El amor todo lo puede.

Capitulo 21

Su respiración era rápida y entrecortada, sus pulmones no tenían el lujo de obtener el aire que le era necesario para vivir y era su culpa. Corrió más de 5 kilómetros sin detenerse, era aún domingo solo que era pasadas de la media noche y ahora se encontraba en un lugar que ella no reconocía para nada.

Su agitación era tanta que aun con la música a todo volumen en sus audífonos podía escuchar su respiración descompensada, dio unos pasos más y justo después se derrumbó en la fría acera. Sus piernas le fallaron en el último momento, pero sus lágrimas no lo hicieron. Se dio la vuelta para salir de la acera y acostarse en el pasto.

Sollozó en silencio, se sentía como una total perra. Pero por primera vez en los últimos años lloraba por su madre, sentía un inmenso remordimiento, pero se negaba a sentir algo por ella, esa fue la razón principal por la que salió a correr sin importarle que su padre y Nell se preocuparan. La quisieron retener, pero ellos sabían que no lograrían hacerlo, así que solo decidieron que lo mejor era que se fuera a aclarar cualquier cosa por la que estaba así.

Naomi se quedó quieta, por un tiempo indefinido. Sentía que el mundo se le iba a derrumbar en cualquier instante. El ver y hablar con esa amiga de Nicolás trajo consigo los recuerdos más dolorosos de su vida. Los recuerdos más dolorosos que destrozaron a su familia. Que destrozaron a su padre, a Nell, a Alma, a su madre y a ella misma.

Bufo, no sentía nada por la manera en que Nicolás la trato y como defendió a Nina. Se sentía inmensamente destrozada y triste por cómo se había comportado, se decepciono así misma pero ya sabía que nunca-jamás aceptaría ese estilo de vida. JAMÁS.

Su celular vibro dentro del bolsillo de su pantalón, hace más de un mes que se lo compro para estar en comunicación. Lo tomo sin ganas y abrió el mensaje que aparecía en la pantalla.

«Nicolás no me responde, necesito preguntarle algo acerca de mi amor no correspondido. Ella tampoco me responde la llamada. :'C»

Miro el mensaje y en cuanto termino de leerlo presiono el botón para bloquear la pantalla. Si ellos dos, Nicolás y Nina estaban teniendo un romance o algo parecido a lo que le conto Nina, no le interesaba. Nicolás podía irse a la mierda. Pero... se sentía muy mal por haber tratado de esa forma a Nina, independientemente de todo lo que ella le dijo. ¿Qué culpa tenía Nina como para desquitarse con ella? Naomi sabía que tenía un problema para regular sus emociones, pero aun así se negaba rotundamente a aceptarlo en voz alta e ir a pedir ayuda a un profesional. Nadie podría ayudarla, nadie podría repararla. Si ella no había podido juntar todas sus piezas durante 6 años, nadie jamás lo haría.

Se incorporó con suma molestia por la humedad que sentía en su espalda, o más bien en toda la parte trasera de su cuerpo. Estaba tan ensimismada en su dolor que no notó que el pasto estaba completamente mojado. De repente dio un gritillo ahogado cuando los aspersores lanzaron el agua justo a donde estaba ella, como si tuvieran vida propia y quisieran decirle que despabilara. Llamó a su padre regañándose a sí misma, su padre contesto tan rápido, pero ella no se sorprendió.

— ¿Puedes venir por mí? — le preguntó.

— Si. ¿Dónde estás?

— Bueno, solo sé que salí corriendo durante mucho tiempo por la calle de la plaza.

— Oh, voy para allá.

Su mirada se posó nuevamente sobre los dos chicos que estaban discutiendo. La chica tenía el cabello hecho un completo desastre y su rostro estaba lleno de manchas de pintura. Por su parte el otro chico, tenía pequeños rasguños en todo su rostro, cuello y brazos.