Capítulo 7

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-Potter-llamo Snape al terminar la cena. Harry se detuvo de golpe al escuchar la voz del director.

- ¿Necesita algo? -pregunto Harry enarcando una ceja. Snape rara vez se le acercaba en el colegio.

-Necesitamos hablar a solas-respondió mirando a los acompañante del chico.

-Nos vemos, Potter-dijo Draco tomando la mano de Hermione arrastrándola hacia la puerta. -Buenas Noches, padrino-se despidió.

-Mañana hablamos-alcanzó a decir Hermione.

Los demás hicieron una leve inclinación de cabeza en forma de despedida.

-Me entere que has estado pensado en el Almus Evanesco-Harry perdió todo el color del rostro al escuchar eso.

- ¿Quién te lo dijo? -pregunto tomando asiento en una de las bancas.

-Soy el director, sé todo lo que pasa en este castillo.

-No sabía que fueras un pervertido, tío Sev-al momento de decirlo recibió un golpe en la cabeza.

-Estoy hablando en serio, Harry-dijo sentándose al frente del muchacho. -Sabes que cuando muera, Lily me va a matar de nuevo si se entera que hiciste eso, ¿cierto?

-Mi mamá te va a matar de todos modos por ser tan mal tío-bufo.

-Dime lo que piensas.

-Estoy cansado-soltó en un suspiro. -Respeto la decisión de Pansy, pero eso no significa que no me duela. Me duele verla, me duele sentir su aroma, me duele ver que su vida sigue perfectamente mientras me estoy muriendo por no tenerla.

-No puedo decir que te entiendo porque no soy un alfa y jamás voy a tener un predestinado, pero entiendo la sensación de que no correspondan tus sentimientos-dijo Snape algo melancólico. -Lily fue mi mejor amiga, pero también fue mi primer amor y me partió el alma cuando se dio cuenta que su predestinado era el idiota de tu padre-bufo ante el recuerdo. -Y ese sentimiento solo empeoro al ver como su amor iba creciendo día con día, pero fue Remus quien me hizo dar cuenta que si amaba a Lily debía sentirme feliz por su felicidad, que su sonrisa aun cuando no fuera para mi debía sanar mi alma porque ella era lo mas importante en mi vida. Creo que fue el mejor consejo que me pudieron haber dado porque así no perdí mi amistad con ella.

- ¿La sigues amando?

-Creo que siempre una parte de mi corazón va a estar con ella, fue mi mejor amiga y mi primer amor su muerte se llevo algo de mi-suspiro mirando sus manos, sobre todo su mano izquierda donde tenía una alianza de matrimonio. -Violet aliviano mi dolor, sano mi alma haciéndola renacer. Mi presente y mi futuro es mi amor hacia ella.

-Ustedes son una pareja muy linda-comento Harry con una media sonrisa.

-Lo que quiero decir es que puede que estés sufriendo en este momento, pero la vida sigue y en algún momento vas a encontrar paz, vas a encontrar ese lugar cálido y seguro en los brazos de quien decidas entregar tu corazón.

-¿Otra persona que a Pansy?-pregunto algo dudoso.

-Puede ser-se encogió de hombros. -Tus mismos amigos son testimonios que a veces el destino lo escribes tú mismo.

-En mi caso lo dudo-suspiro. -Me ha gustado Pansy desde que la conocí, desde que la vi en la entrada del comedor quede prendado de ella y aunque mantuve mis sentimientos a raya todos estos años por todo lo que estaba sucediendo, nunca me he imaginado con nadie mas que no sea con ella.

- ¿Por qué eso estabas tan contento cuando te enteraste de que eran predestinado? -Harry asintió. -Bueno, nadie puede dominar el corazón, Harry, sin embargo no te dejes gobernar por tus sentimientos porque vas a salir mas herido que otra cosa. No soy tu padre como para decirte que hacer con tu vida solo puedo aconsejarte como antiguo amigo de tu madre, mas ahora que ni Remus ni Sirius están, pero estoy seguro de que ellos te dirían que no hagas idioteces bajo el raciocinio de un corazón roto porque el único que va a perder vas a ser tú.

-Entonces, ¿Qué hago con esto?

-Vive con él-dijo con simpleza. -No es fácil, pero tampoco es imposible. Eres un muchacho muy fuerte como tus padres, saliste triunfador en batallas que muchos hubieran muerto al segundo, sabes como lidiar con cosas que la mayoría de las personas no pueden y caen de rodillas ante ellas, pero tú nunca lo hiciste ni cuando estuviste al borde del precipicio, no dejes que esto se lleve esa fortaleza-dijo mirando al hijo de su amiga. En Harry veía tantas cosas tanto de Lily como de James que una parte de si se sentía orgulloso del gran hombre que se había convertido. Sabía que Lily también estaba orgullosa de su hijo.

-Me estas pidiendo imposibles-susurro apretando los dientes. -Odio sentirme tan imponente. Todo el mundo espera mil cosas de mí, solo soy una persona común que ha tenido mala suerte.

-Eso es muy pesimista de tu parte, Harry-negó Snape. -Te han pasado cosas horribles, pero también grandes cosas como conocer a tus amigos, sobre todo la señorita Granger que no solo es tu amiga sino también una hermana y que gracias a ella lograste hacerte amigo de mi ahijado y sus amigos, quienes son grandes chicos y sumamente leales con quienes consideran su familia. Has formado tu propia familia, Harry, y eso mas valioso de lo puedes ver.

Harry que quedo en silencio pensando las palabras de Snape. Miro al techo. Estaba tan cansado de pelear, tan cansado de perder siendo que para todo el mundo era un vencedor siendo que no lo era. Tenia 19 años y había perdido demasiado, muchos dirían que casi todo. Había perdido a sus padres, a su padrino, a Lupin junto con Tonks, había visto morir a quien considero su mentor, Albus Dumbledore a manos de la loca de Bellatrix cuando Draco no pudo, y la lista seguía porque cada vida que se perdió en la guerra contra Voldemort la sentía como propia. Había visto demasiado dolor en su corta vida, él y sus amigos llevaban cicatrices de guerra tanto externas como internas siendo tan jóvenes. Aun tenia pesadillas, al igual que todos. Cuantas veces había visto a Neville entrar en la sala de duelos en la noche y practicar hasta el amanecer, cuantas veces se había topado con Ginny mirando el fuego en la sala común con la mirada perdida en la madrugada, cuantas veces había visto a Hermione en la mañana con los ojos rojos después de llorar casi toda la noche, cuantas veces se había topado con Draco o con Theo paseando en los pasillos en una noche de insomnio, cuantas veces se había topado con Blaise en la cocinas bebiendo una taza de chocolate hablando con los elfos ya muy entrada en la noche, y ellos no eran los únicos. Harry lo único que deseaba era paz, vivir con el joven normal que era, poder estar riendo con sus amigos sin que el tema de la guerra salga, poder pasear tranquilamente sin que alguien le de las gracias sin sentirse merecerlas, poder salir con sus amigos de Slytherin sin que a estos los trataran mal o al él lo increparan por salir con ellos. Necesitaba dejar tantas cosas atrás.

-Puede que tengas razón-soltó Harry suspirando. -Mis amigos son muy importantes, es mas son mi familia. Hare lo posibles por ellos.

-Me gusta escuchar eso.

-Mejor me retiro, tengo algunas cosas que hacer antes del toque de queda-dijo levantándose.

- ¿Cómo qué? -pregunto algo intrigado y algo preocupado. No deseaba reconstruir una parte del castillo.

-No que sabias todo lo que pasaba en el castillo-dijo Harry con una sonrisa burlesca.

-A veces olvido que eres hijo de James Potter-gruño negando con la cabeza. -Ándate antes que decida que te ves mejor castigado.

-Buenas noches, tío Sev-dijo caminando rápidamente hacia la entrada del Gran Comedor.

-Ay, Lily, tu hijo aun tiene mucho camino por recorrer-dijo mirando por una de las grandes ventanas hacia la hermosa noche.

Mi serpiente -HANSY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora