Gun se despertó a eso de las 10 de la mañana. Era día jueves, así que no vería a Mark hasta la tarde. Pero no quería verlo tampoco.
¿Qué le pasa? ¿por qué me gritó de esa manera? Si tuvo un problema con alguien debería decírmelo, no tratarme así. ¿Por qué no confía en mí?
Se hizo muchas preguntas mientras iba a la cocina a prepararse algo para el desayuno.
Iba a llamar a Saint pero, por la hora, no podía hacerlo ya que estaban en clases.
Luego de desayunar, se bañó, se cambió el pijama y luego volvió a la cama a estudiar. Aún sentía dolor atrás, así que decidió quedarse en la cama.
La hora pasó muy rápida y Mark ya estaba de vuelta en casa.
Abrió la puerta de la habitación, y saludó a Gun levemente.
-¿Cómo te fue?-. Preguntó Gun.
-Bien. Estoy cansado-.
-¿Por qué no te cambias de ropa y te acuestas un rato conmigo?-.
Mark lo miró por unos segundos y respondió:
-No, gracias. Tengo tarea que hacer-.
-Pero puedes hacerla acá-.
-No, en serio prefiero estar en el living haciendo la tarea. Si quieres puedes dormir-. Tomó sus cosas de estudio y salió de la habitación. Gun se quedó totalmente perplejo.
La realidad de las cosas es que las palabras de su amigo esta mañana, golpearon muy fuerte en la cabeza de Mark, por lo que lo había dejado de mal humor. El problema era que, sin darse cuenta, terminaba hiriendo a la persona que estaba a su lado.
A eso de las 10 de la noche, Gun salió de la cama para ir a buscar algo de comer a la cocina. Pensó que Mark estaría de cabeza estudiando, pero se encontró con la sorpresa de que estaba viendo televisión.
No tenía nada de malo que estuviera viendo televisión, pero era inusual en él. Las veces que lo hacía, siempre tomaba a Gun para que lo acompañara, incluso hasta lo obligaba a quedarse con él mirando algún programa de TV.
"Cada vez lo entiendo menos", se decía a sí mismo.
En efecto, Mark había cambiado su actitud en menos de 4 días, y Gun no podía saber lo que le pasaba. Lo confundía y a la vez le dolía.
-Voy a preparar fideos instantáneos, ¿quieres algo?-. Le dijo Gun desde la cocina.
-No, gracias. Ya comí-.
-¿Ya comiste? ¿A qué hora?-. Preguntó Gun.
-Después de la universidad. Salí con Perth-.
Gun frunció el ceño y siguió su interrogatorio.
-Pero eso fue hace mucho, ¿no vas a querer algo más?-.
-Ya te dije que no quiero-. Respondió Mark malhumorado.
-De acuerdo, era sólo una pregunta-.
-Ya luego comeré algo si me da hambre-.
-De acuerdo-.
Tomó su tazón de fideos y se sentó en la mesa.
-¿Qué ves?-. Preguntó Gun mientras comía.
-Una película-.
-¿Y está interesante?-.
Mark volteó a ver a Gun para responder.
-¿No deberías estar acostado? El doctor dijo que tienes que estar en reposo-.
-Sí, pero ya no me duele tanto. Vine porque me siento solo en la habitación-.
-...-.
Se quedaron en silencio hasta que Gun terminó su tazón. Lo fue a dejar a la cocina y luego se sentó al lado de su novio. Buscó su abrazo y Mark lo aceptó. Inexplicablemente, el corazón de Mark se calmó.
Se quedaron unos minutos abrazados hasta que Gun comenzó a buscar los labios de Mark. Llevaba muchas horas sin probar sus labios y ya los anhelaba.
Cuando encontró la ansiada boca del chico menor, comenzó a besarla lentamente y Mark aceptó ingresando su lengua y saboreando los labios de Gun.
Se besaron hasta que sus labios se hincharon. Mark se movió de su lugar para quedar encima de Gun y luego introdujo su mano por el interior de la polera para acariciar su pecho. La prenda le molestaba así que procedió a quitársela.
La respiración del chico mayor se aceleró rápidamente y sus jadeos no demoraron en hacerse sentir.
-Vamos a la cama, por favor-. Suplicó Gun.
Mark hizo caso omiso de lo que dijo su novio y continuó su acción. Justo cuando su pequeño amigo estaba despertando, se detuvo.
-No puedo hacerlo-.
Gun también quedó perplejo a segundos de que su pequeño despertara.
-¿Por qué?-.
-No voy a lastimarte otra vez. Lo siento, no lo haré-.
Se levantó del sofá y se fue al baño.
¡Mierda! ¡Idiota! ¿Qué se supone que estás haciendo, Mark? Se regañaba mirándose al espejo.
Gun, en silencio, se levantó del sofá y se dirigió a la habitación. Su tristeza inundó su corazón, sin embargo, le había dado la razón.
-No puedo ser tan irresponsable. Debo cuidarme-. Dijo en voz baja.
Apagó la luz de la lámpara y se acostó. Cinco minutos después, sintió a Mark acostarse a su lado, pero no sintió sus brazos como lo hacía todas las noches.
Al voltearse, se percató de que le estaba dando la espalda haciendo que la cama se sintiera fría e incómoda.
"No entiendo, ¿por qué está tan frío conmigo?" Pensaba Gun.
"No puedo seguir acercándome a ti. Lo lamento P'Gun, mi corazón está con otra persona en estos momentos". Pensaba la persona que estaba al lado derecho de la cama.
-----
El día lunes, Gun volvió a asistir a la universidad. La incertidumbre de saber lo que Saint tenía que decirle, lo estaba consumiendo.
No pudo llamarlo el fin de semana porque su ánimo estaba por el suelo. Cada día que pasó, Mark se volvió cada vez más distante.
Mean y Saint desde lejos divisaron a Gun que venía cabizbajo.
-¡Gun!-. Gritó Mean.
El chico siguió caminando sin hacer caso a los gritos de su amigo.
Los dos muchachos se acercaron a Gun y lo detuvieron.
-Oye, ¿acaso no escuchaste a Mean que te estaba llamando?-. Dijo Saint.
-Lo siento. Estaba distraído-. Contestó Gun.
Mean lo miró fijamente y se dio cuenta del estado de ánimo de su amigo.
-¿Te pasa algo?-.
-No, nada. Sólo he tenido algunos problemas. Es todo-.
-¿Problemas? ¿Qué clase de problemas? -. Volvió a preguntar Mean.
-Luego hablamos. Vamos primero a la sala. La clase está por comenzar-. Advirtió Saint, quien había estado callado durante el pequeño interrogatorio. Los tres chicos ingresaron a la sala para comenzar la clase.
Durante la jornada completa, Gun no pudo concentrarse en los estudios. Saint no estaba tan lejos de la misma situación.
A la salida de clases, Saint propuso ir a su departamento a conversar.
-No puedo ir. Quedé en juntarme con Plan, pero luego me hablan y me cuentan todo-.
-Está bien, yo te llamo en la noche-. Añadió Saint.
-De acuerdo. Adiós-.
Mean se despidió de sus amigos, se bajó del auto de Saint y se fue.
Gun y Saint llegaron al departamento de este último y se acomodaron. Saint sirvió unos vasos de jugo y el diálogo comenzó.
-Lamento no haberte llamado este fin de semana. Mark y yo hemos tenido problemas-.
-¿Discutieron?-. Preguntó Saint.
-No. Ni siquiera tenemos comunicación. Él cambió drásticamente conmigo, está cada vez más frío y distante. Ahora se enoja por cada pequeña cosa que yo haga o diga. Realmente no sé qué le pasa, pero en serio está doliendo demasiado-.
Saint, frunció el ceño y preguntó.
-¿Y desde cuándo está así?-.
-Desde el miércoles pasado. El día que me llamaste para hablar conmigo-.
-Oh, ya veo-. Dijo Saint.
-Bien, ¿de qué me quieres hablar?-. Preguntó Gun ansioso.
-Antes que nada, necesito contarte que Perth y yo terminamos-.
-¿Qué? ¿Por qué?-.
Saint suspiró evitando dejar caer una lágrima.
-Después de la conversación que tuvimos el día que nos juntamos en el restaurante. Fui directo a su departamento para hablar con él. Tenía que decirle lo que me pasaba y así buscar alguna solución que no fuera terminar, pero cuando abrí la puerta, Perth se estaba besando con otra persona-.
Gun no pronunció ninguna palabra, estaba totalmente absorto en la historia que contaba su amigo.
Luego del respiro, Saint continuó.
-Fue doloroso verlo besar a otro que no fuera yo-.
-¿Y qué explicación te dio?-.
-Él no lo sabe-.
-¿Cómo es eso?-.
-El sábado fui a su departamento y le dije que no me sentía seguro. Que no sentía que él estuviera cómodo con nuestra relación. Lo peor de todo es que le dije que había otra persona pretendiéndome-.
-¿Otra persona? ¿Quién? Que yo sepa no has conocido a nadie-.
-¿Recuerdas al mesero que nos atendió en el restaurante?-.
Gun comenzó a hacer memoria sobre ese día.
-Oh, ahora recuerdo. No me digas que va detrás de ti-.
-No, es sólo que esa noche cuando vi a Perth, me lo encontré en la calle y me consoló. Es todo-. Dijo Saint.
-Ya veo. Pero, ¿por qué le dijiste que tenías otra persona pretendiéndote? -.
-No lo sé, estaba muy enojado y realmente quería transmitirle mi dolor a él-.
-Ya veo. ¿Y la persona que estaba con él era un conocido?-.
La pregunta que hizo Gun dejó mudo a Saint, quien en ese preciso instante comenzó a botar algunas lágrimas.
-La persona que estaba con él... era Mark-.
El corazón de Gun se detuvo inmediatamente. Se congeló.
-Sé que te duele como a mí, o incluso más. Pero es la verdad, amigo. Lamento decírtelo-.
-Pero es que ellos son muy amigos. Precisamente por eso fue que los conocimos, ¿cómo es posible?-. Dijo Gun dejando caer algunas lágrimas.
-No lo sé amigo, no me atreví a preguntarle nada. Tal vez simplemente jugaron con nuestros sentimientos-.
Gun no pronunció ninguna palabra más. Simplemente comenzó a botar las lágrimas. Saint le dio un gran abrazo mientras lloraba.
-¡Duele, Saint-. Dijo entre sollozos.
-Lo sé... a mí también me duele-.
¿Qué haría Gun ahora? ¿cómo lo enfrentaría? ¿Quizás no debería decir nada? Muchas preguntas que se hacía en su cabeza una vez que se despidió de Saint y se dirigió al departamento de su novio.
-------
Perth había estado cabizbajo toda la clase, y no dudó en contarle a Mark lo que había sucedido con Saint. Su relación se había acabado y eso lo tenía triste. Realmente amaba a su ahora ex novio con toda su alma, pero había olvidado pequeños detalles que provocaron la distancia entre ellos.
Mark no estaba precisamente en una situación diferente. Cada vez más se iba convenciendo de que su amor por Gun estaba extinto, por lo que tomó una decisión y se la comentó a Perth.
Estuvieron un largo rato hablando del asunto de ambos hasta que llegó la hora de enfrentar la verdad.
Mark llegó a eso de las siete de la tarde. Sabía que Gun estaría allí, así que era un buen momento de resolver la situación.
-¡P'Gun!-. Gritó Mark.
-¡Estoy en la habitación!-.
-¿Puedes venir al living un momento? Quiero hablar contigo-.
-Estoy un poco ocupado-.
Dio un suspiro y se dirigió al cuarto donde se encontraba Gun. Lo primero que vio, fue al chico colocando toda su ropa dentro de una maleta.
-¿Qué estás haciendo?-. Preguntó Mark.
-Supongo que era precisamente de esto que querías hablar conmigo-.
-¿Qué?-.
Gun dejó lo que estaba haciendo y giró su cabeza hacia donde estaba Mark.
-Eres libre, Mark...-.
El chico menor quedó totalmente atónito ante las palabras de Gun.
-¿De qué estás hablando?-.
-Eres libre para empezar una vida con Perth-.
Sin decir nada más, siguió haciendo su maleta. Mark lo quedó mirando unos segundos hasta que reaccionó. Se dirigió hacia Gun y le quitó con furia la ropa que tenía en sus manos y lo giró de forma que lo mirara de frente.
-¿Podrías dejar eso y escucharme?-.
-¡¿Para qué?! ¿Para que me digas que Perth y tú se aburrieron de jugar conmigo y con Saint?-. Recriminó Gun con furia y dolor.
-¿De dónde sacas eso?-.
-Sé lo del beso, ¿por qué no me lo dijiste antes?-.
Inmediatamente, Mark trató de explicarle la situación a Gun.
-Nunca jugué contigo. Lo que vivimos tú y yo fue importante para mí-.
-Claro, fue tan importante que al primer beso te confundiste-. Dijo Gun.
-Por eso ya había tomado la decisión de terminar contigo. No puedo seguir fingiendo que te amo. No te lo mereces-.
Las palabras que salieron de la boca de Mark, hirieron profundamente a Gun, quien ya no pudo evitar soltar sus lágrimas.
-Ya veo. Eso hiciste siempre. Fingías. Fingiste amarme el día siguiente que hicimos el amor... perdón, tuvimos sexo-.
Mark no pudo decir ninguna palabra. Estaba congelado.
-No quiero reclamarte ni nada. Sólo estoy dando un paso al costado para que puedas estar con la persona que quieres-.
-No quiero que te vayas sin escuchar la historia completa-. Le dijo Mark.
-Quiero hacerte una última pregunta-, tomó aire y continuó. -cuando nos conocimos, ¿sentías algo por él?-.
-Yo amaba a Perth desde que teníamos 15 años, pero sabía que no era correspondido porque él ya me lo había hecho saber. Pero cuando te conocí, sentí que podía olvidarlo estando contigo. Creí que lo había hecho durante estos dos años pero cuando nos besamos, mis sentimientos por él volvieron-. Habló Mark con honestidad.
-¿Y por qué no me lo dijiste antes?- Gritó Gun.
-¿Habrías salido conmigo si te lo decía?-.
-Sí, lo hubiera hecho, porque hubiese tenido presente que me diste una oportunidad para enamorarte y olvidar tu antiguo amor. Si lo hubiera sabido desde el principio, quizás me habría esforzado mucho más de lo que hice ahora para lograr que te enamoraras de mí-.
-P'Gun, por favor. No quiero terminar así-.
-Ya no quiero seguir escuchando. Ya me lastimaste demasiado como para seguir-.
Al haber acabado de empacar sus cosas, Gun salió de la puerta sin despedirse si quiera.
Todo lo que pudo hacer Mark era ver cómo el hombre que lo había amado tanto salía de su vida.
-------------------------------
ESTÁS LEYENDO
ENCRUCIJADA
FanfictionSINOPSIS Mark Siwat y Gun Napatn son una pareja que llevan dos años de relación. Dos años que han sido los mejores de sus vidas. Pero un pequeño roce de labios ajenos hace derrumbar el amor de ambos. Uno de ellos enfrentará su realidad. Deberá tomar...