capitulo 19

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Al despertar naruto la mañana del domingo, halló el dormitorio resplandeciente con la luz del sol de invierno, y su brazo otra vez articulado, aunque muy rígido.

Se sentó enseguida y miró hacia la cama de Colin, pero estaba oculto tras las largas cortinas que el propio naruto había corrido el día anterior. Al ver que se había despertado, la señora Pomfrey se acercó afanosamente con la bandeja del desayuno, y se puso a flexionarle y estirarle a Harry el brazo y los dedos.

-Todo va bien -le dijo, mientras él apuraba torpemente con su mano izquierda las gachas de avena-. Cuando termines de comer, puedes irte.

Naruto se vistió lo más deprisa que pudo y salió precipitadamente hacia la torre de
Gryffindor, pensando hablar con Ron, Harry y Hermione sobre Colín y Dobby, pero no los encontró allí.

Naruto dejó de buscarlos, preguntándose adónde podían haber ido y algo molesto de que no parecieran interesados en saber si él había recuperado o no sus huesos.

Cuando pasó por delante de la biblioteca, Percy Weasley precisamente salía de ella, y parecía estar de mucho mejor humor que la última vez que lo habían encontrado.

-¡Ah, hola, naruto! -dijo-. Excelente jugada la de ayer, realmente excelente. Gryffindor acaba de ponerse a la cabeza de la copa de las casas: ¡ganaste cincuenta
puntos!

-¿No has visto a Ron, Harry y Hermione? -preguntó naruto, sin verlo

-No, no los he visto -contestó Percy, dejando de sonreír-. Espero que Ron no
esté otra vez en el aseo de las chicas...

Naruto siguió a Percy con la vista hasta que desapareció, y se fue derecho al aseo de Myrtle la Llorona. No encontraba ningún motivo para que Harry, Ron y Hermione estuvieran allí, pero después de asegurarse de que no merodeaban por el lugar Filch ni ningún prefecto, abrió la puerta y oyó sus voces provenientes de un retrete cerrado.

-Soy yo -dijo, entrando en los lavabos y cerrando la puerta. Oyó un golpe metálico, luego otro como de salpicadura y un grito ahogado, y vio a Hermione mirando por el agujero de la cerradura.

-¡naruto! -dijo ella-. Vaya susto que nos has dado. Entra. ¿Cómo está tu brazo?

-Bien -dijo naruto, metiéndose en el retrete. Habían puesto un caldero sobre la
taza del inodoro, y un crepitar que provenía de dentro le indicó que habían prendido un fuego bajo el caldero. Prender fuegos transportables y sumergibles era la especialidad de Hermione.

-Pensamos ir a verte, pero decidimos comenzar a preparar la poción multijugos
-le explicó Harry, después de que naruto cerrara de nuevo la puerta del retrete.

-Hemos pensado que éste es el lugar más seguro para guardarla-añadió Ron. Naruto empezó a contarles lo de Colin, pero Hermione lo interrumpió.

-Ya lo sabemos, oímos a la profesora McGonagall hablar con el profesor Flitwick
esta mañana. Por eso pensamos que era mejor darnos prisa.

-Cuanto antes le saquemos a Malfoy una declaración, mejor -gruñó Ron-. ¿No piensas igual? Se ve que después del partido de quidditch estaba tan sulfurado que la tomó con Colin.

-Hay alguien más-dijo naruto, contemplando a Hermione, que partía manojos de centinodia y los echaba a la poción. Guió sus ojos a Harry-. Dobby vino en mitad de la noche a hacerme una visita.

Harry, Ron y Hermione levantaron la mirada, sorprendidos. Naruto les contó todo lo que Dobby le había dicho... y lo que no le había querido decir. Harry, Ron y Hermione lo escucharon con la boca abierta.

-¿La Cámara de los Secretos ya fue abierta antes? -le preguntó Hermione

-Es evidente -dijo Ron con voz de triunfo-. Lucius Malfoy abriría la cámara en sus tiempos de estudiante y ahora le ha explicado a su querido Draco cómo hacerlo. Está claro. Sin embargo, me gustaría que Dobby te hubiera dicho qué monstruo hay en ella. Me gustaría saber cómo es posible que nadie se lo haya encontrado merodeando por el colegio.

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