JiMin daba vueltas en su cama o al menos lo intentaba. Tener a JungKook sobre su abdomen y a YooJung con la mitad de su cuerpo sobre su pecho, no daba mucha libertad de movimiento.
La noche anterior, luego de explicarle a sus amigos lo sucedido en el supermercado, ambos lo habían motivado a mantener la conexión con YoonGi. A no dejarlo ir, pues tenía derecho de saber que era padre de dos pequeños y encantadores niños.
La mañana transcurrió tranquila, su padre se despidió de él y de los pequeños, quienes abrazaron a su abuelo hasta hacerlo reír. El adulto amaba a esos pequeños que le daban alegrías y muchos sustos.
JiMin llevó a los dos pequeños al jardín de niños, pues debía presentarse en su trabajo en el restaurante. Aunque su sueño de ser bailarín profesional se detuvo, él era todo un profesional y participaba en algunas obras de teatro, no era exactamente lo que esperaba pero no todas las empresas estaban interesadas en contratar a un hombre que es padre soltero con dos hijos. JiMin no se arrepiente de sus dos pequeños sugars, él ama a sus dos hijos, y por eso se esfuerza tanto. Aunque su padre no lo ha dejado de lado, y sigue ayudandole, JiMin sabe que no puede depender de el siempre, y tiene que buscar el modo para mantenerse y cuidar de sus hijos.
Y ya tenía un poco de experiencia en la cocina. No era para presumir, pero su padre le había heredaro sus dotes culinarios, y los aprovechaba todo lo que pudiera.
Al llegar a la institución, bajó del auto y ayudó a sus niños a colocarse las mochilas, besó sus mejillas rellenitas y los pequeños lo abrazaron fuerte.
- Hasta luego, papi- YooJung y JungKook agitaron sus manos, formandose en la fila de su maestra quien le hizo una pequeña reverencia.
JiMin les sonrió y agitó su mano en despedida. Subió a su auto y se dirigió al restaurante. Al principio solo era un auxiliar pero poco a poco gue subiendo de puesto, su punto fuerte eran las ensaladas y las carnes, aunque se le daba muy bien la pastelería con mucha paciencia.
JiMin solo tenía veinte años cuando se enteró que estaba esperando, y el golpe de que YoonGi no lo recordara, le dolía...
Era un día de invierno, YoonGi le había dicho que iría a Daegu, pero haría el viaje por tierra, aunque era una gran distacia, el mayor dijo que volver a revivir un viejo recuerdo estaba bien. YoonGi y él tenían la costumbre de viajar sin rumbo cuando las presiones y el estres los agobiaba. JiMin no se opuso, pues él y TaeHyung debían planear decirle a YoonGi la noticia de qué sería padre. Esa mañana ambos habían desayunado juntos, reído y se habían mimado.
YoonGi partió por la tarde, sabiendo que por la noche estaría en Daegu.
Pasaban las ocho de la noche y el pelinegro no le llamaba. Quiso mantener la calma pues en su estado, no debía alterarse. HoSeok y TaeHyung trataron de contactar a los padres de Min, pero ellos tampoco contestaban.
Cuando YoonGi volvió a aparecer dos semanas después, no recordaba a nadie, a ninguno de ellos. Quiso correr a sus brazos pero esos ojos vacíos fueron los últimos que vió esa tarde para no verlos de nuevo... hasta ahora...HoSeok buscó en comisarías y hospitales información, pero debido a su poco campo y conexiones dentro del despacho donde hacía sus horas prácticas, nada era alentador. No habían respuestas.
Hasta hacía un poco mas de un año atrás, que supieron que YoonGi estaba trabajando en una compañía de entretenimiento, pero nada más que eso...Además de alejarse de todo a su alrededor, los meses de gestación de los mellizos fueron dificiles, complicados y cuando llegó al séptimo mes tuvo que ser ingresado, su cuerpo y él estaban exhaustos, pero sus pequeños estaban aferrados a vivir, TaeHyung cuidó de él en ese momento. Vitaminas y dietas que trataban de ser de ayuda para su embarazo.
Y una madrugada de septiembre, sus niños nacieron...
Su padre lo apoyó en todo momento, y trató de ayudarlo con los mellizos los primero meses, no era nada fácil estudiar y cuidar de dos pequeños. Agradecía que de alguna manera Kookie y Yoonie, fueran tranquilos. Genes Min...
Sus suegros y padres de YoonGi, no se pudieron comunicar con él, y HoSeok descubrió que habían cambiado números de telefono y su dirección de residencia. Estaban incomunicados, aunque HoSeok hacía lo posible por buscar una manera de entablar de nuevo una cercanía.
Sacude su cabeza, los recuerdos le traen mucha nostalgia y ahora, pues ha visto a YoonGi de nuevo...
- Chef Park, ve a tu descanso- Mark le dice con una sonrisa, sacandolo a la fuerza de la cocina. JiMin niega pero se deja hacer.- Me reportaran por explotación laboral...
- No es para tanto...- JiMin dice sacudiendo su mano al aire y alejandose hasta llegar al area de descanso para el personal.
Con un suspiro se quitó el mandil, y se sentó en una silla libre. Algunos de los meseros estaban allí también. Tenían un descanso de cuarenta y cinco minutos.
Bebió un vaso de agua para disminuir el calor agobiante de la cocina y fue por su comida.
Su celular empezó a sonar y sin mirarlo contestó.
- ¿Hola?
- ¿Hola?- JiMin despegó el aparato de su oreja y el número desconocido.- ¿Disculpe?
- Hola... soy YoonGi, del supermercado- la voz sonaba un poco nerviosa, y la verdad, YoonGi estaba nervioso, esperaba no haber molestado al rubio.- Quería saber si podríamos salir hoy... sé que es apresurado pero... yo...
- Esta bien, podemos vernos hoy...- JiMin susurró jugando con su tenedor, deseaba verlo otra vez, ahora que lo había encontrado no quería dejarlo de nuevo. Y aunque en un momento solo deseaba saber que estaba bien y vivo, quería al menos abrazarlo una vez mas.
- ¡¿De verdad?!- YoonGi sonrió mostrando sus encías al vacío que lo rodeaba- Digo, esta bien, genial, pasaré por ti y los niños a ¿las siete?
JiMin ahogó un sollozo, escuchar a YoonGi hablar de esa manera era algo que había soñado durante cuatro años. Escucharlo decir que irían a pasear con los niños o que los pasaría a recoger, que tendrían una noche de películas...
- De acuerdo, Yoon...- susurró, sonriendo y aunque el pelinegro no podía verlo, lo imaginó. Imaginó la sonrisa del rubio.
- Yoon... me gusta... nos vemos mas tarde JiMinnie...- YoonGi aseguró, un poco sonrojado, la voz era cálida y le provocaba una sensación de seguridad.
La llamada terminó y JiMin dejó caer sus cubiertos.- Tú me decías así...- JiMin sonrió secando sus lágrimas de manera torpe.
Su corazón latía fuerte, con un anhelo y con un poco de esperanza...
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Black Swan
FanfictionUna vida solitaria, sin nadie a quien dedicarle una sonrisa única... con miles de personas gritando su nombre y el mismo vacío de siempre... Si tan solo pudiera recordar lo que pasó esa noche...