capitulo 47

1.2K 91 27
                                    


La perspectiva de hablar cara a cara con Sirius fue lo único que ayudó a naruto a pasar las siguientes dos semanas, la única luz en un horizonte que nunca había estado tan oscuro. Se le había pasado ya un poco el horror de verse a sí mismo convertido en campeón del colegio, y su lugar empezaba a ocuparlo los nervios a las pruebas a las que tendría que enfrentarse.

La primera de ellas estaba cada vez más cerca. Se la imaginaba agazapada ante él como un monstruo horrible que le cerraba el paso. Nunca había tenido tantos nervios.
Sobrepasaban con mucho lo que hubiera podido sentir antes de un partido de quidditch, incluido el último, jugado contra Slytherin, en el que se habían disputado la Copa de quidditch.

Le resultaba muy difícil pensar en el futuro, porque sentía que toda su vida lo había conducido a la primera prueba... y que terminaría con ella. En realidad no creía que Sirius lograra hacerlo sentirse mejor en lo que se refería a ejecutar ante cientos de personas un ejercicio desconocido de magia muy difícil y peligrosa, pero la mera visión de un rostro amigo lo ayudaría.

Naruto le mandó la respuesta diciéndole que se encontraría al lado de la chimenea de la sala común a la hora propuesta, y que Hermione y él pasaban mucho tiempo
discutiendo planes para obligar a los posibles rezagados a salir de allí la noche
en cuestión.

En el peor de los casos, estaban dispuestos a tirar una bolsa de bombas fétidas, aunque esperaban no tener que recurrir a nada de eso, porque si Filch los descubría los despellejaría.

Mientras tanto, la vida en el castillo se había hecho aún menos llevadera para naruto, porque Rita Skeeter había publicado su artículo sobre el Torneo de los tres magos, que resultó ser no tanto un reportaje sobre el Torneo como una biografía de naruto bastante alterada.

La mayor parte de la primera página la
ocupaba una fotografía de naruto, y el artículo (que continuaba en las páginas
segunda, sexta y séptima) no trataba más que de naruto. Los nombres (mal escritos) de los campeones de Durmstrang y Beauxbatons no aparecían hasta la última línea del artículo, y a Cedric no se lo mencionaba en ningún lugar.

El artículo había aparecido diez días antes, y, cada vez que se acordaba de él, naruto todavía sentía ardores de estómago provocados por el enojo. El artículo de Rita Skeeter lo retrataba diciendo un montón de cosas que él no recordaba haber dicho nunca, y menos aún en aquel cuarto de la limpieza.

Supongo que les debo mi fuerza a mis padres. Sé que estarían orgullosos de mí si pudieran verme en este momento... Sí, algunas noches aún lloro por ellos, no me da vergüenza confesarlo... Sé que no puedo sufrir ningún daño en el Torneo porque ellos me protegen...

Pero Rita Skeeter no se había conformado con transformar sus "..." en frases prolijas y empalagosas. También había entrevistado a otra gente sobre él.

Finalmente, naruto ha hallado el amor en Hogwarts: Colin Creevey, su íntimo amigo, asegura que naruto tiene una relación con Ginny Weasley, una muchacha de sorprendente belleza, hija de Arthur Weasley y que, como naruto, está entre los
mejores estudiantes del colegio.

Desde que había aparecido el artículo, naruto tuvo que soportar que la gente (especialmente los de Slytherin) le citaran frases al cruzarse con él en los pasillos e hicieran comentarios despectivos.

—¿Quieres un pañuelo, Namikaze, por si te entran ganas de llorar en clase de  Transformaciones?

—¿Desde cuándo has sido tú uno de los mejores estudiantes del colegio, Namikaze? ¿O se refieren a un colegio fundado por ti y Longbottom?

A Ginny también le había tocado su ración de disgustos, pero aún no había empezado a gritar a los que se le acercaban sin ninguna mala intención. De hecho, a naruto le admiraba la manera en que ella llevaba la situación, aunque seguían sin hablar

El HerederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora