Capítulo XXII

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Bajaron al gran salón cubierto de alfombras y muebles de madera de roble macizo y, sentado en un sofá, había un hombre joven, o eso le parecía a JungKook. Aparentaba treinta años y TaeHyung se daba un aire a él.

- Hola, TaeHyung, me alegro de que hayas vuelto a casa. Hola, JungKook. Mi hermano y mi cuñada me han hablado muy bien de ti- el chico no dijo nada salvo un ligero "hola"- bien, me han dicho que tenéis problemas. Contarme- dijo, indicando el asiento de enfrente donde TaeHyung y JungKook se sentaron.

- Bien- dijo TaeHyung- todo comenzó tras mi separación con Declan. Yo me dediqué a estudiar y trabajar. Cuando viajé a Irlanda, comencé a... desviarme, más de lo que siempre lo había estado- reconoció- empecé a frecuentar casinos, jugaba, esas cosas... un día me enteré quien era la persona que llevaba todos esos casinos: el señor Berit, padre de Declan. Y también me enteré de que no sólo los llevaba, sino que también se dedicaba al proxenetismo, tenía la mayor red de prostitución de Irlanda, diría que tenía todos los prostíbulos y, si alguien intentaba quitarle ese puesto o hacerle la competencia, acababa con todo. Se dedicaba también al tráfico de armas y de droga a menor escala y, entre temas de casino, es intocable.

- ¿Entre temas de casino? Por lo que me cuentas, es intocable fuera y dentro de ese casino- dijo TaeChul.

- El caso... es que, tras el tema de los casinos, yo me centré en mi trabajo y mi empresa prosperó, las acciones de nuestro clan subieron muchísimo y, en gran parte, fue por mí. Pero... sé que está mal decirlo así, tenía mis necesidades- JungKook le miró de reojo- necesitaba sexo, pero no quería relaciones, tampoco ataduras y, mucho menos, escándalos públicos.

- Bien, puedo entenderlo, ¿Qué ocurrió?

- Empecé a hacer algo que... no estaba prohibido pero... podría llegar a estarlo...- dijo y TaeChul alzó una ceja.

- No te sigo.

- Bueno, no quería buscar el número de un chico en el periódico y acostarme con él, así que buscaba chicos, al azar, que necesitasen dinero. Normalmente los conocía en bares, o restaurantes, convenciones... chicos con pocos recursos que necesitaban dinero. Yo les ofrecía vivir en mi casa, un sueldo razonable a cambio de limpiar. Les pedía que me acompañasen a mis fiestas privadas de empresas y eventos sociales y, que si querían, que se tomasen sus tiempos para estudiar. Pero... también les pedía otras cosas.

- ¿Les pedías sexo?

- Si ellos se negaban podían irse, yo no se lo iba a impedir, además, tampoco les iba a forzar a nada.

- ¿Pero les decías que les darías un extra monetario si se acostaban contigo?

- Sí.

- ¿Y se lo dabas después de acostarse contigo?

- Sí- respondió y TaeChul se quedó pensativo.

- El problema aquí es donde establecer la línea que marca que tenías prostitutos en tu casa y no simples chicos con los que te acostabas.

- Ellos firmaron contratos donde decía que si se acostaban conmigo, yo les daría dinero- confesó y TaeChul se tapó la cara.

- ¿Cuántos ha habido?

- Nueve.

- ¿Crees que alguno puede hablar?

- No... aunque dudo de uno, o dos... o tres...

JungKook, sin quererlo, se levantó y se separó de TaeHyung.

- En cierto modo, has permitido la prostitución en tu casa. No te han detenido aún porque nadie te ha demandado- dijo TaeChul- ahora bien, ¿sabes de alguien más que sepa a ciencia cierta lo que haces y pueda llevarte a juicio?

- Nina Addams- dijo JungKook, mirando a TaeHyung- sabe algo, pero no sé el qué y si sabe todo...

- Sabe que he tenido chicos de compañía a los que les pago para que me acompañen...

- Ella me contó con pelos y señales a lo que te dedicabas- dijo JungKook- incluso me contó que se lo habías hecho a otros. Ella lo sabe, pero no sé... ¡Yo no le dije nada!

- Te creo...

- ¿De algún otro lado podría saberlo?

- No lo sé, pero si se entera el señor Berit... estoy muerto. Si se considera que he ejercido la prostitución en mi casa y él no se ha enterado, en su ciudad, me matará por no haberse enterado. Y, lo que es peor, la vuelta de Declan justo ahora...

- ¿Crees que todo está conectado?

- No lo sé, pero... creo que sí, tío TaeChul.

- ¿Algo más?

- Yo le debía dinero al señor Berit, así fue como conocí a TaeHyung, yo fui el número diez. Nos conocimos y... no fue solo sexo. Él me dio el dinero para saldar la deuda y días después aparece Declan.

- Entonces... me has llamado para decirme que te has dedicado a la prostitución, que no quieres ir a la cárcel, que tu exsuegro te quiere matar, que una mujer misteriosa sabe tu vida sin saber porque y que tu nuevo novio está en peligro y que fue tu ex prostituto...

- Eh... sí.

- Bueno... he tenido casos peores- dijo, sin darle importancia.

JungKook abrió la boca, posiblemente para preguntar qué casos habían sido esos, pero se lo pensó mejor y cerró la boca.

- Indagaré y os mantendré al tanto. Por ahora no se puede hacer nada, no hay demandas, no os han atacado y, lo que tenéis, son meras sospechas. No obstante, de esos nueve, ¿hay alguno que sea de confianza?

- Más o menos...

- ¿Le contarías esto o parte de esto para que te ayudara?

- Sí... supongo que sí.

- Llámale y que venga. Cuanta más información, mejor.

TaeHyung asintió y JungKook entornó los ojos, sabía perfectamente a quien iba a llamar su novio. Le miró fijamente mientras marcaba los números de su teléfono.

- ¡YoonGi!

Resopló y se giró. No quería verle.

- YoonGi, necesito que vengas... no, no es eso, es otra cosa... no, no es nada de eso, es algo serio...

- ¿Le vas a decir ya que no le has llamado para darle dinero a cambio de sexo o se lo tengo que decir yo?- preguntó JungKook, malhumorado.

- YoonGi, ven a Amsterdam, a casa de mis padres. Te pagaré el avión, alguien te irá a buscar y te quedarás aquí unos días...- JungKook se giró enfadado- es que... no te lo puedo contar por teléfono.

Cuando colgó, su tío ya no estaba y JungKook estaba mirando por el gran ventanal del salón.

- JungKook...

- No me dijiste que YoonGi era tu puto de mayor confianza... ¿Algo más que deba saber de él?- se giró- ¿o de ti?

- Te lo he contado todo.

- Entiende que me cueste creerte.

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