De camino a casa el alfa y el omega pasaron por una Florería, el primero no desaprovechó la oportunidad y entró, saliendo una minutos después con un ramo de flores, Rosas blancas.
El omega a ver el detalle no evitó sonrojarse y aceptarlo con una sonrisa de oreja a oreja.
—Ten, para el más hermoso de mundo.
—Gra...Gracias...
—Y dime... como la pasaste hoy?
—Muy bien... gracias por pasear conmigo... por llevarme a tu lugar especial, por comprarme mi comida favorita, por regalarme estas lindas rosas y por... por estar conmigo así como estamos ahora... eso hace... hace que me sienta querido—El omega informó sintiendo sus ojos aguarse—Y-Y me siento muy feliz porque nunca lo sentí...
El pelinegro más alto se acercó al castaño y lo rodeó con sus brazos, par seguidamente apretar el cuerpo más pequeño en contra de su pecho.
—No tienes porque agradecer... y sabes? De ahora en adelante te sentirás así muuuucho mas seguido—Dijo alargando una de las ultimas palabras—Aún no procedo con la marca, pero se y sabes que nos pertenecemos.
—Si, y por eso mi omega se siente feliz de tenerte a ti, Alfa.
—lindo, creo que ya es hora de volver—Le sonrió.
—S-Si! Es mejor que volvamos.
—Vamos—el Pelinegro tomó la mano del más bajo y empezó a caminar.
La parejita caminaba tranquilamente, sumergida en su propia burbuja, que no notaba las miradas ajenas, algunas de ternura? Otras dirigidas al omega, otras al alfa... pero no podían faltar esas que miraban con envidia.
—Prepárate, porque saldremos mucho más seguido, y te haré engordar a base d sepan de leche para que seas más tierno!
—Que? No! Si me das siempre pan de leche llegará un momento en el que me hartar y ya no querré comerlo mas! Y yo no quiero que eso suceda porque me gusta mucho.—El omega puchereó involuntariamente.
—Tienes razón, tu ya no necesitar estar gordito y tierno, porque ya lo eres!
—Alfa! No digas eso!—El omega se sonrojo por lo dicho y le dió un leve golpe en el brazo al Peli negro.
—Ya, ya, solo bromeo—Río y beso la frente del Omega.
—U-Um...
Llegando, cada uno decidió ir por su lado. Oikawa fue a su habitación y tan pronto como tocó las sabanas de su cama cayó dormido. En su lugar Kuroo estaba pensativo, el celo del omega parecía querer llegar antes de lo previsto, lo había podido oler en la tarde cuando estuvo con El omega, pues su aroma se había intensificado y estaba mucho más dulce.
No se sorprendía, muchos omegas reaccionaban así al entrar en contacto con quien era su alfa destinado, otros no tenían reacción alguna, y unos cuantos entraban en celo inmediatamente. Al parecer todo indicaba que el castaño formaba parte de los primeros.
Decidió que por seguridad del menor pasaría estos días aquí sin salir mucho, no quería arriesgarse a que suceda una tragedia en lugares para nada deseados.
Le emocionaba mucho que el día llegara, por fin tendría al lindo Omega como pareja y se encargaría de darle todo lo que el otro no tuvo ganas se darle.
Sin más pensamientos se acostó en su cama con el pijama ya puesto.
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Abrio sus ojos de golpe.
Aún estando adormilado sentía su nariz ma activa que de costumbre, y cuando estuvo en sus cinco sentidos por fin lo notó.
El Aroma a chocolate con leche que estuvo sintiendo durante estos días se había intensificado muchi más, Su omega había entrado en celo y lo estaba llamando.
—Omega...—Gruño al mismo tiempo que se deshacía de las sabanas y comenzaba a correr hacia la habitación del chico—Omega!—Esta vez en hablar fue su parte razonable—Lobo estupido, controlate, no te lances que luego te arrepentirás si lastimas al omega. No me traiciones ahora solo por su celo.
Adoraba tener ese tipo de relación con su lobo interno, no le traía problemas en situaciones como esta o similares.
Llegó a su destino y se quedó parado en silencio delante de la Puerta, escuchando los quejidos y pequeños gemidito de dolor que daba el omega.
—Le Duele—Susurro preocupado—Oikawa, estas ahí?—Que pregunta más estupida, claro que esta ahí Kuroo—Estoy aquí, todo estará bien.
—A-Alfa... alfa!—Escuchó mietras se abria paso a la habitación—Alfa... V-Ven—Tartamudeó.
El omega sentía con su entrada se dilataba cada vez más de manera autónoma y el líquido denominado como lubricante natural hacia de las suyas, empapando su zona íntima, pantalón y parte de las sabanas.
—Te n-necesito alfa...—Lloriqueó—Duele...D-Duele!
—Sh...estoy aquí, tranquilo. Ya estoy aquí—El alfa aseguró la puerta bien, se acercó y soltó sus feromonas para calmar al omega. Se ocuparía de hacerlo todo con calma, no quería apresurar las cosas.
Siguió soltando sus feromonas hasta que el omega le diera indicios de que ya no servían únicamente esas, para pasar al verdadero trabajo.
Minutos después ya Tenía al omega encima suyo, que por naturaleza y en la condición que se encontraba, se estaba restregando contra el pelinegro, rozando a propósito su entrada con la entrepierna del mayor, aún cubierta por el pantalón que ya comenzaba a molestar.
A este punto el omega ya no estaba en sus cinco sentidos y en lo unico que lograba pensar de manera clara era en que quería al alfa dentro suyo pero ya, y unas incesantes ganas de ser marcado, llenando y poseído por este le llegaron abruptamente.
—Al-Alfa, hazme tuyo...lle-name ma... marcam-me!
Y eso fue suficiente para que el lobo del dominante saliera a la luz por completo, su lado razonable luchó por seguir al mando pero perdió la pequeña batalla. Lo último que hizo antes de dejarle al lobo el control total fue advertirle que no fuera para nada brusco, porque luego se las vería con él, si algo malo le pasaba al omega durante su época de celo en los siguientes días.
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Hola de nuevo mis amores! Como están? Espero muy bien... espero que este capítulo haya sido de su agrado, se cuidan y nos leemos la próxima! Los quiero 🖤
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A salvo [KuroOi]
FanfictionOikawa Tooru es un omega que sufrió maltrato desde muy pequeño, en sus años de estudio conoce un alfa que logra hacer que sonría de nuevo, sin embargo, cuando cree que superó su pasado, vuelven. Vuelven todos los maltratos, golpes, abusos... violaci...