse aplaudió suavemente.

-¿Te emocionas por un simple café?-

Dijo Soobin burlón y se sentó frente a él, justo en la silla de enfrente donde podía verlo directo a la cara.

-No es solo café, es un capuchino de menta-

Llevó a su boca la taza y sorbió. Sin duda era algo que le hacía sentir mejor, una bebida caliente con azúcar y un toque refrescante por la menta.

-Come Yeonjun, yo en realidad no quiero pay... ¿de qué es?-

-Pero es para los dos, eso dijiste. Y elegimos los dos el sabor, de manzana y nueces-

Soobin le sonrió con malicia y no supo qué hacer. Todo iba mal, seguro solo lo estaba probando, era un análisis seguramente de su conducta para saber más y ganar la apuesta.

-Tú, eres malvado-

Lo señaló, infló las mejillas y achinó los ojos. Pero finalmente tomó el platito y comenzó a comer.

-¿Seguro no quieres? ¡Sabe muy rico!-

-No, mejor vayamos a la apuesta-

-Bien... Dime lo que sabes de mí-

-Que eres una puta-

Soltó el tenedor y le vio con la mirada más fea que podía hacer. Si todo era para recalcarle eso estaba muy molesto.

-No asustas nada, Yeonjun-

-Pues... Yo... No...-

-No puedes negar que eres una puta-

Alzó el dedo y abrió la boca para defenderse, pero su mente lo traicionó. Realmente era una puta, tenía sexo por dinero, si eso no era ser puta, ¿qué lo era?

-Bien, pero eso... Con eso no ganas la apuesta, no sabes nada de mí-

-Puede que sí, puede que no. Pero recuérdame, ¿qué ganas tú con la apuesta?-

-Que me ayudes a subir unas calificaciones, gano tu tiempo-

-Entonces no eres muy brillante- se burló -Déjame adivinar... Lógica, sí, seguro vas muy mal-

Yeonjun enmudeció. Sí, esa materia era un dolor de cabeza.

-¡Ya sé qué más! Probabilidad. Y cómo dejar a un lado Estadística-

-Bien- dijo desafiante -Jugaremos esto por puntos. Serán cinco cosas. Sí fallas una gano-

-Está bien, algo injusto pero igual puedo ganar o dejarte a ti ganar-

Frunció el ceño. Qué se creía. ¿Un dios?

-Si adivinas la otra materia en la que tengo problemas te doy dos puntos-

-Entonces es... Lógica, Probabilidad, Estadística y... Esto es fácil... Inglés-

Hizo un puchero, Soobin tenía dos puntos. Y solo alzó sus dos deditos para irlos contando.

-Dime algo más que sepas- pronunció molesto

-Siempre vas a la sección de literatura clásica, pero no sueles leer cerca de esa área. De hecho depende de tu ánimo dónde leas-

-Bien genio, qué más- alzó un dedo más

Soobin se recostó en su silla y suspiró.

-¿Debería hacerte ganar?-

-Haz lo que quieras-

-Vas al hospital porque...- meditó -Coges con los doctores-

-¡Oye, yo no voy por eso!-

-Ya lo sé, tu mamá está... bueno está enferma-

-¿Por qué te gusta molestarme?-

-¿Quieres ganar?-

Se sonrojó, no entendía a Soobin, ¿Le dejaría ganar?

Asintió con la cabeza porque realmente no quería dejar de ir a la biblioteca.

-Bien, llevo cuatro. Uno más y gano-

Soobin meditó, hizo un sonido grave que le pareció increíblemente largo y sexy.

-Coges con el director de la universidad-

Se quedó mudo. No podía decir que eso era cierto porque era un secreto. Y si lo afirmaba perdía. Pero si lo negaba hacía trampa.

-Era una broma Yeonjun. No pongas esa cara- Soobin rio -Déjame pensar algo que creo que puede ser cierto-

Su alma descansó. Ni siquiera pensó en decirle que eran todas sus oportunidades y que perdía. Mejor que hablara.

-Cogiste con el hombre que me dijo que te gusto, el de aquel día de la biblioteca-

Sonrió de lado a lado. Aplaudió y le mostró su lengua. Soobin había perdido la apuesta.

-No cogí con YoonGi-

-¡¿En serio?!- se enderezó en su silla y se le acercó sin creer lo que decía

-No lo hice-

-¿Cómo lo conociste?-

-Sabes demasiado de mí, no te voy a decir más para que lo uses en mi contra-

Soobin rodó los ojos y terminó su café americano. Se levantó de la silla y puso las manos en sus bolsillos.

-Parece que te seguiré viendo en la biblioteca, y una apuesta es una apuesta. Te veo los sábados en la mañana para ayudarte con esas materias-

Soobin se dio la vuelta dejándolo ahí solo. Soobin seguía siendo grosero. Y mucho.

~ - ♡- ~

Mi preciosa bola de arroz >>> soojun  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora