Se sentó emocionado en la primera mesa vacía que encontró. Movió los pies esperando a que Soobin llegara con las bebidas y un postre que se había atravesado a media compra.Había un poco de gente en el lugar, tal vez era por el frío que empezaba a hacer debido a las fechas, o porque era un viernes. No lo sabía, solo supo que se aburrió un poco y se lamentó no llevar algún libro con él.
Terminó tarareando, su voz era suave y dulce, un tanto grave, y cuando se aburría solía cantar en voz baja para él mismo.
Hacía circulitos sobre la superficie de la mesa y recargaba la cara en la misma. Soobin llegó con su bebida. Capuchino con licor de menta. Y sin poder contenerse aplaudió suavemente.
-¿Te emocionas por un simple café?-
Dijo Soobin burlón y se sentó frente a él, justo en la silla de enfrente donde podía verlo directo a la cara.
-No es solo café, es un capuchino de menta-
Llevó a su boca la taza y sorbió. Sin duda era algo que le hacía sentir mejor, una bebida caliente con azúcar y un toque refrescante por la menta.
-Come Yeonjun, yo en realidad no quiero pay... ¿de qué es?-
-Pero es para los dos, eso dijiste. Y elegimos los dos el sabor, de manzana y nueces-
Soobin le sonrió con malicia y no supo qué hacer. Todo iba mal, seguro solo lo estaba probando, era un análisis seguramente de su conducta para saber más y ganar la apuesta.
-Tú, eres malvado-
Lo señaló, infló las mejillas y achinó los ojos. Pero finalmente tomó el platito y comenzó a comer.
-¿Seguro no quieres? ¡Sabe muy rico!-
-No, mejor vayamos a la apuesta-
-Bien... Dime lo que sabes de mí-
-Que eres una puta-
Soltó el tenedor y le vio con la mirada más fea que podía hacer. Si todo era para recalcarle eso estaba muy molesto.
-No asustas nada, Yeonjun-
-Pues... Yo... No...-
-No puedes negar que eres una puta-
Alzó el dedo y abrió la boca para defenderse, pero su mente lo traicionó. Realmente era una puta, tenía sexo por dinero, si eso no era ser puta, ¿qué lo era?
-Bien, pero eso... Con eso no ganas la apuesta, no sabes nada de mí-
-Puede que sí, puede que no. Pero recuérdame, ¿qué ganas tú con la apuesta?-
-Que me ayudes a subir unas calificaciones, gano tu tiempo-
-Entonces no eres muy brillante- se burló -Déjame adivinar... Lógica, sí, seguro vas muy mal-
Yeonjun enmudeció. Sí, esa materia era un dolor de cabeza.
-¡Ya sé qué más! Probabilidad. Y cómo dejar a un lado Estadística-
-Bien- dijo desafiante -Jugaremos esto por puntos. Serán cinco cosas. Sí fallas una gano-
-Está bien, algo injusto pero igual puedo ganar o dejarte a ti ganar-
Frunció el ceño. Qué se creía. ¿Un dios?
-Si adivinas la otra materia en la que tengo problemas te doy dos puntos-
-Entonces es... Lógica, Probabilidad, Estadística y... Esto es fácil... Inglés-
Hizo un puchero, Soobin tenía dos puntos. Y solo alzó sus dos deditos para irlos contando.
-Dime algo más que sepas- pronunció molesto
-Siempre vas a la sección de literatura clásica, pero no sueles leer cerca de esa área. De hecho depende de tu ánimo dónde leas-
-Bien genio, qué más- alzó un dedo más
Soobin se recostó en su silla y suspiró.
-¿Debería hacerte ganar?-
-Haz lo que quieras-
-Vas al hospital porque...- meditó -Coges con los doctores-
-¡Oye, yo no voy por eso!-
-Ya lo sé, tu mamá está... bueno está enferma-
-¿Por qué te gusta molestarme?-
-¿Quieres ganar?-
Se sonrojó, no entendía a Soobin, ¿Le dejaría ganar?
Asintió con la cabeza porque realmente no quería dejar de ir a la biblioteca.
-Bien, llevo cuatro. Uno más y gano-
Soobin meditó, hizo un sonido grave que le pareció increíblemente largo y sexy.
-Coges con el director de la universidad-
Se quedó mudo. No podía decir que eso era cierto porque era un secreto. Y si lo afirmaba perdía. Pero si lo negaba hacía trampa.
-Era una broma Yeonjun. No pongas esa cara- Soobin rio -Déjame pensar algo que creo que puede ser cierto-
Su alma descansó. Ni siquiera pensó en decirle que eran todas sus oportunidades y que perdía. Mejor que hablara.
-Cogiste con el hombre que me dijo que te gusto, el de aquel día de la biblioteca-
Sonrió de lado a lado. Aplaudió y le mostró su lengua. Soobin había perdido la apuesta.
-No cogí con YoonGi-
-¡¿En serio?!- se enderezó en su silla y se le acercó sin creer lo que decía
-No lo hice-
-¿Cómo lo conociste?-
-Sabes demasiado de mí, no te voy a decir más para que lo uses en mi contra-
Soobin rodó los ojos y terminó su café americano. Se levantó de la silla y puso las manos en sus bolsillos.
-Parece que te seguiré viendo en la biblioteca, y una apuesta es una apuesta. Te veo los sábados en la mañana para ayudarte con esas materias-
Soobin se dio la vuelta dejándolo ahí solo. Soobin seguía siendo grosero. Y mucho.
~ - ♡- ~
ESTÁS LEYENDO
Mi preciosa bola de arroz >>> soojun
Random*Donde Yeonjun es un estudiante de literatura, ama leer, pasar tiempo en la biblioteca y odia el sexo. *O donde Soobin es un psicólogo que odia al Choi Yeonjun que vende su cuerpo por una necesidad económica. --Eres una bola de arroz, eres mi adora...