Once años pasaron volando, o al menos, así lo sintió naruto Namikaze-uchiha, hijo de dos grandes magos, aunque este no lo sabía
Sus primeros años, en sus propias palabras, fueron basura. Las personas, que suponía, deberían velar por su bien. Eran quienes más daño le hacían, de diferentes maneras
Después de los ocho, las cosas se tranquilizaron, las cuidadoras fueron despedidas inmediatamente después de ser descubiertas, y unas nuevas llegaron
La relación con sus compañeros de "casa" era pésima, todos se alejaban de él, con el rostro lleno de terror, ¿el por qué de esto?
Durante su cumpleaño número siete, unos niños decidieron jugarle una broma, la cual no acabó bien para ninguna parte. Los bromistas salieron del cuarto de naruto con su ropa prendida en fuego, gritando y corriendo por todos lados, cuando lograron apagar el fuego, y les preguntaron cómo se ocasionó el fuego inculparon a naruto. Dijeron que naruto tenía un encendedor debajo de su cama, que cuando fueron a felicitarlo por su cumpleaños, este enloqueció y les prendió fuego
Las cuidadoras rápidamente buscaron pruebas, encontrando un encendedor en el lugar que los niños mencionaron. Por esto, naruto fue llevado al tercer piso, donde lo mantuvieron encerrado por días como castigo
En la actualidad, en una habitación bastante pequeña, naruto leía un libro de historia mientras estaba recostado en la cama
-¡es hora de la cena, niños, ya bajen!-escucho gritar a lo que parecía ser una anciana
Suspirando, naruto cerró el libro. Camino a la puerta y la abrió, paso por esta, y la volvió a cerrar. Bajo las escaleras de caracol del edificio, llegando al gran comedor
Una anciana se acercó a naruto, al verla, naruto soltó otro suspiro. Camino a la mesa y tomó asiento junto una niña de pelo negro
Durante la comida todas las cuidadoras mantenían su mirada fija en naruto, no era secreto en el orfanato el odio que tenía cada una de ellas al chico de pelo negro azabache. Al final de la comida, un chillido hizo que apartaran la mirada de naruto. A lo lejos una lechuza se volaba en el techo, en su pico, llevaba una carta un poco amarillenta. Para sorpresa de todos, la lechuza dejó caer la carta en la mano de naruto, que con una ceja levantada, leyó lo que decía:
"Señor N.Namikaze-uchiha
Tercer piso de orfanato.
Surrey"
El sobre era grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento, y la dirección estaba escrita con tinta verde esmeralda. No tenía sello
-¡dame eso!-exclamó una de sus cuidadoras, arrebatando el sobre de la mano de naruto
-eso es mío. Devuelvemelo
La cuidadora ignoró a naruto, camino hacia otra anciana y le enseñó el sobre
-anda a tu cuarto, ahora-dijo la anciana con seriedad. Naruto se levantó de su asiento. Camino a las escaleras y las subió
En los siguientes días, más y más cartas llegaron. Las ancianas no sabían que hacer para que las cartas pararan de llegar, la única solución lógica para ellas fue enviar a naruto al primer piso, a una habitación cerca de la sala de empleados, para así, mantenerlo vigilado
El domingo llegó, las cuidadoras levantaban sonrientes a los niños. En este día, no recibirían correo, por lo tanto, ya no llegarían más cartas para naruto
Pero lo que no se esperaron, fue que una de las ventanas del tercer piso, estuviera abierta. Un gran numero de cartas llenaron el primer piso ese día, naruto trató de agarrar una, pero, fue detenido por la misma anciana que le había arrebatado la carta en el comedor