Capítulo 20

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Capitulo 20

"Dolera"

*Andree

-¿Qué le paso?- pregunto con intensidad.

-Una granada de humo, trato de sacarla- tomo mi mano- te va a doler Andree- la mire de arriba afajo, estaba feliz a pesar del dolor. Mi madre había vertido el antiseptico en mi mano, grite nuevamente.

-Dios amor- Brenda acaricio mi pelo lentamente. Unos pasos más se acercaron hacia la parte trasera del jeep, donde me encontraba. Aún caían copos de nieve sobre nosotras.

-Ponle la venda Brenda, se me estan congelando las manos- dijo mi mamá, Brenda solo asintió y cambiaron de lugar.

-Tenemos chamarras extras en la jeep, iré por ellas- una voz más hablo.

-¿Quién es? – le susurre a Brenda.

-Ruth, vino conmigo, ¿y esa quien es?- arqueo la ceja, yo solte una sonrisa.

-No sé amor- seguía mirando sus ojos, el dolor nuevamente estaba disminuyendo, la Jeep se sacudio un poco, mi madre se habia bajado, Ruth se subió y me cubrió con una manta de emergencia.

-Estamos a unas horas de Aaron- respondió la chica, seria.

-Si, será mejor irnos- dijo mi madre, su voz titubeaba un poco- Nos estaban persiguiendo o eso creemos- termino, su voz ahora era nerviosa, aunque no la veía prodía jurar que miraba hacia alrededor.

Hubo un silencio por unos segundos, lo cual era extraño.

-No podemos, tenemos que quitarle el rastreador- respondió la chica con rudeza, subiendose a la jeep.

¿Rastreador?... pensé.

-¿Cuál?- pregunto Ruth.

-Necesitamos un animal, ¡el que sea!- ordeno la chica, Ruth la única disponible corrió hacia los arboles más cercanos, habíamos parado en lugar semi despejado o ¿un camino?.

-Muy bien Andree esto te va doler- la mire con una mirada acusadora -Lo siento, ayudame a alzarla- ordeno, Brenda obedecio y con ella me sentaron poco a poco.

-Muy bien, ahora ahora, necesito ...- pensó mirando la maleta-¿El bisturi?-pregunto, al momento miro a mi madre quién ahora estaba recargada en el auto, observando la situación.

-Lo deseche, pero hay dos más en la maleta- Madre respondió rápido, tomo la maleta de mala gana, busco en ella y tomo un bisturí más – se escuchará feo Andree pero ponte en cuatro- todas la miraron.

-¿Estas loca?- la desafio Brenda.

-El rastreador esta atrás en la espalda, necesito verla y no hay lugar para acostarla o ¿si?- arqueo la ceja, Brenda refunfuño y me ayudo a ponerme en esa mala posición.

-Agarrala fuerte- Ordeno nuevamente, Mi madre y Brenda obedecieron, después de unos segundo Ruth había regresado con un Otterolf. Que era como una nutría con piel nevada, y un tozo de hielo en la cola -muy bien, esto debe ser rápido y si Andree te va a doler.

-Ya hazlo- cerre los ojos con todas mis fuerzas, Brenda tomaba mi mano.

La chica alzo mi playera, dejando mi espalda al descubierto, pude sentir una punzada que aumentaba conforme entraba, recorrió mi espina, y el dolor era tan fuerte que comenzaba a sentirme mareada, aún tenía los ojos cerrados, duro unos aproximadamente 15 segundos, creo que estaba rasgando mi espalda, mi mano comenzaba a dormise y Brenda a pesar de la fuerza no sé quejaba.

-Ok ok, lo veo, esta aquí- la chica estaba bastante centrada en su situación, que no notaba que comenzaba a caerme.

-Andree, trata de mantener la espalda recta- Brenda trataba de tranquilizarme. Pero mi cuerpo no podía seguir, estaba dejandome caer – ¡APRESURATE, NO AGUANTA!- apresuró a la chica.

Entonces sucedió, nuevamente ese dolor agudo en todo la espina dorsal, mis manos estaban venciendose, mis ojos se comenzaban a cerrar pero no tenía que dejarme vencer, no podía, me incorporé lo más que pude.

-¿No había morfina?- susurre entre quejidos. Escuche reír a Ruth.

-Aguanta uno más, un piquete más, ya esta saliendo, ¿ven algún pegamento en la maleta?- pregunto.

La camioneta se sacudió ligeramente.

-Si si si aquí- Ruth había respondido esta vez, no sé cuanto más pueda seguir viendo el piso de la cajuela.

-Vale una,... dos...- sentí un dolor más intenso, mis brazos se habían vencido, cuatro manos me agarraron del estomago y pecho, para evitar la caída repentina.

-Listo... damelo- una mano se quito por un segundo- me dejaron caer poco a poco.

-Hilo- ordeno nuevamente.

Esas punzadas pequeñas fueron fáciles de soportar.

-¿Por que no me acostaste primero?- estaba acostada con las piernas dobladas hacia arriba.

-Por que no sé me ocurrió, fue en tiempo record, como sea vendenla ¿si?- siguió ordenando, creo que es una gran líder.

-Ya paso- Brenda volvia a acariciarme- investigue el proyecto al que te sometiste, te tomará unas horas reponerte, mira tu mano, ya cerro.

-Dolió- reí.

-Listo la nutria ya se fue, VAMONOS- ¿Nutria? ese chica vaya que era muy inteligente. Brenda se quedo conmigo, mi madre se había metido en el asiento de delante junto a la chica, supongo que para vigilarla, el carro dio un arrenco un poco fuerte. Este comenzó a avanzar cada más veloz.

-Oye,¿ leíste el proyecto?- comenzaba a recobrarme, con la fuerza que tenía me alce e intente sentarme, Brenda me ayudo, a pesar del movimiento de la Jeep pude hacerlo. Brenda tomo unas cobijas que Ruth había traido y las coloco como un respaldo.

-Si- se sentó enfrente de mi, su mano se aferraba al borde de la jeep.

-Que vergüenza- dije sonriendo.

-Si, mi parte favorita fue cuando dijiste que te matarán- río.

-JA JA, ¿tu lo habrias hecho? – la mire a los ojos, trataba de sujetarme lo mejor que pude.

-Claro que si, y tu siempre lo haces primero que yo- se acerco para sentarme a mi lado y abrazarme.

-Supongo que lo hiciste por cosas así ¿verdad?- me beso la frente.

-Oh si fue una de las razones- ya no sentía dolor pero si una molestia. Que acompañaba las sacudidas de la camioneta.

- Oye Andree hay algo que quiero decirte- la mire -Nunca me dices que me amas, pero se que lo haces, pero bueno, digo, yo lo diré, te amo...- tomo mi mano, su mirada ahora estab fija en nuestras botas.

Tome su barbilla y la obligue a mirarme, le di un beso en la mejilla.

-Yo también te amo- susurre, nuevamente me acerque y deposite un beso en sus labios.

-Y otra cosa,.. – tomo mis manos- Valeria murió- susurro, pude notar la tristeza en sus palabras.

¿Qué?, había entrado en un estado de shock, como para reaccionar ante la noticia.

-¡¿Qué?!- grito la chica. Todas nos miramos.

-¿La conocías?- preguntaron al mismo tiempo mi madre y Brenda.

-SI, digo,.. eramos mejores amigas en primaria..- bajo el tono de su voz.

-Eres Lucia- susurro Brenda. 

El Mundo de TeithatorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora