Capitulo 18

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Capitulo 18

"El funeral... "

*Brenda

Han pasado unas horas desde aquel momento en que Valeria nos dejó, no he parado de ver su cuerpo, nos quitaron despúes de rendirle tributo, ni siquiera sabía que la gente de aquí conociera el significado de elevar el puño.

Me encuentro en el cuarto de Isabelle, con Ruth, ella era la que estaba particularmente más afectada por la perdida de Valeria, estaba tan mal que no podíamos dejarla sola, por fin había parado de llorar, no podía imaginar que se sentía eso, o que tan cruel debío ser, si me pasará lo mismo, seguro tendría que ser Andree, y no podría soportarlo ni un poco.

-Voy a darme un baño... ¿Si? ¿esta bien Brenda?- susurro Ruth, quien ahora se encontraba en una silla lejos de la cama, sentada con las piernas abiertas y los codos en las rodillas, aparte llevaba una venda en la cabeza, acausa de aquella explosión, estaba igual de exhausta que yo, trataba de no despetar a Isabelle que ahora dormía plácidamente, ella tenía un traje militar igual que el de nosotros, la única que traía algo diferente era Andree, obviamente negro, a las demás no nos molestaba.

-Si, es solo que no puedo quedarme aquí más- Respondí susurrando de la misma manera.

-Entonces, ve a la cafetería- miro sus manos que ahora se encontraban entrelazadas.

-Sabes perfectamente que no me refería a eso- me coloque en la misma posición que ella, con piernas abiertas, los codos en las rodillas y las manos entrelazadas.

Sonrió sutilmente.

Ella soltó un suspiró profundo -Lo sé, pero no puedes ir, el funeral será en unas horas, y no podemos permitirnos faltar.- miro el reloj de isabelle que se encontraba en la comoda, era de un rojo intenso.

-Valeria hubiera querido que la buscaramos- hable fuerte, no pude susurrar más. Quería buscarla con o sin ella. Ruth me miro un poco extrañada.

-¿Crees que yo no quiero buscarla Brenda?- se levanto rápidamente quedando frente a frente – es mi mejor amiga- señalo su pecho.

-NO NO QUIERES- mis ojos se llenaron de lágrimas.

-CLARO QUE QUIERO, ¿ACASO NO SIENTES EL DOLOR DE TODAS? ¿PERDER A VALERIA?¿A ANDREE? -Tomo mis hombros y los agitó en señal de desesperación - ¿CREES QUE NO SENTIMOS LAS GANAS DE BUSCARLA?- Me solto, Comenzó a caminar lentamente de nuevo a su silla - No sabes lo que quieres Brenda- giro en su eje y paro en seco.

-¿y tu? ¿sabes lo que quieres?- pregunté seria, mis lagrimas no paraban- ella me dijo, lo que paso ese día, lo que paso cuando fue golpeada por su padre, que estuviste ahí y que la abrazaste hasta que se durmiera, hasta que dejo de llorar, ¿Por qué no estarías ahora?- las palabras salían solas, no me miro, seguía de espaldas.

-Sergio sabe de sistemas, y maneras de comunicarse sin necesidad de un telefono, debío haberle enseñado algo Andree- ambas miramos a la voz que había interrumpido nuestro momento, era Isabelle que se encontraba despierta.

-Tienes razón, hablaré con el, pero tu Ruth, no le des la espalda, protegela como ese día- dije para finalizar la conversación, salí de la habitación lo más rápido que pude, pero quise escuchar unos segundos mñas. No vi su cara en ningun momento, pero pude jurar que estaba por llorar.

-Tiene razón Ruth, la protegiste cuando sus padres se enteraron de su orientación, por que no la vas a buscar con Brenda, se que la encontrarían si fueran ambas. ..- dijo Isabelle.

-Lo haré, pero debo hacer algo primero- respondió.

Salí corriendo del pasillo lo más rápido que pude, en la mitad de este Ruth me alcanzó, agarrando mi brazo, obligandome a girar todo mi cuerpo.

-Eres el amor de su vida,.. Andree, me lo dijo, pero demuestra que es el tuyo, te acompañaré, siempre y cuando, nunca más la vuelvas a dejar sola- me ofreció un reloj negro, sabía que era de Andree, podría percatarme de aquellos toques dorados de las manecillas, a ella le fascinaban.

-Ve por Sergio, yo iré a buscar equipo, por lo que más quieras Brenda, no vayas sin mi- tome el reloj en señal de promesa. Ella sonrio y se aparto. Retome mi camino en busca de aquel chico, con esperanza de que le haya enseñado algo.

Corrí directo hacia donde el estaría, en el hospital, era obvio que aún no se ha podido curar de aquellas mordeduras, Andree pudo por aquello que le dieron, pero el seguía siendo un humano.

Subí las escalerás hacia aquella sala de urgencias donde estaban las habitaciones de los hospitalizados. Busque los registros de el. Fue demasiado sencillo, no necesitaba pedir nada.

Entre a su habitación el estaba despierto, vestía una bata azul.

-Oh vaya la novia exitosa- dijo sin muchos animos.

-Dime, ¿Cómo puedo encontrarla?- me acerque a su cama, lo más tranquila posible.

-Claro que te ayudaré, es mi amiga, pero ... prometé algo-dijo, suspiré pesadamente, a nueva promesa.

-Que matarás al chico que mato a Valeria- lo miré extrañado.

-¿Qué?- pregunté con ironia en mi voz.

-Valeria era.. -suspiró- mi exnovia.

Arquee una ceja.

-¿Qué tan pequeño es este mundo?- respondí con más ironia aun.

-Solo hazlo- insistió.

-Esta bien, pero dime tengo poco tiempo- me senté en una silla cercana.

-Las tarantulas, ve al laboratorio, una de ellas en particular, Atenea, es de las más nuevas y más actualizadas, la cosa es que se encariño con Andree, es como su madre, ella puede rastrearla, pero debes tener cuidado, no es muy amigable- saco un frasco debajo de sus colchas – lleva este antidoto por si acaso, recuerda lo que te diré- asentí- diez ml por cada diez kilos de peso de la persona- tomé el frasco- oh y no olvides estas llaves- me otorgo unas llaves y con ellas, una foto, la mire de reojo, era obvio quienes eran -salva a mi amiga.

Tome las llaves y nuevamente comencé a correr, esta vez, más segura, iba por ella y nada ni nadie, me pararía. 

El Mundo de TeithatorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora