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"I can't write one song that's not about you
Can't drink without thinkin' about you
Is it too late to tell you that
Everything means nothing if I can't have you?"If I Can't Have You – Shawn Mendes
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Era tarde, pasadas las dos de la madrugada, pero a la vez la única hora en la que creía que su cabeza podía dejar de pensar demasiado y se permitía liberar algo del peso que sentía sobre sus hombros.
Sus largos dedos jugaban con la boquilla de la cerveza que se encontraba en su delante, mientras su cabeza estaba apoyada en su mano libre y su visión se encontraba centrada en las pequeñas gotas que manchaban su dedos en cada vuelta que daba alrededor de la circunferencia. No era bueno siendo un ebrio feliz.
Quizá, podía forzar unas cuantas risas o encontrar graciosos chistes que le hubieran parecido completamente tontos, pero luego de eso ya no podía hacer más. Una nube invadía su cabeza y sus ojos se cristalizaban con el primer recuerdo doloroso que pasara por su mente. Tal vez, sea porque la mayor parte de su vida se basaba en fingir sonrisas que cada vez se hacían más dolorosas de mantener en sus labios y solo engañaban a las personas que más quería. Puede que fuera eso, pero no era algo en lo que debería pensar ahora. No si no quería terminar llorando, de nuevo.
Soltó un sofocado suspiro, para luego volver a llevar el pico de su cerveza a sus labios. Todavía recordaba cuando solía odiar su amargo sabor. Quizá, tenía quince, cuando su hermano mayor le llevó una lata a escondidas a su habitación luego de esa fiesta que hizo a escondidas de su madre. Ahora era, al parecer, su única salida para alejarse de sus pensamientos y liberar su mente. A veces, se preguntaba qué le diría ese chico de quince años si lo viera en esta situación, casi diez años después. Solo en un bar de la ciudad, sintiendo pena de sí mismo. Posiblemente, terminaría decepcionado.
Volvió a llevar el pico de la cerveza a sus labios, dándose cuenta que lo único que podía pasar por su cabeza eran pensamientos tristes, pero quizá eso era mejor. Pensar en la persona que se había convertido, era mejor que pensar en los errores que había cometido.
Esto debería darle la suficiente inspiración para escribir una canción, la cual su representante le estuvo pidiendo desde hacia semanas, pero no lo hacía. Cada vez que se disponía a agarrar el lapicero que se encontraba sobre su cuaderno y escribir cualquier cosa, por su mente pasaba otra.
Era lo mismo que se encontraba en cada maldito cuaderno de su casa, cada hoja arrancada y arrugada que terminaba en su tacho de basura. Todo. Lo que sea que se propusiera a escribir terminaba siendo algo que no quería. Era un instinto, su mente se lo pedía, no, -se lo suplicaba- quería liberarse escribiendo sus pensamientos en papel, pero se negaba a dejarla hacerlo de nuevo. Se había prometido a sí mismo parar.
Volvió a tomar de su cerveza, sintiendo recién los efectos comenzar a funcionar sobre su cabeza. Quizá, bebía para olvidar, pero en realidad, en el fondo, sabía que era recordar. Beber solo hacía que los recuerdos florecieran y los mejores momentos pasaran por su cabeza. Momentos que alguna vez fueron felices, que lo hicieron sonreír de verdad y alegraban sus días, pero ahora, ya no lo eran.
Por eso se había vuelto en un ebrio triste. No sabía cuando había iniciado, pero ahora cada vez que bebía las lagrimas se derraban de sus ojos sin control, mientras su pecho dolía y el sentimiento de que algo faltaba se hacia presente. Cuando las personas hablaban de un corazón roto y del dolor que este traía no exageraban, era como lo describían, hasta quizá peor, dejándote estancado y siendo imposible que pudieras escapar. Solo debías esperar a que pasara, y si es que tenías suerte lo hacía. Pero, jamás se consideró alguien realmente afortunado.
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I want to write you a song - 20 OS | Muke
Short StoryDonde escribo diferentes historias de Michael y Luke relacionadas con canciones de mi playlist. O, donde fui retada a hacer 20 One Shots basados en canciones. 19.08.20 - 17.12.20