ENCRUCIJADA

CAPÍTULO 15

-Lo que pasó ayer fue mentira mía. Yo me encontré con P'Saint que estaba con ese chico...-.
-¿Con P'Zee?-. Preguntó Gun.
-Veo que lo conoces-.
-Sólo de vista-.
Perth dio un suspiro y continuó su relato.
-Cuando lo vi con él, y escuché que ya estaban juntos, me dio un ataque de celos. Pero no quería que me viera derrotado, así que le dije lo que ya escuchaste. Pero, la verdad es que no estamos juntos. Él y yo nunca funcionamos como pareja. Lo intentamos, pero no funcionó. Yo aún sigo enamorado de Saint y él aún te ama-.
Gun estaba atento a todo lo que decía Perth, pero cuando escuchó la última frase, su pequeña sonrisa desaparece.
-¿Qué quieres que te responda?-.
-Nada, sólo quiero que me escuches para que sepas que cuando Mark te dijo que nosotros terminamos, no te estaba mintiendo. Deberías darle una oportunidad-. Concluyó Perth.
-Gracias por aclararme todo, pero sabes que aún no puedo volver con él. En estos momentos, tú estás sufriendo el mismo dolor que sufrí yo, al ver que te dejan por otra persona. Él terminó conmigo para irse detrás de ti, porque así lo dictaba su corazón. ¿Después me dice que me ama? ¿No crees que eso es para confundir a cualquiera?-.
Perth no encontró palabra alguna para responder, puesto que el mayor estaba en lo cierto. Su corazón estaba destrozado por haber visto a su ex novio con otra persona.
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Cuando Earth salió del condominio, se dirigió hacia su automóvil. En ese momento, escuchó una voz que le gritaba.
-¡Oye!-.
Earth volteó a mirar a la persona que lo llamaba.
-¿Sí?-.
-P'Earth, ¿verdad?-.
-Sí, soy yo. Y tú eres Mark, ¿cierto?-.
-Sí. Quiero hablar contigo-.
-Me puedo imaginar de qué se trata. En ese caso, no hablemos aquí. Vamos a la cafetería que está en la siguiente calle-.
No demoraron mucho en llegar al local. En el camino, no se dirigieron la palabra. Se sentaron y pidieron cada uno un capuccino.
-Bien, tú dirás-. Dijo Earth mientras tomaba un sorbo de su café.
-¿Qué pretendes con P'Gun?-.
-¿Realmente necesitas que te responda?-.
Mark lo miró fijamente, y con un tono fuerte respondió.
-¡Sí!-.
-Pues, en ese caso, quiero borrar su tristeza que se refleja día a día en su mirada, que sus ojos no vuelvan a botar lágrimas, que pueda volver a enamorarse y evitar que lo vuelvan a lastimar-.
Mark miró fijamente a su mayor, bajando una de sus manos hacia la rodilla y así empuñarla por la rabia que sentía en su interior.
-Entonces, vas por él-.
-Sí. Me gusta y quiero conquistarlo. Quiero que te olvide, ¿eso responde a tu inquietud?-.
-¿Cómo puedes decirme una cosa así? ¿sabes...?-.
-Sí, sé quien eres. Eres es chico que fue su ex novio por dos años y que lo dejaste porque estabas enamorado de tu mejor amigo. Que lo lastimaste confundiéndolo con tu actual novio y que se enteró por terceros que lo sacaste de tu vida...-.
-¡P'Earth!-.
Habló Mark con una fuerte voz, interrumpiendo a Earth, luego prosiguió.
-Escúchame ahora, no voy a permitir que me lo quites tan fácilmente. Voy a luchar por él hasta recuperarlo-.
Quería contarle que ayer, ellos se habían acostado y que Gun aún lo amaba, pero prefirió callar, puesto que quizás eso empeoraría las cosas.
-¿De verdad lo amas?-.
-Sí, lo amo-.
-¿Y qué pasó con ese supuesto amor que le tenías a tu amigo?-.
-Con todo respeto, P'Earth, eso es algo que a ti no te importa. Sólo confórmate con saber que seguiré luchando por P'Gun-. Sentenció Mark.
-Suerte con eso... porque tampoco me rendiré. Ahora ya me voy porque tengo cosas que hacer-.
Dejó un poco de dinero y se marchó, dejando a Mark con una ira indescriptible.
-¡Mierda!-. Dijo.
Se quedó unos 20 minutos más en aquel café. No sabía si volver al departamento de Gun o irse al suyo propio.
Haber visto a su chico besándose con otro, le dolió en el alma, pero lo entendía. No tenía derecho a reclamarle nada.
El hecho de haber tenido un encuentro sexual el día anterior, no significaba mucho. Si bien fue un evento demasiado importante para ambos, no ayudó a cambiar las cosas.
Pasado el tiempo, decidió irse a casa y dejar tranquilo a Gun.
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-Ahora que sabes todo, ¿qué harás?-. Preguntó Perth.
-No lo sé. Estoy demasiado confundido. ¿Cómo puedo estar seguro de que él no volverá a hacer lo mismo?-.
-No puedo responderte eso. No tengo una respuesta, sólo queda arriesgarse-.
Mientras hablaba, se levantaba del sillón, y tomaba sus cosas.
-Bueno, ya me voy. Piensa en lo que hablamos-. Dijo Perth.
Luego de eso, se marchó.
Gun estaba confundido. Sus sentimientos hacia Mark estaban claros, y quería darle una oportunidad, más ahora que entendió que entre Mark y Perth ya no hay nada. Pero, no puede confiar en él, en su amor estable. Es posible que Mark lo amara, pero, si pudo confundirse con su mejor amigo, era probable que le pueda volver a suceder y eso sí que no lo soportaría.
Su tarde estuvo muy tranquila, y se dedicó simplemente al estudio. Aunque no fue capaz de concentrarse del todo, por lo menos, pudo despejarse un momento.
Dejó de lado los estudios y se fue a la cocina para preparar unos fideos instantáneos. Cuando se disponía a comenzar a comer, suena su teléfono. Pulsó el botón verde y contestó.
-¿Hola?-.
-Hola, P'Gun... ¿cómo estás?-.
- Oh... Mark, eres tú... lo siento, es que...-. Dijo Gun con voz temblorosa.
-Sí, ya no tienes mi número registrado en tu celular. Lo sé, no te preocupes por eso-.
-...-.
Lo único que se escuchaba era la respiración del chico mayor.
-Y ¿cómo te sientes? ¿Ya no tienes dolor de cabeza?-. Habló Mark para comenzar una conversación.
-Sí, ya no me duele. He estado estudiando un poco y eso ayudó a relajarme. ¿y tú? ¿qué estás haciendo?-.
-Me estoy preparando unos fideos instantáneos, pero no quiero comer solo, por eso te llamé-.
-Qué coincidencia, yo también me preparé unos fideos instantáneos-.
El tono de Gun cambió a uno más alegre, lo que hizo que el corazón de Mark se acelerara de la emoción.
-Entonces podemos comer juntos-.
Nuevamente el silencio se apoderó del ambiente por unos instantes, hasta que Gun contesta.
-Mark, ¿por qué estás haciendo todo esto?-.
-No, es sólo que quería escucharte... sólo eso-.
Al escuchar esas palabras, Gun dio una respuesta inmediata para zafar.
-P'Earth va a venir a comer conmigo, así que tendré que colgarte. No tarda en llegar-.
Mark se quedó en silencio por unos segundos, luego habló.
-Oh, entonces no te quito más tiempo. Que tengas buenas noches-.
-Igual tú-.
Luego de eso, colgó. No supo la razón del por qué le había mentido de esa manera. Estaba consciente de que esa información lastimaría a Mark, aún así lo hizo.
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Eran casi las 7 de la tarde y... ¿pasaría algo con P'Earth esta noche? Yendo a casa de Gun a esa hora, pues todo puede pasar.
Miles de pensamientos pasaron por la mente de Mark, que no podía dejar de pensar en aquello.
-Bien, creo que te lo mereces por idiota-. Se maldijo a sí mismo.
Se recostó un momento para despejarse, pero no podía. Tomó su celular, para jugar, luego abrió su notebook y después prendió su televisor, pero nada. No había forma alguna que se pudiera relajar.
-A la mierda-. Dijo, mientras que se levantaba. Había decidido ir a casa de Gun.
La situación en la que estaban, lo estaba matando. Y ver que había otra persona queriendo el amor de Gun, lo desesperaba.
Tomó las llaves de su automóvil y se fue. No tardó en llegar a casa de Gun, y al dirigirse hacia la puerta, su corazón latía fuertemente de nerviosismo. Tocó el timbre y esperó.
Cuando Gun abrió, se sorprendió al ver la cara del chico menor.
-¡Mark! ¿Qué haces aquí?-.
-Necesitaba verte. ¿Interrumpo algo?-. Dijo.
-No, pasa-.
Gun le abrió la puerta de par en par para que Mark entrara.
-¿Y P'Earth? Creí que estaría contigo-.
-¿En serio, viniste a ver si yo estaba con P'Earth?
-No... te juro que no... Realmente vine porque quería verte-.
-¿Sabes que me cada día que pasa, me voy desenamorando más de ti?-.
Lo que salió de la boca de Gun, fueron palabras sin sentido, pero con miles de cuchillos que insertaron el corazón de Mark.
-¿A qué te refieres con eso?-.
-Mark, quiero ser honesto. No quiero que luches por mí, porque será en vano. Yo ya no te amo-.
-¿Es un chiste? Ayer me dijiste que me amabas y me extrañabas-.
-Te engañé. No sólo tú puedes hacerlo. Yo también puedo-.
-P'Gun...-.
-La verdad es que P'Earth me ha ayudado a olvidarte. Te pedí hace un tiempo que no fueras egoísta y que te alejaras de mi vida. Ahora te estoy pidiendo que ya no hagas más cosas por mí. Lo de ayer, fue sólo sexo... ¿o acaso creíste que aún seguiría enamorado de ti? En verdad eres más ingenuo de lo que pensaba-.
Fueron palabras crueles dichas por aquel chico, derrumbando por completo el alma del oyente. Agachó la cabeza intentando aguantar las lágrimas, luego respondió.
-Sabes que yo haría todo lo que me pidas. Así que haré lo que me pides ahora. Creo que tienes razón, tienes el derecho a rehacer tu vida, para olvidar el amor que tanto daño te hizo. Ya no quiero que sientas que te sigo lastimando. Te amo demasiado como para seguir viéndote sufrir. Creo que no tengo nada más que hacer, ¿verdad?-.
-Tú lo has dicho. No tienes nada más que hacer aquí, así que te rogaría que te fueras de mi departamento y no volvieras más-.
Mark no tuvo más remedio que obedecer a su petición. Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida. Pero antes de salir de aquel departamento, dijo:
-No te valoré como te lo merecías. Olvidé que te amaba y por mis malas decisiones, te herí profundamente. Te juro que no habrá un día en que me arrepienta de todo. Realmente espero que seas feliz-.
-Adiós, Mark-. Dijo Gun.
Al cerrar la puerta por fuera, el mundo de Mark se derrumbó por completo. Con el alma destrozada, regresó a su departamento.
Cuando Mark se fue, Gun quedó desolado, pero sabía perfectamente lo que estaba haciendo.
-Perdóname, Mark. Sé que sufrirás más que yo, pero tengo que hacerlo-.
Sus pensamientos fueron alejados inmediatamente cuando comienza a sonar su teléfono.
-Hola, P'Earth-.
-Hola, Gun, ¿cómo estás?-.
-No muy bien. Necesito hablar con alguien-.
-¿Quieres que vaya a tu departamento?-.
-Me gustaría mucho que vinieras-.
-Voy enseguida-. Earth colgó inmediatamente y se dirigió a casa de Gun.
Comenzó a plantearse que tal vez era una buena oportunidad para pedirle al chico menor salir oficialmente con él.
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