ENCRUCIJADA

CAPÍTULO 12

ADVERTENCIA: El siguiente capítulo contiene lectura apta para mayores de +18. Leer bajo su responsabilidad.

-¿Por qué quieres saber?-. Gun habló un poco molesto.
-Sólo quiero saber. Por cómo te vi con él ayer...-.
-¿Y eso qué tiene que ver contigo? ¿No se supone que estás con Perth? Deberías estar feliz. Al fin estás con la persona que querías-.
-Ya no estoy con él-. Dijo Mark con un tono melancólico.
-Lo siento mucho. Pero, aún así, si salgo con otra persona, no es asunto tuyo-.
-Lo sé. Sé que no tengo derecho a preguntarte, es sólo que...-.
Mark no pudo decir nada más, así que se quedó en silencio.
-¿Es sólo que qué...?
-¿No me vas a preguntar por qué terminé con Perth?-.
-Me imagino que fue porque besaste a otra persona, ¿no?-.
Mark dejó los apuntes en el sillón y comenzó a dar pasos hacia Gun, y este retrocedía cada vez que lo sentía cerca.
-Quiero comprobar algo...-.
Acorraló a Gun contra la pared y posó sus labios sobre los del chico mayor haciendo que el corazón este se contrajera.
Su propio corazón se sacudió con fuerza al sentir el contacto.
-Me voy de aquí-. Le dijo dándole un empujón a Mark haciendo que salte tres pasos hacia atrás.
Cuando se estaba disponiendo a abrir la puerta para irse, Mark le grita.
-¡Te amo, P'Gun!-.
Gun soltó una lágrima y y volteó hacia Mark.
-Deja de hacerme daño, por favor-.
-Sé que te lastimé. En realidad, no sabía lo que era sentir que otra persona te llevara consigo. Creí amar a Perth, pero me di cuenta que no era así. Mi corazón sólo te reconoce a ti como su legítimo dueño-.
-No sé cuál es tu idea. Hace dos meses, cuando terminamos, me dijiste que no me amabas, y que no podías seguir fingiendo. Luego sales con que tienes novio. ¿Y ahora me vienes a decir que me amas?-.
-Ni siquiera yo sabía lo que me estaba pasando. Puedo soportar ver a Perth con otros, y me siento feliz. Pero cuando ese tipo te besó...-.
Gun se sorprendió al escuchar a Mark. ¿Realmente vio el beso que Earth le dio?
-¿Tú... estabas en la cafetería?-.
-Sí, vi todo. No te imaginas el dolor que sentí, y lo peor fue que te besó en nuestro lugar-.
Gun no pudo pronunciar palabra alguna. Sus lágrimas estaban inundando todo su rostro, y el sufrimiento se estaba haciendo cada vez más insoportable.
-No lo sé... supongo que me merezco todo esto. Yo mismo te alejé de mi lado y te hice llorar-.
Sus ojos se nublaron gracias a las lágrimas que amenazaban con salir.
-Mark, yo... de verdad quiero darme una oportunidad con él... por favor no me confundas ahora-.
-Entonces, eso quiere decir que sientes algo por él, ¿verdad?-.
Mark temía a la respuesta de Gun, porque si la respuesta era un "sí", entonces significaba que lo estaba perdiendo.
-...-.
Al no escuchar ninguna respuesta por parte de Gun, el chico menor se acerca a él, logrando que el mayor chocara contra la pared. Alzó su mano derecha y la posó sobre el corazón de Gun y susurró.
-Dime que su toque hizo latir tu corazón de esta manera-.
-...-.
-Dime que sus labios son tan cálidos como los míos-.
Gun estaba con los ojos cerrados, mientras Mark posaba sus labios y dejaba pequeños besos en la boca del mayor. De pronto, apartó a Mark y habló.
-Te mentiría si te dijera que no me gustó-.
Ante esas palabras, Mark dio un paso atrás, y con una lágrima que caía de sus ojos respondió.
-Entiendo que no me quieras en tu vida. Estás en tu derecho, y si quieres empezar una vida con él, yo no me opondré... Eres libre de empezar una vida con ese chico-. Dijo Mark con una voz ya casi inaudible.
La última frase fueron las mismas palabras que Gun mencionó el día que se separaron.
Gun sintió un gran dolor, puesto que, si realmente lo amaba, lucharía por él. En cambio, se dio por vencido rápidamente.
El ambiente se llenó de silencio y sólo se podía escuchar los sollozos de ambos que hacían eco por todo el departamento.
-Sabes que no puedo estar con nadie más que no seas tú. Nunca he dejado de amarte. No te niego que el beso de P'Earth me gustó, pero tampoco sentí algo, porque no puedo aceptar que otros labios me besen, ¿estás contento con eso? Me odio a mí mismo por no tener el coraje suficiente para olvidarte y comenzar a enamorarme de alguien más-.
Soltó Gun con todas sus fuerzas esas palabras que las tenía oprimida en su pecho. Desde el principio, había optado por no decirle la verdad a Mark de que aún lo amaba, pero terminó por decirlas.
-¿Me estás diciendo que aún tengo una posibilidad?-.
Un impulso hizo que el mismo Gun se acercara a Mark, y en vez de responderle, le dio un beso desesperado. Un beso que él mismo anhelaba desde hace mucho tiempo.
Sus lenguas se entrelazaron y juguetearon, saboreando el néctar del otro.
El corazón de Mark comenzó a latir rápidamente ante tal acción.
En su mente pensó que, cuando besó a Perth, no había llegado a ese nivel de pasión y anhelo. ¿Cómo se pudo haber equivocado tanto?
Gun terminó el beso y se apartó de Mark.
-No sé si creerte... no puedo confiar en ti-.
-Ven aquí-.
Mark comenzó a guiar a Gun hacia su cuarto mientras lo besaba. Al llegar a su destino, lo dejó caer suavemente en la cama.
Las lágrimas en la cara de Gun no cesaban. Sabía perfectamente que estaba cometiendo quizás un error en involucrarse con el chico que le hizo daño. Se sintió una persona débil.
-¡Te extraño!-. Dijo Gun.
-Déjame tenerte. Quiero demostrarte mi cuerpo y corazón también te extrañan-. Susurró Mark.
Gun no dijo ninguna palabra, simplemente se dejó llevar.
Las manos del chico menor pasaron por debajo de la polera del mayor, acariciando todo su torso y masajeando sus pezones. La respiración de Gun se aceleró al sentir el contacto en su piel.
En un acto casi inmediato, Mark se deshizo de la polera de Gun, luego procedió a quitarse la suya.
Conectaron sus labios nuevamente, y sus lenguas se entrelazaron como si estuviera en una danza interminable. Con ese acto, Mark podía ahogar los pequeños gemidos que provenían desde la garganta de Gun, provocadas porque, desde hace unos segundos, la mano derecha de Mark cambió de dirección hacia la entrepierna de Gun, introducida por el interior del pantalón.
Comenzó a acariciar el miembro lentamente haciendo que Gun comenzara a mover sus caderas al ritmo de la mano de Mark.
El chico mayor tampoco se quedó atrás, bajó sus manos hacia el pantalón, desabrochándolos para luego poder quitárselos. Intentó ingresar su mano para alcanzar la virilidad del chico menor, pero este no lo dejó, pues tenía otros planes. Quitó las manos de Gun y las colocó sobre la cabeza de este. Mientras su boca descendía hasta llegar al ombligo, y lentamente bajó el pantalón y la ropa interior de Gun, dejando libre su miembro que ya estaba completamente despierto.
-Mark... ¿Vas a...?-.
-Sí, P'. Quiero recordar lo deliciosa que es esta parte de tu cuerpo-.
Su boca se apoderó del miembro de Gun, lamiendo, besando y succionando a su antojo.
La excitación iba cada vez más en aumento, logrando que el cuerpo de Gun se retorciera en la cama, apretando con fuerza las sábanas.
Recordaba que a Mark le encantaba tener el control en el sexo, por lo que normalmente siempre dejaba que él guiara los actos. Ahora no era la excepción.
-M... Mark... quiero...-.
Apenas el chico liberó su miembro, habló.
-Dime lo que quieres-.
-¿Podrías...?-.
-¿Estar dentro de ti?-.
-Sí...-.
Como un rayo, Mark se quitó los pantalones y el de su chico. Ahora estaban totalmente desnudos en la cama.
-Voy a recuperar el territorio que me pertenece-. Habló Mark.
El corazón de Gun latía a mil por hora y sus gemidos aumentaban. En tanto, el deseo de Mark por apoderarse del cuerpo de la otra persona estaba a su límite.
Abrió las piernas de Gun para acomodarse.
-No tengo lubricante, así que lo haré lo más despacio posible-.
-De acuerdo-.
Mark colocó un poco de saliva en la entrada de Gun y en su miembro, como reemplazo del lubricante. Comenzó a entrar lentamente, pero el chico bajo su cuerpo dio un respingo haciendo temblar su cuerpo y comenzó a sollozar debido al dolor que estaba sintiendo.
-¡Duele!-.
Al escuchar esas palabras de la boca de Gun, Mark recordó aquel momento que hizo sangrar a su novio la última vez que hicieron el amor. En ese momento, le había hecho daño.
-Shh, tranquilo, bebé... voy despacio-. Le susurró al oído.
-Mark, la última vez...-.
-No, esta vez es distinto. Seré cuidadoso-.
Mark logró ingresar todo su miembro y Gun sentía que su alma se estaba saliendo de su cuerpo por la excitación y el dolor mezclados.
-Voy a moverme-.
Sus caderas empezaron sus movimientos lentos haciendo que el dolor comenzara a dispersarse, siendo reemplazado por el deseo.
El cuerpo de Gun temblaba y su corazón latía tan rápido que parecía un zumbido. En tanto, Mark se llenaba de placer y adrenalina al escuchar los gemidos provenientes de la garganta del chico que está debajo de él.
-Más... más rápido... por favor...-.
Mark no respondió, pero accedió a acelerar sus embestidas que Gun comenzaba a disfrutar. Colocó sus piernas alrededor de la cintura de Mark, aferrándose fuertemente a él como si no quisiera soltarlo. Quería seguir sintiendo más excitación.
Mark besaba su cuello y su rostro mientras masajeaba sus pezones dándole más sensaciones que recorrían cada parte del cuerpo del mayor.
-Sigues siendo delicioso-. Susurró Mark.
-No... ya no... no puedo...-. Con su mano izquierda, alcanzó la mano derecha de Mark y la guió hacia su entrepierna, pidiéndole que lo acariciara.
-Por favor... hazlo... libérame-.
-Lo haremos juntos, así que aguanta, bebé-.
Esa palabra, Gun no la escuchaba desde hace mucho tiempo por lo que ahora lo hizo sonreír. El momento era perfecto y se sentía muy feliz.
Mark tenía la intención de retirarse para venirse afuera de Gun, pero este no lo dejó.
-Sé que es una locura.... Pero... hazlo dentro de mí-. Habló Gun con su voz entrecortada.
-Como quieras-. Respondió el otro chico con dificultad.
Llegaron al clímax juntos y Mark se desmoronó enterrando su cabeza en el hombro de Gun.
Dejaron pasar unos momentos antes de regularizar sus respiraciones.
-¿Te dije que ese nuevo look te hace ver muy atractivo?-. Habló Mark.
-Creí que no te habías dado cuenta-.
-Me di cuenta desde hace mucho-.
Se quedaron mirando fijamente por un tiempo, sin haber cambiado de posición.
-Oye-, habló Gun, -¿pretendes quedarte encima de mí... y aún adentro?-.
-Ese lugar es mi hogar...-.
La picardía de Mark hizo sonrojar al otro chico.
Lentamente, se retiró del cuerpo de Gun y se acomodó a su lado. Ambos se quedaron frente a frente mirándose fijamente. Mark colocó su mano en la mejilla de Gun y habló.
-Lamento haberte lastimado demasiado-.
-Me heriste mucho-.
-Lo sé. Y quiero remediarlo. Quiero que sepas que lo que acaba de pasar, me ha corroborado que estoy profundamente enamorado de ti y que te extrañé-.
-No sé si creerte, Mark. Me tienes demasiado confundido-.
-P'Gun, por favor. Dime que lo que pasó ahora fue importante-.
El oyente se levantó y le dio la espalda a Mark.
-Esto... para mí fue sólo sexo-.
-¿Qué?-.
Mark se quedó atónito ante las palabras de Gun. Claramente para él no había sido importante lo que sucedió en la cama.
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