Amor enfermizo (1)

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El cigarro  que era sostenido por aquella mano de un fuerte agarre se consumia poco a poco , mientras el hombre sentado cerca de una ventana suspiraba sus penas en forma de un humo blanquecino, sus ojos  divagaron alrededor de aquella vacía habitación llena de caros ornamentos y muebles .
Aquella habitación que había decorado personalmente con los más finos objetos y colores ...era perfecto.

Pero aun con tantos lujos y bellezas aquella habitación no era diferente de las demás , porque esta estaba vacía, incompleta,silenciosa y apagada .
Le faltaba su dueño ,le faltaba aquellos ojos puros  y pomposos labios color carmesí que desbordaban sensualidad .

El hombre rio para si mismo como si celebrara una victoria incompleta y sus parpados calleron sumiendo sus pensamientos impuros en suma obscuridad.

En su memoria repetia una y otra vez aquella vez cuando Jimin celebraba sus 16 años en una playa junto al joven Kim , recuerdo su tierna piel y sus dulces ojos llenos de felicidad , sus muslos , sus pies , sus delgados brazos y su estilizada figura .

El hombre sumergido en sus recuerdos sintio la sangre acumularse en ciertos lugares qhe se cuerpo que parecian herbir a cierto punto , volvió a concentrarse en sus memorias donde había podía espiar a su musa sin que nadie lo notara a la distancia y como un leopardo acechando a su presa acumulo el deseo que sentía por su Jimin.

-Jimin...

Un bulto en sus pantalones delató cuan excitado estaba al recordar a un Jimin de 12 años en el parque .Un Jimin de 14 años en el cine . Un Jimin de 18 años en aquellos pantalones ajustados que los jóvenes de hoy en día usan . El pecado y la lujuria corrían por las venas de aquel hombre de bata blanca que observaba a un punto vacío en la habitación que había decorado especialmente para su Jimin.

-Cuando será el día que seas mio...muy pronto mi niño...mi niño... Te liberare de las impuras manos de esa escoria Jeon ... incluso si me cuesta la vida ...porque tu eres mio...solo mio.

El hombre eyaculo en su mano mientras repetía aquel santo nombre como si de un mantra se tratara .

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