ENCRUCIJADA

CAPÍTULO 3

Al llegar al hospital, Mark explicó al doctor lo que había hecho. El médico lo examinó, pero no encontró nada de qué preocuparse. Había pasado a llevar una venita lo que provocó el sangrado. Un par de días de reposo y estaría bien.
-Eso sí, les aconsejo no tener relaciones hasta que la herida esté completamente sana-. Dijo el doctor.
-¿Y cuánto tardaría en sanar?-. Preguntó Mark.
Gun miró a Mark con un poco de vergüenza. Ya que el chico no aguantaría estar más de tres días sin hacerlo.
-No más de dos semanas-.
-Bien, doctor-. Dijo Gun.
-Te recetaré estos medicamentos por al menos cinco días-.
-Muy bien-.
Al retirarse de la consulta, se dirigieron a la farmacia y después a casa.
-Mark-. Habló Gun mientras conducían a casa.
-¿Qué pasa? ¿Tienes hambre? -.
-No, sólo quiero saber qué te pasa-.
-¿A qué te refieres?-. Preguntó Mark frunciendo el ceño.
-Nunca me habías lastimado así-.
-Ya te dije que lo siento. Sólo estaba ansioso, y no medí mi fuerza-.
No conforme con la respuesta de Mark, Gun siguió preguntando.
-Te pasa algo, ¿verdad?-.
-¿Qué se supone que me pasaría?-.
-No lo sé, por eso te pregunto-.
Mark, le mostró una sonrisa y alzó su mano para acariciar la cabeza de Gun.
-Nada, no me pasa nada. Preocúpate por mejorar pronto-.
-De acuerdo-.
Gun se relajó en su interior y confió plenamente en las palabras del hombre que conducía.
Pero Mark no estaba sereno. Era un hecho que no podía decirle a su novio que la noche anterior él y su mejor amigo se habían besado haciendo que los antiguos sentimientos que Mark tenía por su amigo volvieran a nacer.
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Ese día en la tarde, luego de las clases, se fueron a casa de Perth a conversar y beber algunas cervezas. Plan, un chico que conocieron apenas este primer año de universidad, también se había unido a la reunión con ellos.
-No sé que le pasa a P'Saint. Es como si no me abriera su corazón. Tenemos dos años juntos y ni siquiera sé si siente celos cuando alguien se me acerca o algo así. No me habla, no me dice lo que le molesta o no.
-¿Y no le hablas? Quiero decir, deberías preguntarle por qué es así-. Dijo Plan.
-Ese es el problema. Cada vez que le pregunto qué le pasa, no me dice nada. Ahora estamos peleados, por eso estoy aquí. Me vine por unos días hasta que él se calme y no lo he llamado porque no quiero molestarlo. De verdad siento que está aburrido de mí-.
-¿Y qué harás?-. Pregunto Mark,
-No lo sé. Sólo sé que lo amo y no quiero perderlo-.
-Tienes que hablar con él y decirle cómo te sientes. Las cosas que te molestan y lo que no. Esa es la única manera de que puedas resolver sus problemas-. Comentó Plan.
Continuaron bebiendo y conversando hasta que suena el celular de Plan.
-Chicos, ya me voy. Mean me acaba de mandar un mensaje diciendo que ya llegó a casa.
-Está bien P'Plan. Nos vemos-. Dijeron ambos.
Cuando Plan se había ido, Mark miró su celular y pensó que Gun ya estaría en casa.
Su mente al parecer lo había llamado puesto que en el preciso momento en que deja su teléfono en la mesa, comienza a sonar. Inmediatamente toma la llamada.
-¿Aló?-.
-¿Dónde estás? Yo ya estoy en casa-.
-Estoy con Perth, llego en un par de horas-. Le dijo mientras veía a su amigo que estaba recogiendo algunas cosas de la mesa.
-Está bien. Cuídate-.
Al colgar, dirige su atención a Perth.
-Ya me voy, son casi las 9 y me tomará una hora llegar a casa. Quiero encontrar a Gun despierto-.
-De acuerdo, ve-. Responde Perth.
-Bien, nos vemos mañana-.
-Oye, gracias por escuchar-. Le dice a su amigo dándole un gran abrazo.
En ese momento, sus miradas se encontraron, sus rostros estaban tan cerca que podían escuchar la respiración del otro. Algo cegó a Mark, que acercó sus labios a los de Perth y los unió en un profundo beso. Perth se dejó llevar por unos segundos, hasta que separaron bruscamente.
-Mark, esto ya lo habíamos hablado. Ahora estoy enamorado de P'Saint-.
-Lo siento, Perth... no quería...-.
-Por favor, olvida lo que pasó-. Dijo Perth.
-Será mejor que me vaya. Nos vemos-.
-Sí. Nos vemos-.
Mark se fue y condujo sin rumbo fijo, mientras bebía irresponsablemente. Trataba de procesar lo que había pasado con su amigo. Intentaba buscar una justificación a lo sucedido, pero no la encontró. Mark había besado a su amigo porque así lo quería.
Su corazón sintió que se había vuelto a enamorar de su mejor amigo, de la misma manera que hace 5 años, cuando ambos tenían 15 años de edad.
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En la tarde, Gun recibió varios mensajes de amigos preguntando por su inasistencia a clases. El chico se destacaba porque era muy poco probable que dejara de asistir a clases, salvo que sea una situación que realmente lo requiera. Por eso sus amigos se preocuparon por él.
-¿Por qué no vienes?-. Habló Saint a través del celular.
-Tuve un problema de salud-.
-¿Pero estás bien?-.
-Sí, estoy bien. No te preocupes-.
-¿Hoy estarás con Mark?-. Preguntó titubeante.
-Sí. Hoy dijo que no iría a clases para cuidarme, ¿por qué?-.
-¿Y estás con él ahora?-.
Gun frunció el ceño ante tal extraña pregunta.
-No, fue a comprar algo para cenar. ¿Pasa algo?-.
-Es que necesito hablar contigo. Es importante-.
La voz de su amigo Saint sonaba un poco quebrada por el nerviosismo. La palabra "importante" dejó muy curioso a Gun y no dudó en preguntar directamente.
-¿De qué se trata?-.
-No, no puedo contarlo por teléfono-.
-Saint, me dejas con la curiosidad. ¿Pasó algo?-.
-Olvídalo, hablaremos cuando regreses. Eso sí, no le cuentes a Mark sobre esto-. Le dijo Saint.
-Espera, lo que me vas a contar, tiene algo que ver con Mark, ¿cierto?-.
-Simplemente no hables con él-.
-De acuerdo, creo que mañana podré asistir-. Dijo.
-Bien, nos vemos mañana-.
Justo en ese instante, Gun escucha la puerta abrirse.
-¡P'Gun, ya llegué!-. Le dice Mark desde el pequeño living.
-Oh, de acuerdo-.
Mark se fue directamente a la cocina a preparar la cena para el chico que lo estaba esperando en el cuarto. Como él no era bueno para la cocina, compró comida preparada. Dos platos de ¨Pad Krapau", que es un plato de arroz con pollo con ají (chile) y albahaca, más dos jugos.
Preparó la bandeja para ambos y se fue a la pieza a cenar.
-Bien, ya deja de estudiar y vamos a cenar-. Dijo Mark.
-De acuerdo-. Respondió Gun.
Comenzaron a cenar, pero estaban muy callados, en especial Mark, quien se había sentado en el pequeño escritorio al costado de la cama. No podía dejar de pensar en el beso con Perth y en la herida que le había ocasionado a su novio mientras hacían el amor.
Sabía que sus acciones fueron provocadas por la ira interna de querer olvidar a ese amigo y enfocarse en su actual novio.
Ahora estaba en una encrucijada. ¿Qué debía hacer? ¿Hablar con su novio? ¿Callar? ¿Olvidar todo? ¿Darle una oportunidad a su nuevo amor?
Tenía un enredo muy grande en su cabeza y no podía calmarse.
-¡Mark!-. Le gritó Gun.
-¿Eh?-.
-¿Por qué estás tan callado?-.
-Nada, es sólo que aún me siento mal por lo que te hice-. Respondió Mark.
Y esa era una pequeña parte de la verdad. Se sentía muy culpable por ello, pero omitió la razón del por qué lo hizo.
-No te preocupes, ya estoy mejor. El dolo ha disminuido un poco. Mañana ya estaré mejor-.
Mark no dijo nada, sólo asintió.
-A propósito, mañana volveré a clases-. Añadió Gun.
-¿Estás loco? El doctor te dijo que debías tener reposo-.
-No haré ningún esfuerzo. Simplemente iré a clases, nada más-.
-Ya te dije que no irás. Te quedarás a descansar. Si quieres puedes ir el lunes-.
Su voz sonaba un poco tensa, aún así Gun continuó debatiendo.
-Pero estamos recién a miércoles. No puedo perder dos días de clases-.
-¿Sabes qué? Haz lo que quieras. Si quieres salir y dañarte, es tu problema. No voy a estar aquí para cuidarte-.
Gun quedó completamente aturdido ante la reacción de su novio. Habían tenido problemas y discusiones, pero Mark jamás le alzó la voz con tanta furia como ahora.
-Me iré a bañar-. Dijo.
Dio un portazo asustando a Gun y se metió a la ducha. Luego de acabar, se dirigió al living y se quedó estudiando hasta medianoche.
En tanto, Gun estaba completamente herido y confundido ante la actitud de Mark. Si algo le pasaba, ¿por qué no tenía la confianza de hablar con él?
Gun decidió no pensar en nada. Finalmente envió un mensaje a Saint diciendo que no iría a clases hasta el lunes.
Apagó las luces de la lámpara y se durmió.
En el pequeño living, Mark estaba con su celular en mano escribiéndole a su amigo.
"No puedo olvidar nuestro beso, ¿qué debería hacer?"
"Debes hacerlo. Intenta olvidar".
Leyó el mensaje y se apartó de su celular, dirigiéndose a la habitación. Gun estaba completamente dormido.
Se acercó a él y le dio un beso en la frente. Se acostó, lo abrazó de la cintura y se durmió.
Al otro día, Mark despierta gracias al sonido de la alarma de su celular.
Se percató de que Gun aún seguía durmiendo. Se levantó, se duchó y se alistó para ir a la universidad.
Como el día anterior no asistió por cuidar de su novio, hoy era el día que vería de nuevo a su amigo, por lo que tenía un toque de nerviosismo.
Gun despertó y miró la hora en su celular. 6:30 a.m. Decidió voltearse y seguir durmiendo puesto que no tenía ánimos de verle la cara siquiera a Mark.
-¿Vas a ir a la universidad?-. Le preguntó Mark cuando salía del baño.
-No. Me quedaré en reposo hasta mañana. Haré lo que me digas-. Le dijo un poco somnoliento.
Mark pudo percatarse de la molestia de Gun. Se acercó a él y le habló al oído.
-Lamento lo de ayer-. Dijo.
-Déjame dormir. Sólo vete-.
Mark no pudo hacer nada más. Sabía perfectamente que estaba haciendo las cosas mal, pero no sabía cómo arreglarlas.
¿Cómo mierda me puede pasar esto por maldito beso? Pensó.
-Nos vemos en la tarde-.
Tomó sus cosas y se fue. Gun, no demoró en quedarse nuevamente dormido.
Al llegar a la universidad, Mark se encuentra con Perth en la entrada de la sala. Se dirigieron un saludo, pero nada más.
Mark no sabía como introducir un diálogo con Perth, tampoco sabía si él le hablaría.
Tomaron asiento cuando el maestro llegó a la sala a dar su clase, y Perth se sentó a su lado.
-Toma, ayer entregaron esta guía para estudiar-. Dijo Perth.
Mark, sorprendido, recibe la guía.
-Gracias..., - tomó un respiro y prosiguió, -Creí que no me hablarías-.
-¿Por qué no lo haría?-.
-Pues por lo que pasó la otra noche-.
-Escucha, fue sólo un beso, nada más. Fue algo sin importancia, además estábamos un poco bebidos-.
Al escuchar a su amigo, Mark se sintió muy triste, pues para él no fue algo sin importancia. Había desenterrado un sentimiento que lo creía olvidado.
-Sí, tienes razón-. Dijo Mark.
-Además, tú y yo tenemos novio. Aunque P'Saint y yo aún estamos distanciados, no hemos terminado-.
-¿No han solucionado sus problemas?-. Preguntó Mark extrañado.
-Aún no, pero pienso hacerlo...-.
En ese instante, el profesor interrumpe la conversación para iniciar su clase.
Mark pensaba para sus adentros que, si Perth estaba mal con Saint, podría ser una señal, y lentamente comenzó a pensar en la mejor opción de lo que tenía que hacer.
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