Capítulo 8

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Harry escuchaba como las tablas del piso de la Casa de los Gritos crujían con cada paso que daba y eso solo hacia que se pusiera más alerta.

Estuve en una guerra y aun no aprendo a no meterme en problemas.

Pensaba apretando la varita con la mano derecha listo para derivar a cualquier persona que intentara hacerle daño. Quien lo mandaba a meterse a un lugar con alguien desconocido. De repente sintió su propio olor no muy lejos cosa que le extraño un poco, hace años que no ponía un pie en ese lugar, por lo cual pensó que era donde estaba su ropa. Camino con rapidez pero aun así con cautela hasta el cuarto que se encontraba al final del pasillo, adentro había una cama en buen estado y algunas velas en los rincones dando una tenue iluminación, se dio cuenta que su olor provenía de la cama donde se encontraba toda la ropa que le habían robado de su casillero.

-Aquí es donde paso mis celos-escucho una voz detrás suyo. Se volteo algo exaltado topando con Pansy en la puerta, llevaba su falda y la blusa del uniforme con la corbata floja. Un leve rubor manchaba sus pálidas mejillas. -Tu olor me calma bastante.

-Podrías haberlas pedido y no haberlas robado-bufo algo molesto. -O mejor haber hablado conmigo como dos personas civilizadas-cayo sentado en la cama. - ¿Qué significa esto?

-Escuche algo de Draco-dijo entrando a la habitación. -Y...

-Pansy, lo hayas escuchado de Malfoy no importa-dijo. -Si crees que voy a hacer una tontería, deja tu conciencia tranquila no voy a hacer nada, como dijo Severus con el tiempo sanara-sacudió la cabeza. -Dejémonos de esto, tú dejaste muy claro tu punto y yo no voy a seguir insistiendo, así lo dos podremos seguir nuestras vidas como si nada hubiera pasado-Pansy abrió la boca, pero no salió palabras de esta. -Bueno-suspiro Harry al ver que la chica no reaccionaba. -Si el nido que hiciste te sirve para tu celo no voy a pedirte la ropa de vuelta, si necesitas mas me lo puedes pedir. Mañana hay clases, así que me voy-se levanto de la cama dirigiéndose a la puerta. Parkinson lo agarro del brazo al pasar al lado de ella.

-Mis padres eran alfas, se casaron por conveniencia y jamás conocieron a su predestinado-dijo deteniendo a Potter. -Nunca entendí ese tema a pesar de que veía a parejas predestinadas como los Malfoy, pero para mi eso no tenia sentido, sobre todo para una niña que le inculcaron que los alfas están sobre todo los demás y que ella seguiría el puro linaje alfa-se estremeció un poco. -No tienes idea de la decepción que sentí cuando me llevo mi primer celo durante la guerra, sentía que era una aberración, que no había cumplido mi deber en este mundo. Entre Segal y Blaise me ayudaron a que nadie se enterara, aun así poco días antes de la batalla un carroñero sintió mis feromonas y me ataco, sino hubiera sido porque Draco llego a tiempo no se que hubiera pasado-un sentimiento nada agradable se instalo en el pecho de Harry al imaginar a Pansy en esa situación. -Los omegas están debajo y están para los alfas, eso siempre fue lo que escuche y me lo creía. Cuando se dio a conocer que era omega todos me empezaron a mirar distinto y me daba miedo haciéndome poner mil barreras en mi entorno hasta que un día te vi en el callejón Diagon, la manera que me mirabas era totalmente distinta a los demás y eso me aterro, sentía que si me seguías mirando todo lo que había hecho no valdría de nada, aun así mi omega esta contenta con tu mirada-por primera vez en todo ese tiempo lo miro a los ojos. -Cuando supe que éramos predestinados me invadió un terror gigantesco que sentía que me aplastaba y solo deseaba tenerte lejos. Yo era Pansy Parkinson, princesa de Slytherin, debía ser una alfa y que el mundo besara por donde caminara, pero ahí estaba siendo una omega deseando la mirada del Salvador de mundo mágico.

Por unos minutos ninguno de los dos pronuncio palabra, Harry porque estaba aun procesando las palabras de la chica, y Pansy porque buscaba las palabras para decir lo siguiente.

-Cuando escuché que pensabas en el Almus Evanesco, sentí que mi mundo se estremecía por completo y lo único que tenia en mente era aferrarme a ti y que no hicieras tonterías-cerro los ojos con fuerza. -Jamás he sentido un dolor y una desesperación tan grande al imaginarse haciendo eso y aún más por mi cobardía-una lagrima corrió por la mejilla de Pansy, Harry se la limpio con la mayor delicadeza.

-En la entrada del Gran Comedor en mi primer año vi a la niña más hermosa que pudo haber imaginado-conto acariciando el cabello negro de la chica, -ella conversaba animadamente con su amiga sin darse cuenta de que un torpe chico la miraba como si ella fuera su mundo, Ron me dijo que era muy probable que ella fuera ir a Slytherin y por un segundo desee ir a esa casa para estar con ella. Con el tiempo la chica se volvió en alguien inalcanzable y guardé mis sentimientos en el baúl mas oculto de mi corazón hasta que la volví a ver en el callejón Diagon con una falda negra y una blusa roja que hacía resaltar su largo cabello azabache y que ese extraño brillo frio de sus ojos verde pasto fuera aún más notorio-Pansy abrió los ojos sorprendida.

-Entonces...

-Cuando me di cuenta de que eras mi predestinada fui el hombre más feliz del mundo-susurro tomando el rostro de la omega. -Pensé que por fin la suerte me estaba sonriendo, que el maldito de Tom se había llegado toda mi mala suerte y que por fin la vida me estaba dando el regalo que mi corazón tanto deseaba...

-Y yo lo arruine-susurro mordiéndose la mejilla interna.

-Si, lo hiciste-asintió sin alejarse de Pans. -Y me hiciste sufrir los mil infiernos.

-Lo siento, fui una débil y una cobarde.

-Sufrí, pero no te puedo culpar por algo que de cierta manera estaba fuera de tu control-dijo sonriéndole levemente, -yo sé mejor que nadie lo que es tener alguien en la cabeza metiéndote mierda constantemente, en mi caso fueron unos años, en el tuyo toda tu vida y fueron tus padre que te metieron esos pensamientos, ellos son los culpables.

-Que pena que estén muertos para poder desquitarme un poco-dijo en un intento de broma.

-Entonces, ¿Qué quieres que pase con nosotros? -pregunto Harry mirándola a los ojos.

-Que formemos algo-dijo aun temerosa. -Soy complicada y me vas a deber tenerme mucha paciencia, pero creo que al final valdrá la pena.

-Yo soy impulsivo y un imán para los problemas, así que creo que lo podremos resolver-ambos chicos compartieron una sonrisa. -Pans, ¿puedo...? -los labios de la pelinegra le impidieron seguir la pregunta.

-En cosas como ésta, esta bien ser impulsivo, Harry-susurro sobre los labios de Potter, quien se rio un poco.

-Lo tendré en mente-dijo tomándola de la cintura apegándola a su cuerpo.

El beso era calmado, aunque en su interior ninguno de los dos se encontraba calmado sino desesperado por recuperar el tiempo, pero aun así ni Harry ni Pansy deseaban acelerar el momento. Sabían que ahora tenían todo el tiempo del mundo para lo ellos desearan.

Mi serpiente -HANSY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora