Extra 1. Manzana y Lima

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Hermione Granger veía a Ron caminando de un lado hacia otro en la habitación, mientras vociferaba enardecido sobre lo mismo de siempre. Llevaban casi un año de relación y aun no pasaban un celo juntos. Para ella era tan cansado tener que discutir sobre esto una y otra vez, Ron no entendía que no se sentía preparada para dar ese paso con él, y principalmente era porque no confía en él en una situación así, tenía muy claro que no dudaría en marcarla sin importarle su opinión al respecto. Sin mencionar que las pocas veces que habían intimado, fueron muy incomodas para ella. Sinceramente ella deseaba compartir su celo con él. Era su novio y lo quería muchísimo, pero hasta que no se ganara su confianza en ese ámbito su decisión no iba a cambiar.

- ¿Terminaste? -preguntó ya harta de su monologo.

-Claro que no-dijo rojo de rabia. -Debes entender que eres mi novia, mi omega. Tienes tus deberes conmigo y solo conmigo.

-Creo que te golpeaste la cabeza-negó levantándose de la cama. -Yo no soy de nadie y no tengo ningún deber contigo, así que es mejor que bajes el tono en el que me hablas.

- ¡No, yo no bajo nada! -gritó. -Eres una omega, mi omega, métetelo en la cabeza.

-Bravo, hablas igual que un mortifago-aplaudió. -Claro que soy una omega y estoy orgullosa de serlo, sin embargo creo que olvidas que significa ser omega.

-Solo debes dejar que te marque.

-Eres un imbécil, Ronald Weasley-gruñó cansada de esto. Caminó hacia la puerta, si seguía iba a terminar golpeándolo y no quería empeorar aún más las cosas.

-Vuelve aquí, Hermione-gritó cuando cerró la puerta de un portazo.

Bajó rápidamente las escaleras tomando la mochila que normalmente colgaba en el pasamano.

-Hija, no es necesario que te vayas-dijo Molly sumamente apenada. Obviamente había escuchado la discusión.

-Lo lamento, Molly, pero si me quedo cerca de Ron es muy probable que lo terminé matando en este momento-dijo acomodándose la mochila, abriendo la puerta de la casa.

-Lo lamento más yo que tengas que aguantar las tonterías de mi hijo-dijo realmente avergonzada.

-No es culpa tuya, Molly-como pudo le regaló una sonrisa. -Usted lo crio muy bien, él solo se metió esas ideas en la cabeza. Nos vemos.

Se alejó unos metros de la Madriguera antes de Desaparecer. Odiaba esas discusiones con Ron, era tan enfermizo que tenían más discusiones que conversaciones civilizadas. La tenía cansada y harta. Percy una vez los escuchó discutiendo y le aconsejó que cediera un poco ante Ron porque este no la iba a dejar tranquila con el tema, y le avergonzaba admitir que por un momento pensó ceder antes las exigencias de Ron sin pensar en las consecuencias. Menos mal Fleur la hizo entrar en razón diciéndole que lo más importante era ella misma y su amor propio, y que si Ron no aceptaba eso significaba que no era la persona correcta. Una parte de la castaña estaba reacia ver la verdad de esas palabras, pero la mayor parte de su corazón y su mente le gritaban que al parecer estaba eligiendo mal. Aun así, ¿Qué podía hacer? Quería mucho Ron y no deseaba dañarlo, dejarlo significaba herirlo nuevamente, porque tenía claro que le había causado una gran herida cuando él se dio cuenta que no eran parejas predestinadas y tenía aún más claro que era esa herida que lo hacía comportarse de esa manera, además todo el mundo esperaba que estuvieran juntos y que en un futuro se casaran. Hermione tenía claro que no deseaba casarse aún, tenía demasiadas metas en mente, metas que Ron menospreciaba rotundamente. Como odiaba que menospreciara sus planes, pero aun así confiaba que al final iba terminar entendiendo como siempre lo hacia, o al menos eso esperaba.

Mi serpiente -HANSY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora