Capítulo 6

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Finalmente, el sábado había llegado ¡y Todoroki y Midoriya estaban tan endemoniadamente nerviosos!

Bakugo y Kirishima habían hecho su mejor esfuerzo los últimos dos días como consejeros —uno mucho más paciente que el otro, como era de esperarse— y claro que también iba de por medio su orgullo de superarse entre sí.

—¿Listo, Todoroki-kun? —Midoriya se encontraba sentado en uno de los brazos del sillón de la sala común de los dormitorios, y frente a él estaba el medio albino comprobando que el contenedor con soba que había preparado estuviera bien sellado para guardarlo en su mochila.

—Claro, sólo que ¿te molestaría si pasamos por mi casa antes? Fuyumi me dijo que quería enviarle un presente a tu madre por recibirme en su hogar, ya sabes que ella se emociona por estas cosas.

Izuku sabía a lo que se refería, no tenía el gusto de conocer en persona a Fuyumi, pero ya había incluso hablado con ella por videollamadas, todo empezó porque un día que el peliverde se encontraba pasando el rato en la habitación de Todoroki entró una videollamada de su hermana y él pecoso le que podía retirarse, pero Shoto le pidió que se quedara para que conociera a su hermana, quien se emocionó bastante por ver que su hermano tenía un amigo tan cercano como para presentárselo.

—No me molesta para nada, me gustaría saludar en persona a tu hermana porque siempre es muy amable conmigo.

—Le agradas mucho porque eres el primer amigo que hice y porque siempre le hablo de ti.

No eran ni las once de la mañana y Todoroki ya comenzaba a lanzar sus letales ataques al pobre corazón del pecoso.

—Oh, espero que no se decepcione cuando me vea de frente —Midoriya se llevó la mano a la nuca y se rascó un poco, evidenciando que estaba nervioso por el encuentro.

—No digas eso, nadie podría decepcionarse de ti, eres demasiado lindo.

—¡¿Ehh?! —¿Izuku había escuchado bien? ¿acababa Todoroki de decirle que era lindo? no, él dijo demasiado lindo, ¿qué se supone que debía responder a eso? ¿podría responder siquiera?

Shoto se estaba cuestionando si estaba aplicando bien lo que Kirishima le había dicho acerca de decir cumplidos espontáneos, el medio albino podía ser denso, pero hasta él notaba que Midoriya se ponía muy nervioso cuando alguien le halagaba, aunque no podía negar que le divertía un poco ponerlo nervioso.

—Bueno, todo listo —Todoroki cerró su mochila y se la colgó al hombro para luego dirigirse al más bajito, que seguía rojo como un tomate —¿Vamos, Midoriya?

—¿Eh? ¡s-sí, vamos! —Izuku agradecía no haber tenido que responder a lo otro que le había dicho, necesitaba calmarse o no sobreviviría al fin de semana.

Juntos caminaron hasta la estación del metro y abordaron el que los llevaría hasta la casa del más alto, el trayecto fue tranquilo y no había tantas personas por ser un sábado en la mañana, así que llegaron a su destino sin contratiempos.

Una vez se encontraron frente a la residencia de los Todoroki, Izuku se sintió aún más nervioso.

¿Qué pasaba si se encontraban con el imponente Enji Todoroki? ¿y si no aprobaba su amistad? Realmente no quería ocasionarle problemas a su amigo con su padre.

El más alto notó cómo el pecoso se encontraba intranquilo, así que puso una mano en su hombro para intentar relajar el ambiente.

—Tranquilo, sólo recogeremos lo que preparó Fuyumi y nos iremos.

Izuku estaba a punto de responder cuando la puerta de la gran casa fue abierta.

—Shoto.

—Padre.

Conquistando a mi mejor amigo || TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora