Y los niños, Primera parte

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España comenzó a reírse a lo grande, profundamente divertido por las caras de los países que estaban en el recuerdo.

   -¿Pues no que había sido muy fácil tío?-

Francia cruzo los brazos en un pequeño puchero, si, tal vez le había mentido a España sobre cómo había sucedido su relación con México cuando esté era su tutorado, pero no había nada mejor que ver la cara del español hirviendo en rabia al verlos, sabía lo orgulloso que había estado de ser él quien descubriera y colonizara primero el nuevo mundo, y los había mirado a los demás con superioridad... La venganza es un plato que se sirve frío después de todo.

De repente, estaban a mitad de un pueblo, rodeados de fuego y sangre, había cuerpos tirados en el piso, pero eran pocos comparados a la notoria capacidad de aquel lugar, México, o Nueva España, corría por ahí, buscando a alguien.

Choco contra una mujer de varios y vivos colores, otra como ellos, ella estaba cubierta de sangre, que probablementeh no era suya, y tenía una mirada fiera en sus ojos.

La mujer colorida arrinconó al virreinato contra la pared de una choza, apuntandole directamente al cuello con un Chictana.

Perú hizo a un lado a los que estaban frente a él para poder mirar con mayor detalle la escena, aunque era prácticamente un bebé cuando su mamá Inca murió, aún podía recordarla con claridad.

   -No se que es lo que quieres, esclavo de los hombres pálidos, pero es mejor que le reses a tu Dios-

El idioma sonaba pastoso para sus oídos, pero aún así era comprensible.

   -Soy yo, soy Metztli-

Aún cuando su corazón latía tan rápido como el de un caballo en plena carrera, su voz no tembló. Porque aún si no había tenido un nombré propio hasta la llegada de España, su madre Mexica siempre la había llamado así, era mejor que decirle "sin nombre" un lindo apodo para una linda niña.

Inca la miro, juzgando la veracidad de sus palabras, al reconocer sus facciones bajo su Chictana y sonrió.

   -Pequeña, ¿Qué hacés aquí? ¿Dónde están tus padres?-

   -No tenemos tiempo para esto, ellos vendrán en cualquier momento, toma a toda tu gente y corran al bosque, ahí no podrán encontrarlos-

Puso sus manos sobre los delicados pero fuertes hombros ajenos, empujándola un poco para apurarla.

   -Ellos estaban equivocados, no son dioses, son monstruos-

Pasos rápidos llegaron a ellos, soldados españoles corriendo en su dirección. El terror paralizante llegó a sus venas, como ciervo frente a las luces de una camioneta.

Inca soltó su arma y tomo las manos de la joven para llevarlas a su cuello y mantenerlas ahí, a ojos ajenos, parecería que estaban a mitad de un silencioso forcejeó.

Los soldados españoles llegaron a ellas con Imperio Español al frente, probablemente buscando a su hijo americano.

   -Muy bien hecho Nueva España, la has atrapado-

El cuello de Imperio Inca fue arrebatado de sus manos, aún muy aturdida para poder reaccionar a la situación.

Salió de su estado ensimismado cuando el español del recuerdo le dió un pequeño golpe orgulloso en la espalda.

   -No se como lo has hecho, está indígena nos dió muchos problemas para atraparla... Cómo lo habrás notado-

Miro a los cuerpos de españoles que estaban en el suelo, y al hacha ensangrentada que la mujer portaba en sus manos hasta hace unos momentos.

A Través De Las MemoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora