La única consecuencia negativa de la prueba fue que después todo el mundo estaba deseando conocer los detalles de lo ocurrido bajo el agua, lo que supuso que naruto y Harry compartieran el protagonismo indeseado de nuevo
Dumbledore había reunido en el despacho de la profesora McGonagall a todos los futuros rehenes y, después de asegurarles que no les pasaría nada y que despertarían al salir del agua, los había dormido mediante un hechizo.
Una semana después, naruto narraba con fastidio lo ocurrido en el lago a Parvati, a Padma y a Lavender
—lo hiciste bien—dijo una voz que naruto reconoció como la de Erina. Dio media vuelta y vio a la pelirroja sonriendo mientras se acercaba a la mesa de Gryffindor
—¿donde habías estado? No te vi durante las últimas semanas antes de la prueba
—bueno, pensé que tal vez estabas demasiado ocupado como para hablar conmigo
Había empezado marzo, y el tiempo se hizo más seco, pero un viento terrible parecía despellejarles manos y cara cada vez que salían del castillo. Había retrasos en el correo porque el viento desviaba a las lechuzas del camino. La lechuza parda que naruto había enviado a Sirius con la fecha del permiso para ir a Hogsmeade volvió el viernes por la mañana a la hora del desayuno con la mitad de las plumas revueltas.
En cuanto naruto le desprendió la carta de Sirius se escapó, temiendo que la enviaran otra vez. La carta de Sirius era casi tan corta como la anterior:
Vayan al paso de la cerca que hay al final de la carretera que sale de Hogsmeade (más allá de Dervish y Banges) el sábado a las dos en punto de la tarde. Lleven toda la comida que puedan
—¡No habrá vuelto a Hogsmeade! —exclamó Ron, sorprendido.
—Eso parece —observó Hermione.
—No puedo creerlo —dijo Harry muy preocupado—. Si lo cogen...
—Hasta ahora no lo han conseguido —les recordó Ron—. El lugar ya no está lleno de dementores como en ese entonces
Naruto plegó la carta, pensando. La verdad era que quería volver a ver a Sirius. De forma que fue a la última clase de la tarde (doble hora de Pociones) mucho más relajado de lo que normalmente se sentía cuando bajaba la escalera que llevaba a las mazmorras.
Malfoy, Crabbe y Goyle habían formado un corrillo a la puerta de la clase con la pandilla de chicas de Slytherin a la que pertenecía Pansy Parkinson. Todos miraban algo que naruto no alcanzó a distinguir, y se reían por lo bajo con muchas ganas.
La cara de Pansy asomó por detrás de la ancha espalda de Goyle y los vio acercarse.
—¡Ahí están, ahí están! —anunció con una risa tonta, y el corro se rompió
Vio que Pansy tenía en las manos un ejemplar de la revista Corazón de bruja. La foto con movimiento de la portada mostraba a una bruja de pelo rizado que sonreía enseñando los dientes y apuntaba a un bizcocho grande con la varita.
—¡A lo mejor encuentras aquí algo de tu interés, Granger! —dijo Pansy en voz alta, y le tiró la revista a Hermione, que la cogió algo sobresaltada. En aquel momento se abrió la puerta de la mazmorra, y Snape les hizo señas de que entraran.
Hermione, Naruto, Harry y Ron se encaminaron hacia su pupitre al final de la
mazmorra. En cuanto Snape volvió la espalda para escribir en la pizarra los ingredientes de la poción de aquel día, Hermione se apresuró a hojear la revista bajo el pupitre.Al fin, en las páginas centrales, encontró lo que buscaba.
Naruto, Harry y Ron se inclinaron un poco para ver mejor. Una fotografía en color de
Naruto encabezaba un pequeño artículo titulado «La pena secreta de Naruto Namikaze»: