CAPÍTULO 14

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Mark, a pesar de estar dolido, tomó a Gun con sus fuerzas y se lo llevó, aunque éste seguía protestando

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Mark, a pesar de estar dolido, tomó a Gun con sus fuerzas y se lo llevó, aunque éste seguía protestando.
Llegó al departamento de Gun y lo dejó en su cama.
Sacó su celular y le escribió a Plan.
"Dile a P'Mean que P'Gun está a salvo en su departamento"
Guardó su celular y se dirigió a Gun.
-Bien, has llegado a salvo. Yo me voy-.
Cuando estaba por cruzar la puerta, las palabras que salieron de la boca de Gun hicieron que detuviera su andar.
-Duele, ¿verdad?-.
-¿Qué?-. Dijo Mark volteando su cabeza hacia la dirección del otro chico.
-¿Duele?-.
-¿De qué estás hablando?-.
Gun, levantó su cabeza y lo miró fijamente.
-"Perth, por favor quédate"... Esas fueron las palabras que me dijiste cuando te llevé a casa borracho ¿Y aún quieres que crea que me amas? -.
-P'Gun...-.
-Dime lo que se siente ahora-.
-P'Gun, por favor ya no sigas. Estás borracho-.
-¿Duele?... Duele jodidamente, ¿no es así? Que la persona que amas te llame por el nombre de la persona por la que te cambió-.
-P'Gun, estaba borracho ese día, y no lo recuerdo-.
-¿Sabes cómo me siento ahora? ¡Me siento un idiota, un maldito idiota por haberme entregado a ti! ¡Me siento un imbécil porque tengo a mi lado a una persona que me quiere y me cuida, pero no puedo darle una oportunidad porque mi corazón aún te pertenece y yo no puedo hacer nada al respecto!-. Gun comenzó a desahogarse mientras en sus ojos, las lágrimas le brotaban.
-¿Acaso es una venganza? ¿Quieres que sufra lo mismo que tú? ¿Eso quieres?-.
-¡Sí! ¡Eso quiero! Que te des cuenta de todo el daño que me has hecho-. Dijo Gun sin rodeos.
Mark no se había percatado que en sus ojos también estaban botando lágrimas, se las secó y prosiguió.
-Bueno, pues... ya sé lo que se siente. Y duele jodidamente, duele que quieras estar con P'Earth antes que conmigo-.
-Tú también preferiste estar con Perth antes que conmigo-.
-Siempre me sacarás en cara ese error, ¿no es así?-.
Gun se quedó en silencio. Simplemente se volteó y se acostó dándole la espalda a Gun.
-Estoy dispuesto a tomar ese dolor, a sufrir lo mismo que tú el tiempo que sea necesario. Haré todo lo posible con tal de que me perdones-.
Se dio la vuelta y se marchó.
Gun sabía que Mark estaba hablando con la verdad, en el fondo de su corazón había sentido el amor que decía tenerle, esa tarde cuando se acostaron. Pero el problema no era ese, el problema era que la confianza en él se había esfumado.
¿Qué le aseguraba que ese amor le iba a durar? ¿Cómo podía tener la convicción de que, si vuelve con Mark, éste no lo dejará nuevamente por haberse confundido con otra persona?
Esas preguntas realmente impedían confiar en él, y el miedo al amor por él, crecía más y más.
Gun se quedó dormido casi a los cinco minutos después de que Mark se fuera.
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Había algo que Mark estaba decidido hacer y era volver ganarse la confianza de su amado. Al igual que Gun, él tenía la certeza de que la falta de amor no era el problema. Más bien era el miedo y la desconfianza.
Debía hablar con Perth para que este solucionara el problema en que lo había metido, para poder solucionar algo del problema y acercarse un poco más a Gun.
Temprano en la mañana, Mark se fue con dirección hacia el departamento de Gun, había quedado preocupado por él y no dudó en ir a verlo.
Como mantenía una copia de la llave del departamento de Gun, pudo entrar y verificar cómo se sentía el dueño de casa.
Aún seguía durmiendo, por lo que caminó despacio hacia él sin hacer mucho ruido para no despertarlo.
Su cabello tono azul, estaba desordenado y su rostro estaba totalmente relajado, aunque tenía el ceño fruncido. Mark colocó un dedo en medio de las dos cejas y comenzó a masajear suavemente para poder relajar esa pequeña parte del rostro.
-Aún sigues frunciendo el ceño cuando duermes-. Dijo en voz baja.
Luego del masaje, cambió de dirección y comenzó a acariciar su rostro. Pasó por sus mejillas, su frente, su cabello y terminó en sus labios. Mientras lo miraba atentamente, más pensaba en la ahora estupidez que había cometido.
-Te extraño, bebé... Por favor, déjame volver contigo. Déjame amarte como solía hacerlo. Vuelve a confiar en mí-. Decía en pequeños susurros.
Su rostro se acercó al del chico dormido, con la intención de robarle un beso, pero este se movió y giró su cuerpo hacia el lado contrario, dándole la espalda a Mark.
Se levantó de la cama con dirección hacia la puerta para ir a comprar cosas para el desayuno.
Fue a comprar un poco de café, avena instantánea y unas cuantas naranjas. También pasó por la farmacia y compró aspirinas. Finalmente se fue al departamento.
Como eran pasada las ocho de la mañana, y siendo día domingo, Gun despertaría tarde, por lo que aprovechó de tomarse su tiempo para preparar todo.
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Alrededor de las once de la mañana, Gun despertó con un dolor de cabeza que lo aquejaba.
Cuando intentó levantarse, se mareó un poco, provocando unas pequeñas náuseas.
-¡Ay!-. Exclamó, mientras colocaba su mano en la cabeza.
Intentó un segundo empuje para levantarse, pero fue sorprendido cuando la puerta de su cuarto se abrió.
-Al fin despiertas-.
-¿Mark? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?-.
-Tengo la copia de las llaves que nos intercambiamos cuando comenzamos a salir, ¿lo olvidaste?-. Le comentó Mark con una bandeja en las manos, que contenía un plato de avena, jugo de naranja y un poco de café. -Te traje el desayuno. Enderézate-.
Gun no respondió a nada, simplemente obedeció sentándose en la cama y recibiendo la bandeja. Estaba muy adolorido como para discutir con Mark.
-¿Por qué estás haciendo esto?-.
-Sólo vine a cuidarte. Sé lo que se siente tener resaca, y no es nada agradable. Cuando estaba así, no había nadie a mi lado. Por eso quise venir a cuidarte-.
Mark habló por aquel momento cuando Gun lo fue a dejar a su departamento.
-...-.
-Ten, toma esta aspirina primero-.
Abrió el paquete y colocó el medicamento en su boca, luego acercó el jugo de naranja para que pudiera tragar.
-¿Es jugo natural?-.
-Sí, recién exprimido, con una pizca de sal y nada de azúcar-.
Ese detalle hizo que Gun sonriera un poco. El hecho de que el otro recordara cuáles eran sus gustos, lo hacía sentir... importante para esa persona.
-Gracias-. Respondió Gun.
Hubo un silencio en la habitación, y sólo se escuchaba la cuchara que chocaba contra la loza. De repente, Mark habla.
-Eh...P'Gun...-.
-¿Qué pasa?-. Dijo mientras cuchareaba lentamente la avena.
-Ayer... dijiste algo que me quedó dando vueltas-.
-...-.
-El día que me llevaste a casa borracho... -.
Antes de que continuara, fue interrumpido inmediatamente por Gun.
-Espera... no quiero hablar de eso-.
-Sólo quiero saber, porque ayer...-.
-Sé lo que te dije ayer. Estaba borracho, pero recuerdo cada palabra de lo que te dije-. Arremetió Gun.
Dejó la bandeja a un lado y prosiguió a levantarse.
-P'Gun, por favor. Necesitamos hablar de esto-.
-¿Para qué? ¿Para que me digas que lo sientes? ¿Que estabas borracho y no lo recuerdas?-.
-No, yo no...-.
-Mejor, me voy a la ducha. No quiero seguir, me duele mucho la cabeza-.
Al no haber manera alguna de continuar con la conversación, dejó que Gun saliera con dirección al baño. Mark sacó la bandeja de la cama y la llevó a la cocina.
Cuando estaba limpiando las cosas del desayuno, su celular comienza a sonar.
Tomó la llamada afuera del departamento de Gun para que este no pudiera escuchar que la persona que llamaba era Perth.
-Hola, amigo, ¿qué tal?-.
-Hola... Oye, quiero pedirte disculpas por el problema en el que te metí ayer con P'Gun-.
-No importa. No te preocupes-.
-¿Dónde estás?-. Preguntó Perth.
-En el departamento de P'Gun-.
-Me suponía que estarías ahí. Yo estoy afuera de su condominio-.
-¿Qué estás haciendo aquí?-.
-Vine a hablar con P'Gun para explicarle todo, pero primero quiero hablar contigo-. Dijo Perth.
-Espera, bajo de inmediato-.
Anunció de inmediato a Gun que saldría un momento y bajó rápidamente al encuentro de su amigo.
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Al salir de la ducha, Gun se cambió de ropa, tomó un secador de pelo y cuando se disponía a secarse el pelo, sonó el timbre.
-¿Qué le pasa a Mark? ¿Olvidó sus llaves?-.
Cuando abrió la puerta, se encontró con la persona más alta y mayor que él, con una tierna sonrisa.
-Hola, Gun-.
-P'Earth, ¿cómo estás? ¿qué haces aquí?-.
-Vine a verte... ¿puedo pasar?-.
-Sí, claro-.
Gun lo hizo pasar y le ofreció un poco de jugo natural.
-Iba a secarme el pelo, pero ya puedo hacerlo después-. Le digo Gun.
Earth dejó el vaso en la mesa y se acercó a Gun. Tomó la toalla que tenía en su cuello y comenzó a secar su cabello mientras hablaba.
-Bueno, entonces yo te ayudaré-.
Secaba su cabello con suavidad y delicadeza que hizo a Gun relajarse y cerrar los ojos. Earth miraba el rostro del chico menor tan hermosamente distraído que no pudo evitar sentirse atraído por él.
Acercó sus labios y tocó los del chico menor. Gun se sorprendió al principio, pero luego se dejó llevar.
Sus labios se separaron abruptamente cuando se escuchó una tercera voz.
-Disculpen...-.
Ambos chicos se sobresaltaron, y peor aún cuando la persona que estaba de pie era Mark mirando destrozado aquella escena.
-Mark... ¿Perth?-. Preguntó Gun asombrado.
-P'Gun, vine a hablar contigo-. Habló Perth.
-Mejor me voy-. Dijo Earth, tomando sus pertenencias, pero fue interrumpido por Mark.
-No es necesario que te vayas. Me iré yo, tengo algunas cosas que hacer-.
Mark tomó sus cosas y se fue, pero fue perseguido por Gun.
-¡Espera! ¿cómo te vas a ir así?-.
-Es que tengo cosas que hacer y aún debo estudiar para un examen que tengo mañana-.
Le dijo Mark sonriendo.
Gun sintió una punzada de dolor fuerte en el corazón. Se dio cuenta que Mark estaba así por el beso.
-Mark... entre P'Earth y yo... quiero decir, el beso...-.
-No te preocupes. No tengo derecho a reprocharte nada. Bien, ya me voy-. Le dijo Mark.
-Bien, nos vemos. Luego le comento a tu novio que ya te fuiste-. Respondió Gun.
Mark se dio la vuelta y se marchó, en tanto Gun se regresó a su departamento. Allí le dijo a Earth que lo dejara conversar tranquilamente con Perth. Earth tomó sus cosas y se fue.
-Bien, ya estamos solos. ¿Quieres algo de tomar?-. Le dijo Gun a Perth apenas cerró la puerta.
-No, gracias. La verdad es que vine a hablar de Mark-.
Perth tomó asiento en el sofá y comenzó a hablar.
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