Ethan
Mi padre fue un hombre cariñoso. Siempre estaba al pendiente de la familia, pero por mi mente nunca pasó la probabilidad de que algún día atentara contra su propia vida.
Al principio lo odie y juzgue. Me había dejado solo, había sido tan egoísta y cobarde que cayó a la primera vez que tropezó con una roca, pero con el pasar de los meses y ver qué con mi odio no remediaba nada decidí perdonarlo y también disculparme con él. Lo juzgue sin piedad, sin entender por lo que pasó o por lo que estuvo sufriendo todos sus meses en depresión.
No soy quien para juzgar a las personas que deciden acabar con su vida por eso, decidí seguir con mi vida a pesar de que me tocó asumir un cambio drástico en ella.
Deje la universidad para trabajar y ayudar a mi familia. Mi madre estuvo en estado de shock los primeros meses después de la muerte de papá, así que me hice cargo de mi hermano menor y llevé a mi madre con los especialistas para que volviera a mí. Nada fue fácil, pero desde cuando la vida es fácil.
Tuve meses de insomnio recordando esa tarde, no le conté a nadie por lo que pasé porque no me sentía preparado, por suerte mamá volvió, pero no con la misma felicidad que la caracterizada. Seguí trabajando para mantener a mi familia y por suerte George me ayudo a buscar un trabajo como músico en el bar de Kingstown.
La herida ya sanó, pero aún no cicatriza.
Sin embargo, es difícil aceptar mi realidad. Tengo esperanzas de que en algún futuro pueda cambiar toda mi vida y lograr lo que en verdad deseo, lastimosamente esta realidad es una mierda y me toca vivirla.
Por meses odie la música, tocar era un castigo para mí porque me recordaba la desesperada decisión que arruinó mi presente. Estudiaba historia del arte, quedé en quinto semestre cuando me retiré así que me falta cuatro semestres para terminar la carrera, pero aún no puedo volver a mi antigua vida. Así que tuve que conocer mi pasado para entender mi presente.
La noche en que vi a Kaitlyn fue extraño. Ella quedó paralizada al escuchar la canción que estaba interpretando y capturó mi atención. En el momento en que la vi pude percibir su dolor y no es que sea un brujo o alguna mierda de esa, pero sus ojos demuestran el monstruo que está encerrado y ansía salir.
Yo solo ansío el futuro mientras ella vive atrapada en el presente.
Ella está rota y yo también. Ambos necesitamos ser salvados, pero no podemos contar con que alguno de los dos se quede.
Contarle a Kaitlyn mis sentimientos me ayudo a entender que entre ambos podemos lograrlo, podemos salir de la burbuja que nos encierra, de los miedos.
Cuando su mano tocó la mía sentí el frío que la envolvía, sentí su vida y algo en mi decidió quedarse con ella hasta que el tiempo me lo permita.
Seguimos recostados en el césped hasta que rompí el silencio que habíamos creado. Es tan extraño como las personas se vuelven confidentes en solo unos segundos ¿han escuchado la definición de almas gemelas? Aquellas personas que conoces como si fuera tu mejor amigo, la única personas en el mundo que con solo una mirada puede comprender todo lo que está pasando en tu interior, alguien que te hace olvidar la mierda de realidad en dónde nos encontramos, pero no te deja chocar contra un muro de fantasía y que en realidad no trata de convertirte en mejor persona. Te convierten en ti mismo, pero te inspiran a tratar de mejorar.
El la única personas que te acepta con todo y grietas.
Cree en ti cuando nadie lo hizo y no importa lo que pase, siempre la amarás.
— ¿A que le temes? — pregunté, sin apartar la mirada.
Espere su respuesta paciente.
— Al futuro —respondió ella.
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Lejos de mí
Short StoryLas instrucciones, el compromiso y la ansiedad, todo junto en una vida. Cuántas veces hemos escuchado la frase "La vida es un regalo" pero luego se levantan las reglas de cómo se debe disfrutar ese regalo. Que la vida es dura, pero no perdura. Las d...