🔸You Are The Best Of Me🔸 [Yeonkai]

🔸38

Ya comenzaba a amanecer y tres casados lobos corrían entre los arboles del interminable bosque, sin detenerse en ningún momento.

-¡A la derecha!

-¡¡Continuemos!! ¡¡Vamos, vamos!!

-¡A la izquierda!... ¡Ahora!

Los tres omegas se comunicaban por medio del lazo que la misma Luna les había regalado por ser hijos espirituales de la líder SunMoon. Necesitaban encontrar a quien buscaban y no pararían hasta lograr su cometido. Para Hueningkai una promesa, era una promesa.

-¡Lo tengo! ¡Lo estoy sintiendo! ¡Es a 3 kilómetros de aquí!... ¡A la derecha! ¡Derecha! -Grito Jeongin en la mente de sus hermanos y los tres comenzaron a bajar la velocidad para recuperar un poco el aliento.

No habían parado ni un minuto en toda la noche, necesitaban encontrar a la omega de tan solo 15 años, la hija de Serim. Y como había prometido el menor de los tres, no pararían hasta encontrarla. Aún quedaban betas sueltos del grupo de Soka y era probable que aun tuvieran cautivos al grupo de omegas de la manada del pueblo del sur.

-¡Ya estamos llegando! -Indicó Hueningkai y en menos de un minuto llegaron al lugar donde se encontraban los supuestos betas con los omegas capturados.

Los tres ingresaron al lugar completamente preparados para la batalla, pero en el campamento improvisado que tenían, no había nadie. El lugar estaba absolutamente vacío.

-Mmm. Las pisadas no son frescas, se fueron hace horas...Y por la forma de las pisadas en la tierra, llevaban prisa por escaparse. -murmuró Jeongin de cuclillas, examinando el suelo, concentrado.

-Esos mal nacidos... Hay que conseguir algo para abrir esa mierda. -Taehyung, y atransformado en humano, señalo con enfado el container que estaba a un costado, totalmente cerrado.

-Esos hijos de puta, los dejaron ahí sin posibilidades de huir. -murmuró el menor con enfado.

-Kai, hermano... Los estaban dejando morir.

🔸🔸🔸

-¿Dónde se metieron nuestros omegas? ¡Yeonjun! ¿¡Dónde!?

Se preguntaba el alfa mayor, mientras que su hermano se encontraba en el suelo con ropa de Hueningkai en sus manos.

Habían ido a las cabañas con la esperanza de que hubieran regresado enfadados. Pero en el lugar solo estaban Beomgyu, el bebe, Yeji y Taehyun, confirmándoles que no volvieron desde que se habían ido con los soldados al pueblo.

-Chicos, no se preocupen. Jeongin está con ellos. Por la conexión que tenemos, sé que están bien. He hablado con él, están en un asunto muy importante. -dijo Chan con voz suave y calmada, entrando a la casa donde se encontraban los demás.

-¿Cuál? -Pregunto Yeonjun desesperado.

-No me dijo y no pregunte. -dijo el mayor encogiéndose de hombros- Confió en mi pareja, no es necesario que me diga que es lo que hace. Si es algo importante, de seguro lo es. Debemos esperar.

-¿Y si van al pueblo del sur? -murmuró el menor de los presentes.

-¿Que sabes, Kang? -Le pregunto con seriedad Hoseok.

-Ellos fueron al pueblo del sur antes. -dijo el menor -Le hicieron una promesa a un tal Serim, para que les entregaran algunas armas. No sé qué es lo que ellos pidieron, pero tal vez ayuda de algo.

Los tres alfas tomaron prestada la camioneta de Soobin para dirigirse rápidamente al pueblo del sur, necesitaban saber que ocurría y si tenían una pista del paradero de sus parejas, no durarían en seguirla.

Chan era el único que se encontraba tranquilo, confiaba ciegamente en su pareja, y sabía que era uno de los lobos omegas más fuertes que podría existir en el mundo junto con sus dos hermanos, mientras que Yeonjun y Hoseok si tenían miedo de que sus parejas estuvieran en peligro.

-Bien, creo que es aquí. -El dueño de la camioneta la detuvo y bajaron inmediatamente.

-¿¡Qué quieren!? -Gritaron unos cuantos alfas, acercándose mientras los apuntaban con varias armas.

-Hola somos los hermanos Choi del pueblo central. -dijo Hoseok levantando las manos en señal de paz.

-Y yo soy Chan, soldado de la ciudad espiritual.

Serim junto con sus compañeros bajaron las armas apenas vieron bajar al soldado, el aroma a alfa junto con el uniforme les dejo en claro que no eran enemigos. A parte de conocer al líder Choi de la manada del pueblo central, sus hijos eran bien parecidos, no tenían dudas, sabían que podían confiar en ellos.

-¿Qué los trae por aquí?- Preguntó Serim amablemente.

-Estamos buscando a nuestros omegas. Los betas atacaron nuestro pueblo, pero gracias a la ayuda de la ciudad espiritual y nuestras parejas pudimos acabarlos. -habló el menor de los hermanos intentando mantener la calma.

-¿De casualidad son dos chicos, uno alto con cabello azabache  y otro con cabello medio agrisado?

-Sí, son ellos. -dijo con esperanza Hoseok.

-Vinieron hace unos días, les dimos armas a cambio de que buscaran a mi hija. Los betas se la llevaron junto con muchos omegas de nuestro pueblo.

-Lo lamento mucho. -lamentó Chan tomando el hombro del alfa, mientras que los hermanos Choi debatían en si sus parejas estarían bien.

Los omegas habían ido a cazar a un grupo de betas para encontrar a los omegas del pueblo del sur, y para ellos, eso era un suicidio siendo solo tres lobos.

-Pueden confiar en sus parejas. -Comento muy enojado el australiano, al ver la cara de preocupación de los otros dos. -¿No entienden que esos chicos podrían patearle el trasero a una manada llena de alfas?

-Chan, lo sabemos pero aun así nos preocupa. Hace poco recupere a Hueningkai si le pasara algo no podría vivir con eso. -dijo un nervioso Yeonjun

-No ocurrirá nada, ellos están bien. Confíen en mí. Sé que aún no marcaron a sus parejas y no pueden tener la misma conexión que tengo con Jeongin, pero les aseguro que ellos están bien.

-Se fueron sin nosotros. -Se lamentó Hoseok.

-Hueningkai y Taehyung, estaban muy enojados con ustedes cuando llegamos.

-Lo imaginamos. No pudimos aguantar ver como lastimaban a los nuestros e intervenimos cuando debíamos en realidad regresar para que entre todos busquemos una solución. Pero fue imposible, actuamos por instinto.-ambos hermanos bajaron la mirada.

-Lo sé chicos, lo sé. Yo también lo hubiera hecho en su lugar, si mi manada hubiera sido atacada...

-Lamento interrumpir, pero ya que deben esperar podemos invitarlos a pasar a nuestro hogar. Así pueden aguardar cómodos el regreso de sus omegas.- Interrumpió Serim la charla entre los tres alfas, quienes terminaron por aceptar la invitación, no perderían nada con quedarse.

Si sus omegas habían ido a buscar a la hija de Serim,  tarde o temprano regresarían a ese pueblo.