ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ

17.3K 1.1K 561
                                    

En la vida hay que tomar decisiones, grandes o pequeñas, por que uno quiere o por obligación, pero cada decisión se queda ahí, dentro tuyo, y cuando menos lo creías esas decisiones insignificante se vuelve más importante de lo que piensas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la vida hay que tomar decisiones, grandes o pequeñas, por que uno quiere o por obligación, pero cada decisión se queda ahí, dentro tuyo, y cuando menos lo creías esas decisiones insignificante se vuelve más importante de lo que piensas.
💉💉💉

-De ninguna manera, no voy a ir con Derek-dije yo, ni loca iría a vivir con mí padre.

-Solo son 5 meses Alaska, y ese tal Derek es tu papá-dijo mi madre, Addison, tratando de aliviar la condena que me estaba siendo puesta por ella misma.

-No, él no es mí padre, él es la calentura de una noche apasionada, y tu ex esposo-emití.

-Sea quién sea estarás con el 5 meses y punto-habló ella-Y no creas que no le voy a contar que te expulsaron de la escuela-aclaró.

-Te odio-dije y le lancé la mirada de la muerte.

-Y yo te amo, ahora vamos porque si no se nos irá el bus-dijo.

Nos tomamos un taxi hacía la estación, fue un viaje largo, donde yo le daba las más 180 razones para quedarme en Los Ángeles y mí mamá me ignoraba.

Al llegar a la estación subimos al bus que nos llevaba a Seattle y le di a mí madre las otras 209 razones para que yo no vaya con mí supuesto padre, pero como siempre, no me hizo  caso.

Una hora de viaje y ya estábamos en el famoso Hospital Grace de Seattle, fuimos a recepción y mamá pregunto sobre Derek, pero justo en ese momento se escuchó la voz de alguien detrás de nosotras.

-¿Addison?-preguntó sorprendido.

-Hola Derek-dijo mí madre y el me miró confundido, tal vez ni se acuerda de mí.

-Me presento, soy Alaska, tu hija- dije y extendí mí mano, pero el me abrazo.

-Allie, princesa que grande que estás, ¿Cuánto tienes? ¿Nueve?-habló el.

-De echo tengo 13, si, hace bastante no me mandas cartas de cumpleaños- dije y el ambiente se volvió incómodo.

-No es por nada pero, ¿A qué vinieron?-preguntó Derek.

-Vinimos a decirte que te quedarás con Alaska unos cinco meses, ya le conseguí escuela, aquí está su ropa y todo lo que necesita-habló mí madre.

-¿Qué Addison?, yo tengo trabajo y no puedo cuidar de ella- ya iban a empezar a pelear como niños de prescolar.

-Y yo tengo que trabajar, así que relaciónate con tu hija, y tu, Alaska, cuéntale a tu padre porque te expulsaron de la escuela-hablo ella.

-¿Alaska te expulsaron?-dijo el sorprendido.

-No fue nada-dije restándole importancia.

-Si que lo fue, le rompiste la nariz a tu compañera e insultaste a tu profesora-emitió mí mamá.

-Alaska-me retó mí padre.

-Como sea, habla con ella, me tengo que ir, te amo y pórtate bien, adiós- habló ella y se fue.

-¿Tienes hambre?, te llevaré a comer-dijo u fuimos al comedor donde nos encontramos a una rubia y una asiática, la rubia de ojos celestes se acercó a mí padre y le dio un beso.

-Tu debes ser la famosa Meredith Grey, soy Alaska, su hija- dije y me miró confundida- tranquila, no suele nombrarme mucho, ni hablarme, ni presentarse como un padre de verdad, te eligió bien, eres linda rubia.

-¿Tu hija?-le preguntó Meredith a mí "padre".

-Iba a contarte pero se me pasó-dijo el, si claro siempre se le pasa.

-No hay problema, es tu hija, tu dulce y tierna hija, me encanta-habló con una sonrisa.

-¿Así que rojita Shepherd?- dijo la asiática.

-Y tu debes ser Cristina Yang, una fría y seca doctora, me caes bien, serás muy exitosa-dijo con una sonrisa-Pero no me digas rojita-y borré la sonrisa que anteriormente había creado.

-Ok, ¿Quieres un batido de fresas?- dijo mí padre.

-Soy alérgica a las fresas-dije yo.

-Chocolate será-habló el y me dio un batido de chocolate-¿Que tienes ahí?- señaló mis manos que tenían mis unas marcadas en la palma.

-Nada-sin querer clavaba mis uñas en mis palmas cuando estaba nerviosa.

-Vamos con Arizona a qué te lo cure-dijo el.

Fuimos hasta pediatría y de repente la busca de Derek sonó.

-Arizona ella es mí hija, Alaska, por favor cúrala-dijo apresurado- y contigo voy a hablar después sobre tu expulsión.

-¿A si que Derek es tu padre?- dijo y yo estire la mano para que me curará.

-No, el no es mí padre-negué yo.

-Bueno creo que el piensa que lo es, y también creo que está un poco enojado por lo de tu explicación-habló ella-¿Que hiciste para que te expulsaron de la escuela?.

-Nada-dije.

-Ambas sabemos que ese nada es un todo-si que es buena la señorita hoyuelos.

-Golpee a alguien en la nariz, no fue nada-hablé.

-¿Por qué lo hiciste?-hasta acá llegué se lo voy a contar, se ve confiable.

-Tu no sabes que se siente que te digan la sin padres, que tú madre se acuerde de todos los partos menos el de ella, que no vaya a verte a ninguna feria de ciencias o a ningún acto escolar y que te digan que estaban ocupados salvando vidas, la mejor amiga de mí madre fue la que me llevo a mí primer día de clases, que mí padre piensa que cumplo el 13 de septiembre cuando cumplo el 11 de octubre pero sin embargo se lo dejo pasar porque se que el 13 de septiembre es la única fecha del año en la que me habla, esa es la razón por la que golpeé a una compañera, porque me dijo la sin padres e insulte a una maestra porque me preguntó si por una vez en la vida mis padres podían colaborar en un acto escolar, eso es lo que yo vivo-dije con lágrimas en los ojos al igual que Arizona.

-Hablaré con Derek- la voz de Meredith se hizo presente.

𝐲𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐭𝐮 𝐡𝐢𝐉𝐚 || Grey's Anatomy||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora