Sus dedos entrelazados, la sonrisa idiota de Marcos, el rostro desconcertado de Naomi, el "frijolin" aun en el suelo y Nicolás de pie en medio de aquellos chicos.
Cualquiera que los viese diría que: "Esto es extraño".
Los pasillos de la universidad estaban desolados a excepción de ellos cuatro. Se suponía que debían de estar en clase, pero, se la saltaron.
Fijó sus ojos en Marcos, luego en Naomi y al final en sus manos entrelazadas. ¿Qué diablos pasaba?
—Encontré a una hermosa chica mientras caminaba por el pasillo— tarareó Marcos.
Ah, se trataba de eso. Entendió finalmente por qué aún estaba Naomi aquí. Marcos solo vio a otra chica y claro, no tardó en arrastrarla junto a él.
—Está muy linda ¿No crees? Pero no tan linda como Nina. –le dio una mirada furtiva al cuerpo de Naomi.
Se escuchó un quejido. Nicolás volvió su rostro hacia atrás. El frijolin se estaba sentando, tenía puesta una mano en su rostro para –de alguna forma— aliviar el dolor de los golpes.
Escuchó un ligero respingo de Naomi, mientras ella le preguntaba desde su lugar –al lado de Marcos— a frijolin si estaba bien.
—Hmmm... yo quería golpearlo primero. — dijo Marcos— Eres muy egoísta Niki.— hizo un puchero.
—Eres demasiado lento— tajó Nicolás.
—Bien, bien— arrastró las palabras— Pero no importa, gracias a eso conseguí una chica bastante linda.
Los ojos de Nicolás se estrecharon.
—No has conseguido a ninguna chica. — habló Naomi— Y suéltame. — sus palabras eran calmadas.
—Vamos, no te pongas difícil— le dijo él— Te divertirás mucho conmigo. — entre su voz infantil captó cierta indirecta.
—No lo haré. — intentó zafar el agarre de su mano. Pero fue inútil, el chico afianzó más el agarre y llevó la mano entrelazada de ambos cerca de su rostro.
—Vamos, podemos hacerlo rápido si tú quieres— le guiñó el ojo— En el armario de limpieza o en el baño de hombres, donde tú quieras. Sin compromisos, linda— depositó un beso en los nudillos de Naomi.
Y su cerebro explotó. ¿Él quería "eso" con ella? No, más importante. ¿El creía que iba a hacer "eso" con ella? "Un jugador. Juega con las chicas" pensó.
Era alto, pero no más que Nicolás; un poco más de un metro setenta y cinco tal vez. Sus ojos eran cafés chocolate, su cabello rizado en ondas cafés oscuras. Sintió que lo conocía o había escuchado hablar de él en alguna parte. ¿Pero de dónde?
Su cerebro hizo clic.
Marcos Luna. El playboy. Los rumores decían que se acostaba con quien se lo pidiera y con quien él quisiera. Un roba novias demasiado modesto y molesto. Se la pasaba diciendo que no sabía que veían las chicas en él y que probablemente sus novios eran mejor que él. Eso era cierto. Pero de igual forma terminaba teniendo sexo con ellas. Había otros rumores más serios como que era bisexual, aunque ella no creía eso.
—No juegues conmigo— aún estaba calmada— Nunca tendría sexo contigo— afirmó.
Giró su rostro a Nicolás.
—¿Es amigo tuyo? — le preguntó.
—No le llamaría amigo. — le contestó sin ganas el moreno.
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El amor todo lo puede.
RomanceEl amor de una mujer puede cambiar el mas negro y frio corazón de un hombre. Naomi Valk ha estado enamorada de Nicolás desde hace meses, fue incapaz de confesarle sus sentimientos durante todo ese tiempo. Pero todo cambia drásticamente cuando ella...