¿Qué sucede cuando te das cuenta que te has enamorado de tu mejor amigo?
Porque eso es justamente lo que Midoriya Izuku y Todoroki Shoto están a punto de descubrir.
Ahora, sin saber que son correspondidos, Midoriya querrá conquistar a Todoroki, y To...
—¡POR FAVOR NO ME MATES! —Shindo estaba lloriqueando como un bebé, implorando piedad.
—Todoroki-kun, ¡espera! ¡no me hizo nada! —Midoriya se puso frente a Shoto para intentar calmar la situación.
Retrocedamos un poco...
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" «¿Quieres venir a dormir a mi habitación?» "
¿Eh? ¿Por qué Shindo le había enviado ese mensaje de la nada a Izuku?
Después de ser echado de la habitación de Kacchan, el peliverde sacó su celular para revisar la hora y de paso preguntarle a Todoroki si quería pasar la noche con él, después de todo, al día siguiente era domingo y tenía muchas ganas de que durmieran juntos de nuevo, más aún luego del increíble día que habían pasado juntos.
Tal vez incluso podrían volver a besarse.
Pero al encender la pantalla del teléfono, vio una notificación de mensaje de su amigo pelinegro preguntándole si quería ir a dormir con él.
Izuku no era tonto, era cierto que podía ser un poco —bastante— despistado, pero ya tenía sospechas acerca de que Shindo tuviese un interés en él, y ese mensaje sólo lo había confirmado.
Necesitaba ser claro con él. Como sus habitaciones estaban una junto a la otra, iría personalmente a decirle que no podía corresponderle porque a él le gustaba alguien más, seguramente Shindo lo entendería y continuarían siendo buenos amigos.
Al llegar a su piso, salió del elevador y se dirigió al cuarto del chico, sólo hizo falta tocar una vez para que el más alto abriera la puerta de inmediato.
—¡Midoriya! ¡Sí viniste! —El pelinegro tenía las mejillas muy rojas y sus ojos lucían somnolientos... ¿había bebido?
—Shindo-kun, ¿estás... ¿tú bebiste alcohol?
—¡Oh, eso... je! Sólo fue un poco, hoy salí con mis amigos de Ketsubutsu y me hicieron beber un montón. —Shindo soltó una risita torpe, definitivamente estaba borracho.
—Ya... será mejor que duermas y mañana hablemos. —Izuku giró sobre sus pies con la intención de irse.
—¡No te vayas! Creí que querías dormir conmigo hoy... —El más alto lo tomó de la mano y puso carita de tlacuache aplastado.
—Lo siento, no puedo hacer eso. —A Midoriya le causaba entre pena y gracia, pero no podía ceder, pues sería como darle falsas expectativas—. Sólo ve a dormir, Shindo-kun.
—Ya sé que no te gusto, pero sólo... quería intentarlo. —El más alto lo soltó y lo miró a los ojos—. ¿No me puedes dar la oportunidad de ganarme tu cariño?
Demonios, Izuku odiaba ese tipo de situaciones; en sus dos años en la UA le había tocado rechazar a varios compañeros y compañeras, y siempre se sentía triste por ello.
