Caleb
Efectivamente, ahí estaba Brendan.
El imbécil de Brendan.
Estaba plantado junto a su coche con los brazos cruzados, como si estuviera enfadado, pero Caleb estaba el triple de enfadado que él. Especialmente porque Victoria no estaba con él. ¿Y si Axel lo había engañado, después de todo?
No. Todavía no quería perder la esperanza.
Iver y él se plantaron junto al coche y Brendan se giró hacia ellos, furioso, pero cuando vio quiénes eran dio un respingo, convirtiendo su expresión en una mucho más aterrada.
Y, después de dos meses sin verse, a Caleb solo se le ocurrió una cosa:
Darle un puñetazo.
Vale, quizá le dio con un poco más de fuerza de lo previsto, pero en el fondo sabía que tampoco se arrepentiría de ello.
Brendan retrocedió, sujetándose la mandíbula ahora enrojecida con una mueca de sorpresa. Estaba claro que era lo último que se esperaba. Pero cuando vio que Caleb volvía a acercarse, se colocó en posición defensiva.
—No me obligues a golpearte —le advirtió Brendan.
—¿Tú a mí? —Caleb estuvo a punto de soltar algo de lo que sabía que sí se arrepentiría, pero se contuvo a tiempo.
—¿Te crees que no sé defenderme?
—¿Y te crees que no me acuerdo de todas las veces que yo gané las peleas cuando éramos pequeños?
—Vete a la mierda, ya hemos crecido.
—Sí, y tú te has vuelto todavía más traidor, gilipollas.
—¿Traidor? —Brendan relajó la postura defensiva por un momento para mirarlo, incrédulo—. ¿Por qué?
—¡Me has estado ocultando que estaba viva durante todo este tiempo!
—¡Porque quería que te recordara antes de volver a llevarla contigo!
—¡Eres un traidor de mierda! ¿Te haces una maldita idea de lo que han sido estos dos meses? —Caleb tuvo que contenerse para no darle otro puñetazo. Le temblaban las manos—. ¡Solo tenías que decirme que estaba vivia! ¡Y no solo a mí! ¡A Kyran! ¡A los demás!
—¡No sabía si alguna vez os recordaría, estaba intentando protegeros!
¿Protegerles? Esa vez, Caleb sí que tuvo ganas de darle un puñetazo de verdad. Unos cuantos, incluso.
Pero, justo cuando se acercaba a Brendan, vio una melena roja interponiéndose entre ellos, pero no despegó los ojos de su hermano, que lo miraba con la misma y exacta expresión de enfado que él.
—Apártate, Margo —le advirtió Caleb sin mirarla.
—Peleando no vais a solucionar nada —les dijo ella, mirando a Caleb—. Brendan no importa, lo importante es que Victoria está viva, ¿no?
—¿Cómo que no importo? —Brendan le frunció el ceño, ofendido.
—Tú, cállate. Caleb, olvídate de él. Tenemos que... espera, ¿dónde está Victoria?
Caleb dudó mucho, pero finalmente retrocedió un paso y apartó la mirada, aguantándose las ganas de golpear otra vez la cara de idiota de su hermano. Y lo peor es que era la misma que la suya. Era como golpear un espejo.
—¿Dónde está? —repitió Margo, mirando a Iver.
—No tengo ni idea —él se encogió de hombros—. Brendan lo sabe, ¿no?
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Sempiterno
Romance"Sempiterno: una vez empezado, no tiene fin." Este libro es la segunda parte de Etéreo, que está disponible en mi perfil :)