PRIMERA PARTE.

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Se sumiso.
Se obediente.
Se exclusivo.
Se solo mío.

Jungkook mandaba al carajo todas aquellas órdenes.

Así lo había hecho desde que Kim Taehyung había llegado a la academia CastleWolf con aquellas estúpidas reglas.

¿Por que todos se empeñaban en obedecerlas? No había tenido sentido alguno para Jungkook hasta que un buen día en la cancha de fútbol todo pareció aclararse en su mente.

A mitad de la clase deportiva fueron a buscar a Taehyung... En un jodido helicóptero negro.

CofcofNoteseLaHumildadcofcof.

En ese momento Jungkook supo que el pelirrojo era un puto millonario. Pero no cualquier millonario, no no, era el hijo del segundo hombre más rico en toda sur Corea. Alguien que tenía más de veinte empresas en su bolsillo y que cada día iba a su trabajo en un auto distinto.

365 autos para cada día del año.

Jungkook ni siquiera sabía si en realidad podían existir tantos autos en un solo garaje. ¿O quizás tenía más de un garaje? Cómo sea, el punto era que Kim Taehyung defecaba oro y todos en aquella academia querían algo de su mierda.

Del director hasta el estudiante más mediocre, todos se esforzaba por agradarle a Kim Taehyung, por salir en el grupo de aquel Alfa y ser reconocido por este.

Al parecer ser "alguien importante" solo se lograba si Kim Taehyung se dignaba en aprenderse tu nombre.

- Jungkook, la clase ya va a comenzar... ¿Qué tanto haces?

- ¡Ya voy!... Uish, creo que use mucho dispersor - Olió su propio brazo y una mueca no tardó en aparecer en su rostro. Efectivamente olía a nada.

- ¡JUNGKOOK!

- ¡VOYYYY! - Que ladilla.

Tomó su morral y las llaves de su cuarto antes de salir y cerrar la puerta con seguro. En el pasillo un enano pelirosa con mirada asesina le esperaba cruzado de brazos.

- ¿Por qué tardas tanto? Tenemos examen de química, vamos - El pitufo rosado no dudó en jalarlo del brazo y llevarlo a rastras por todo el camino hasta su destinado salón. Refunfuñando y repasando en voz baja lo que había estudiado.

Jungkook si apenas sabia que Fe era Hierro, pero estaba relax, después de todo el sabia que su destino seria trabajar en una pizzeria.

Papa John's aquí te voy.

Ambos entraron justo cuando la profesora, una vieja de cabellos negros y de lentes más grandes que su arrugada cara, se encontraba entregando las hojas para la prueba. Su cara de culo era la razón por la cual Jungkook odiaba esa clase con todo su ser.

Es que joder, todo de esa docente era insoportable. Hasta como hablaba era ladilloso.

Jimin fue el primero en sentarse dejando atrás al pelinegro y Jungkook escaneo el salón buscando un puesto para él.

Mierda, solo habían dos sillas disponibles... Las que quedaban frente al escritorio de la profesora. Ni hablar de sentarse allí, la vieja era como el demonio en las pruebas.

Algo así...

Algo así

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Sé Sólo Mío | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora