𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒄𝒉𝒂𝒐𝒔 ➳ chanbaek [omegaverse]

11.

Chanyeol se sentó al borde de la cama y suspiró. El chico castaño a su lado estaba dormido y cubierto con una frazada liviana que él mismo le había puesto encima de su pequeño cuerpo unos momentos antes de darse una ducha. Cuando salió de esta, suspiró aliviado de que aún no había despertado y huido, ya que era lo que Baekhyun probablemente haría, supuso.

Ya habían pasado unos treinta minutos. En cuanto este se había desmayado en el sofá, Chanyeol no tuvo otra alternativa más que cargarlo y subirlo a su habitación, recostarlo en su cama y limpiarlo debidamente para luego ponerle su ropa de nuevo y arroparlo en el caso de que tuviera frío.

Lo observó y acarició su frente apenas, tocando su cabello, percatándose de que la hebras eran demasiado finas. Sus dedos se desviaron a su rostro y tocó su mejilla, sintiendo la piel suave y aterciopelada bajo su toque. Pudo ver mejor sus cortas pestañas y sus ojos hinchados a causa de haber llorado antes, observó el puente de su nariz y luego el arco de cupido que acompañaba sus pequeños y fruncidos labios rosados.

—Mierda... él es tan bonito —soltó en voz baja, casi un susurro.

Desde que lo había visto la primera vez, jamás había dudado sobre el atractivo de Baekhyun. Era un joven verdaderamente apuesto y con una forma de ser tan brillante e intrigante que atraía a las personas como imanes. Si hubiese sabido que terminarían así, realmente habría actuado de otra manera en lugar de ser tan malo y maleducado con él en ese entonces.

Ahora mismo lo estaba viendo acostado cómodamente en su cama y supo que el aroma de Baekhyun, el aroma de su cuerpo quedaría impregnado en sus pertenencias por un tiempo.

Él olía tan bien, incluso su cintura era tan pequeña... sin duda, Chanyeol quería más de él.

De pronto recordó todo lo que había sucedido momentos antes, sus labios tocándose, sus cuerpos unidos, el latido de sus corazones acelerados y el rostro de Baekhyun debajo de él mirándolo con los ojos cristalizados y el rostro rojo, con todas esas expresiones que sólo él había tenido la osadía de verlas y guardarlas por siempre en su memoria.

Se sonrojó a más no poder, cubriendo su rostro con una de sus manos incrédulo. No podía creer que había conocido a su pareja destinada y que habían llegado a segunda base tan pronto. Aunque pensó que era normal, ya que la conexión y el anhelo del que tanto hablaban al encontrar a un compañero destinado era increíblemente certera.

—Ah... me voy a volver loco.

—Ugh... hay un olor muy fuerte aquí...

Dio un respingo y lo miró. Baekhyun acababa de despertar y parecía algo desorientado, sin embargo, se veía muy bonito con su cabello castaño revuelto y hecho un desastre sobre su cabeza, sentado en la cama a unos centímetros de él.

—¿Qué? ¿Estás diciendo que apesto?

—No... tus feromonas son jodidamente intensas. Haz algo con esa mierda.

El alto bufó y rodó los ojos. A pesar de tener un rostro agraciado y bonito, su personalidad era un asco.

—Si, bueno. Es obvio porque esta es mi habitación —dijo —¿Cómo te sientes? ¿Tu cuerpo está bien? —inquirió, acercando su mano para tocar su rostro.

El castaño no le dio importancia y frunció un poco el ceño no comprendiendo, hasta que cayó en cuenta a lo que se refería. Rápidamente se dio cuenta de la ansiada acción por parte del alfa y golpeó su mano con una bofetada, alejándolo.

—Maldita sea... —se quejó Chanyeol tocando su mano y haciendo una mueca mientras acariciaba la zona afectada —¿Por qué fue eso?

—No vuelvas a tocarme de nuevo —amenazó —Nunca.