Al ritmo de una canción

Capítulo 43

Kaminari abrió los ojos cansado, no sabía ni donde estaba hasta que unos segundos más tarde se acostumbró a la luz de la habitación y enfocó la vista un poco.

Reconoció ese techo rápidamente, el de su habitación. Estaba en la cama, tapado con la manta pero con la ropa de ayer puesta.

Recordaba que había ido a ver a Kyoka, y que a la salida se había cruzado con Mina. Todo lo demás estaba borroso.

Se estiró para coger el teléfono que estaba tirado en el suelo, y poder mirar la hora, eran las dos y media de la tarde, se había saltado las clases.

La cabeza le daba vueltas pero consiguió incorporarse y mirar bien a su alrededor. Todo parecía normal aunque un poco borroso, y poco a poco sus recuerdos fueron apareciendo en su mente.

*recuerdos*

- Estás bien, Kami? - le llevó Mina hasta la habitación donde el rubio se dejó caer en la cama cansado.

- Si si.... claro.... - mintió el que comenzaba a pensar que estaba muerto, le dolía todo.

- Estarás enfermo, te pondré el termómetro.... - salió de la habitación la rosada para buscar el aparato por la casa.

Unos segundos más tarde apareció con él en la mano y se lo colocó al chico para tomar la temperatura.

- Sabes? Hoy fui de compras con las chicas! - comenzó a decir Ashido mientras esperaban por el resultado del termómetro- y Ochako me dijo que habíais estado estudiando juntos últimamente.... - sonrió maliciosamente la rosada.

- Mina, no te hagas líos.... sabes que me gusta Kyoka! - negó con la cabeza el chico como pudo, ya que ni tenía muchas fuerzas.

- Lo sé, lo sé.... a mi también me gusta más Jiro para ti! Es más de tu estilo, y te lo tomas en serio.... - asintió con la cabeza la chica.

- A qué te refieres? - preguntó Denki sin entender lo último.

- Me refiero a que de verdad quieres estar con Jiro, no es uno de esos.... rollos de un día.... - se encogió de hombros Ashido- me acuerdo lo que te costó contarme que te gustaba Kyoka, no te atrevías! - se rió la rosada a carcajadas.

- No te rías! Yo quiero ir en serio con Jiro! - se quejó él rubio.

Entonces el termómetro sonó indicando que ya tenía el resultado y Mina comprobó lo que ya sabía.

- Tienes fiebre.... será mejor que llame a tus padres y.... - se levantó la rosada pero Kaminari la frenó cogiéndola de la muñeca.

- No, a mis padres no! - exclamó el rubio y Ashido se sentó de nuevo.

- Vale.... - suspiró Mina, que sabía que la relación de Denki con sus padres no era muy fluida- pero entonces me quedaré yo, al menos hasta que te baje la fiebre.

- Vale....

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Y ahi apareció la rosada por la puerta con un tazón de cereales con leche y unas galletas.

Mina era su mejor amiga, estaba siempre que la necesitaba y de verdad la quería muchísimo.

- Buenos días, dormilón! - le revolvió el pelo con la mano la chica de cuernos- estás mejor?

- Si.... - sonrió el rubio sentándose en la cama- no fuiste a clase?

- Qué va! Y dejarte aquí solo?! Estabas moribundo ayer! - negó exageradamente la rosada- que te pasaba? Es tu don otra vez?

- No.... - suspiró cansado el rubio llevándose una mano a la cara- estoy mareado pero no es nada, puedes irte....

- Seguro? No será mejor que me quede a vigilarte? - preguntó ella preocupada, la cara pálida del chico decía lo contrario.

- Si, de verdad.... ya estoy bien.... - sonrió él para tranquilizarla- tienes clase de baile, no?

- Si, está bien! Pero si te vuelves a encontrar mal llámame! - le señaló con el dedo frunciendo el ceño en forma de amenaza- te lo digo muy en serio!

- Si, tranquila.... - asintió Denki.

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Otro día más encerrada en su habitación. Qué podía hacer? Estaba demasiado preocupada por Kaminari como para pensar en otra cosa.

Odiaba a su padre.

No podía ser un padre normal? No podía dejarle un poco de vida propia?! Intimidad?! Espacio personal?! Tener amigos!? Vida social?!

- Cariño...? - se escuchó la dulce voz de su madre al otro lado de la puerta.

- Qué quieres?! - exclamó Jiro molesta.

- Te traigo algo para comer! Hice galletas! - dió unos golpecitos a la puerta para invitarla a abrirla.

- No quiero! - se encogió Jiro en la cama sin ganas de nada.

- Venga, Kyoka! Tienes que comer algo! Dejaste toda la comida en el plato antes! - insistió su madre preocupada.

- No te preocupes, estoy bien.... dentro de lo que cabe.... - suspiró la pelimorada escondiendo la cara entre las sábanas.

Su madre intentó entrar pero otra vez, la chica tenía el pestillo puesto. Al ver que no iba a poder convencerla para que abriera la puerta posó la bandeja en el suelo y se marchó.

Unos minutos después, Jiro abrió la puerta para coger las galletas y luego volver a encerrarse.

Quizás podría esperar y comerlas con Denki, aunque a esas horas ya debería estar ahí....

Y si le había ocurrido algo?! Y si su padre le había hecho algo otra vez!? Sabía que preocuparse no serviría de nada, pero qué podía hacer?!

No podía hablar con nadie, ni comunicarse con nadie. Si se escapaba su padre atacaría a Kaminari y si se quedaba solo podía esperar a que el rubio apareciera.

Quedaban dos días para que fuera sábado y por fin pudieran arreglarlo todo, o eso se supone.

- Qué puedo hacer? - suspiró volviendo a tirarse a la cama cansada de todo.

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Tengo mucho lío con la escuela, sorry.

Alguien se vió Bungou stray dogs o Seraph of the end?

Si no los visteis lo recomiendo mucho uwu.

Intentaré actualizar más a menudo pero de verdad estoy muy liado.