Capitulo 13

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Capitulo 13

"Debí quedarme contigo"

*Andree

Valeria y Brenda me tomaron de los brazos y los colocaron alrededor de su cuello para crear un apoyo.

-¿Qué te paso?- Pregunto Valeria.

-Tarantulas, necesitamos el antidoto pero puedo esperar un poco, Minerva necesita más atención.

El doctor Chris se acerco y tomo mis signos vitales, mire a lo lejos y pude observar a Minerva atendida por otra doctora, cuyo nombre no conocia, estaban inyectandole en antidoto.

-¿y sergio?- pregunte preocupada.

-¿El otro chico?- respondió Brenda con tranquilidad, giro la cabeza en todos las direcciones que le permitío su cuello.

-Allá al fondo- afirmó Valeria.

Brenda trataba de tranquilizarme, mi pulso estaba otra vez agitado. Pero esta vez sabía que no eran mis sentimientos los que le hacian moverse así.

Un dolor agudo rompió en mi pecho, derrumbandome en el suelo sin aliento. Miré al techo, de verdad era una persona que no podía estar sin herirse.

Toque mi pecho con fuerza, Chris corrio e inyecto una sustancia rojiza en el lugar de mi corazón.

El dolor iba calmandose poco a poco, cerre mis ojos un momento, sentía como si el mundo se hubiera silenciado.

Un chasquido me regreso de nuevo a la conciencia.

-Andree, aquí regresa. Esoooo- le mire al rostro, era un hombre de tez morena con ojos negros y un cabello rizado, negro igualmente. Nunca me había percatado de eso.

El comenzó a examinar mi cuerpo, hasta que finalmente levanto mi playera.

-AANDREE- exclamo Brenda sorprendida.

-Lo siento Brenda- susurre.

-Wao Andree, dos mordeduras- exclamo sorprendido Christian miraba detenidamente las marcas en mi abdomen- no puede ser, duplicaré la dosis en dos minutos, para que no vuelva a surgir un inconveniente así- señalo el corazón.

-¿Qué te pasa Andree, estuviste cerca de que se te rompiera el corazón?- inhalo profundamente.

-Lo siento- sonreí de lado.

-Fue valiente pero muy peligroso, tienes suerte de tenerme- comentó el doctor- como sea, duerme y descansa aquí al menos cuatro días, te llevaremos a una habitación bastante controlada- volvió a inyectar en mi otra dosis de la sustancia roja, esta vez en el brazo. Me queje.

-Oh vaya te acabo de inyectar una en el pecho, no seas llorona- rió ligeramente.

-Si digamos que soy bastante protectora con mi familia- comente debilmente, estaba exhausta, mire a Brenda que aún seguía a mi lado, tomando mi mano.

-Vaya forma de regresar.- comentó seria.

-Iba a volver- respondí casi en un susurro.

-Vamos Andree, estás completamente loca, si quisieras volver ya estarías aqui- hablo Valeria, Brenda la fulmino con la mirada.

Mire la cobija que estaba Christian colocando, observe como la mirada de Brenda perdía brillo.

-Tienes razón Valeria.- me miro directo a los ojos, su tono de voz estaba vez era más grave y podía notar la furia que empezaba a enmanar de ella.

Sus ojos se comenzaron a poner de un verde azabache, estaban cambiando de color. Seguí observandola desconcertada. Agito la cabeza levemente y sin más se retiro de ahí.

Las demás chicas veían de lejos se acercaron lentamente a mi cama de urgencia, cerrando la cortina. El doctor Christian se retiro en el silencio incomo<zzdo.

-De verdad... no ibas a volver...- susurro con una mirada triste Zafiro.

-CLARO QUE IBA A VOLVER- alce la voz.

-¡¿y por que no lo dijiste?!- exclamo Ruth furiosa. Baje la mirada hacia mi abdomen, que ahora se encontraba inusualmente semi marcado.

-Por que en cuanto me fui me di cuenta que ella nunca me perdonaría, simplemente por dejarla sola- respondí sin cuidado.

Zafiro se sento en la cama, tomo mi mano.

-Andree, ella te ama, y jamás te dejaría por nada, te dejo ir por que decidiste tomar unos días, ella se quedo aquí sola, pensando que había algo mal con ella y Jolly dios esta cansada de pedirle que se calme.

-Me fui, no por ella, jmás sería por huir, me fui por una razón y ella sabe cual, eso solo que debo recordarsela, dios debi quedarme con ella. Debí afrontar mis dolores junto a ella.

-Andree, no tienes que decirnoslo a nosotras- susurro Isabelle.

-Bueno si, eso es cierto pero por dios vela, esta tan pálida que ni puede verse- interrumpió Ruth, todas reímos al unisono.

-Bueno, pues, entonces iremos por ella, tu recuperate- contesto Zafiro.

Zafiro se paro lentamente, comenzando su retirada del lugar, me encontraba cansada y ellas sabian que necesitaba recostarme, aun faltaba tener una larga plática con ella.

Cerre mis ojos lentamente, permitiendo que el sueño se apodera de mi lentamente. 

El Mundo de TeithatorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora