Capítulo 11

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En esa ocasión el primero en despertar fue Izuku, afortunadamente su reloj biológico lo levantó lo suficientemente temprano como para poder escabullirse en silencio de la habitación del más alto sin que ningún otro de sus compañeros lo notara, debía ser sigiloso, pues su corazón no soportaría la vergüenza de ser descubierto.

Con cuidado de no despertar a Todoroki, el portador del one for all se incorporó hasta quedar sentado y procedió a hacer un lado las cobijas para levantarse, todo iba muy bien, al menos hasta que un pesado brazo se aferró con fuerza a su cintura volviendo a tirarlo en el tatami y provocando que chocara de espaldas contra el cuerpo del otro.

—¿A dónde crees que vas? —El medio albino aún tenía los ojos cerrados y su voz era ronca y soñolienta, pereciera como si estuviera hablando entre sueños.

—Todoroki-kun, tengo que irme o los demás se harán una idea equivocada —El peliverde trataba inútilmente de soltar el agarre, pero sólo obtuvo un gruñido como respuesta.

—Cinco minutos más, Zuku —el brazo se enrolló aún más en la cintura de Midoriya, sacándole un jadeo de sorpresa—. Mi Zuku...

Con eso último Izuku pudo confirmar que su amigo seguía dormido, pues no habría forma en la tierra de que lo llamase así estando despierto.

—Ahh, un día de estos en serio vas a matarme, Todoroki-kun. —Midoriya se llevó ambas palmas al rostro y dejó salir un gran suspiro, ¿y ahora cómo salía de ahí?

El plan inicial de Izuku era salir en silencio y no perturbar el sueño de Todoroki, pero la vida siempre se le adelantaba a los planes y ahora necesitaba despertarlo sí o sí, pero ¿cómo?

Piensa, Izuku Midoriya, piensa en algo... ah ¡ya está!

—¡Kacchan!

—¡Largo de aquí, Bakugo! —Shoto se levantó de golpe, sin soltar la delgada cintura de Midoriya, y abrió lo ojos en su totalidad.

Vaya, así que esa era una manera de despertarlo

—Buenos días para ti también, Todoroki-kun —Izuku estaba intentando reprimir inútilmente una carcajada, vaya, en serio esos dos no se llevaban muy bien, pero seguía sin entender por qué, probablemente solo era la rivalidad de sus egos...

—Ugh, qué manera tan horrible de despertar a alguien —con su mano libre el más alto se talló uno de sus ojos, y después de eso cayó en cuenta de que su otro brazo estaba enredado a algo, algo muy bonito que lo hizo sonreír y no dudó en apretar un poco más —Bueno, esto no fue horrible, buenos días, Midoriya.

—¡B-buenos días! Yo eh... ¡adiós! —el peliverde se soltó de su amigo y con una velocidad impresionante salió corriendo por la puerta,

—Qué tierno... —Shoto dejó salir una risa suave, le encantaba cómo Midoriya se coloreaba y se ponía tan nervioso en situaciones así, y la verdad es que tenía mucho que agradecerle a Kirishima por ello, pues de no ser por el pelirrojo, no tendría ni idea de cómo hacer alguno de esos movimientos, de hecho ni siquiera sabría que existían.

El chico se dejó caer en el tatami y feliz se dispuso a dormir un poco más, aún era muy temprano y su día había comenzado demasiado bien.

Y al parecer sólo el inicio del día iba a ser bueno, pues una vez que estuvo en el salón de clases, la vida dejó de sonreírle. Durante toda la mañana no había podido cruzar palabra con Midoriya y sólo había podido contemplarlo de lejos, pero lo que realmente le estaba molestando era verlo todo sonrojado por lo que fuera que Bakugo le estuviera diciendo.

Desde el primer periodo de clases escuchó risotadas por parte del rubio mientras que su amigo pecoso se cubría el rostro intentando ocultar sus sonrojos, no podía esperar al almuerzo para robárselo de allí y que Bakugo se perdiera con Kirishima o con quien se le diera la gana.

Conquistando a mi mejor amigo || TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora