TERCERA PARTE.

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Las Vegas Nevada.

El Bellagio... Un casino resort con habitaciones lujosas y piscinas en el exterior, spa, restaurantes y espectáculos en directos. Un lugar donde derrochar dinero a montones, y a pesar de que Jungkook se había llevado una muy jugosa cantidad de dinero no podía evitar impactarse al ver el gasto que Taehyung ya llevaba ordenando la mejor habitación del lugar, alquilando dos pisos del Hotel solo para ellos dos (y los supuestos compañeros de clases que en algunos días llegarían), todo con algunos gustos peculiares del pelirrojo e indicaciones extravagantes de como quería que estuviera su habitación en especifico, la cantidad de burbujas en su jacuzzi y cuantos televisores debía de haber en una (01) sala de su "humilde" dormitorio que tenia otras tres mas.

- Son alrededor de 5.867.564,03... ¿Desea pagar con tarjeta o efectivo? - Jungkook bufo ante esa pregunto, era obvio que con esa cantidad de dinero la respuesta seria con tarj-

- Efectivo, por supuesto.

¡¿Que mierda?!

- Una cosa mas... - Agrego Taehyung inclinándose sobre el mostrador, la mujer también hizo lo mismo y ladeo su cabeza para escuchar lo que el Alfa iba a susurrarle -. Incluye aquello en el piso 26 y reserva el 27 para mi - Guiño su ojo y la mujer rió apenada mientras tecleaba en la computadora, mirando a ratos al pelirrojo y sonriendo coqueta.

Jungkook rodó los ojos y se alejo de ambos, el olor a Omega en primavera de aquella mujer le estaba mareando, su lobo interior quejándose de que ella estuviera esparciendo sus feromonas ante Taehyung solo para seducirle. ¿Que tan bajo podía ser aquello?

Para aclarar, esparcir tus hormonas en una liberación de aroma era otra forma de abrir tu piernas ante alguien y decirle: "¡Hey, mételo! Estoy bien putita"

Se alejo tanto como pudo y dejo que sus ojos observaran con lujo de detalles aquel salón interior. Las luces eran amarillas y las paredes de un blanco crema, había una alfombra de bordados suaves y de colores oscuros ocupando una gran parte del piso, el techo estaba decorado con relieves con pinturas doradas que lo hacían sobresalir, en cada esquina, el Caesars Palace tenia esculturas de mármol talladas con gran precisión y detalle, donde se copiaban obras de arte como El David y La Piedad, dos majestuosas piezas hechas originalmente por Michelangelo Buonarroti. También habían cuadros colgados donde se mostraban lienzos que igualmente representaban otras obras de grandes artistas como La Dama del Armiño, La Escuela de Atenas, la representación del Festín de Herodes en Bronce (que originalmente es un relieve está construido con la técnica del stiacciato) ahora mostrado en pintura.

Sin embargo, la favorita del pelinegro era El Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli, una obra del renacimiento que quedaba como anillo al dedo para aquella magnifica época renacentista.

Jungkook estuvo por horas vagando entre aquellas pictóricas obras, sintiéndose de pronto como si fuera llevado a un mundo completamente ajeno al suyo. Olvidándose por completo de todo y caminando sin rumbo alguno mientras disfrutaba del lugar. Podía jurar que había viajado en el tiempo cuando vio a unos hombres vestidos de centuriones pasar a su lado, sus ojos desviándose de las obras para posarse ahora en un pasillo concurrido con luces de neón brillando en las paredes y música saliendo de una gran puerta con forma de arco. Siguió a las demás personas que se dirigían al origen de aquella música, bromeando y riendo a carcajadas mientras atravesaban un pasillo al aire libre rodeado de fuentes y arbustos recortados de forma tal que la palabra C A S I N O se pudiera leer. Una sonrisa arrogante se dibujo en su boca antes de dar un paso hacia el club de luces tan llamativo ubicado dentro del Bellagio; pero antes de poder entrar sintió que una mano lo jalaba del brazo y le hacia girarse. Encontrándose cara a cara con el alfa pelirrojo y su expresión molesta.

- ¿Donde estabas? - Inquirió haciendo sonar su voz mas ronca. Tratando de crear en el Omega una especie de temor o culpa por su tono enojado.

- Por ahí... ¿Que te importa? - Deshizo el agarre y retrocedió un paso mientras guardaba sus manos en sus bolsillos. Odiaba eso, aquella maldita manía que tenían los Alfas por querer controlar todo de ellos, saber donde están, con quien están, que hacen y que no hacen... Putos psicópatas, que Jungkook era un hombre soltero y sin compromisos. Menos con algún estúpido Alfa.

Y el cabeza de payaso era el mas estúpido de todos.

- Escucha Omega, no puedes ir por ahí tu solo.

- ¿Por que no? Estoy de vacaciones o algo así, y quiero conocer el lugar - Sonrió con suficiencia mientras se daba la vuelta y miraba nuevamente aquel club -. Quiero ir allá...

- No es necesario - Taehyung paso su brazo sobre los hombros del pelinegro cuando notó que otros alfas lo estaban mirando. Joder, que él no se había traído al menor a base de engaños para que otros se lo estuvieran violando con la mirada.

Aunque él hacia lo mismo cuando Jungkook pasaba por su lado en algunos pasillos y llevaba esos pantalones ajustados de su uniforme.

- Eh, ¿disculpa?... - Llamó el menor quitando el brazo de Taehyung y mirándolo con asco -. Ya te deje bien en claro que no pienso rebajarme como tus Omegas acostumbran a hacer. No me importas ni me gustas-

- ¿Y por que siempre que me ves te ruborizas?

Jungkook abrió su boca y llevó sus manos a sus mejillas. ¿Estaba ruborizado?

Taehyung lo observó y se carcajeó cuando notó al Omega avergonzado. Sintió su brazo doler cuando Jungkook golpeó allí antes de volver sobre sus pasos devuelta al vestíbulo, completamente ofendido. Iba a regresar también tratando de no perder de vista aquella redonditas nalgas del pelinegro cuando su teléfono sonó y atendió la llamada apartándose un poco de la música.

- Háblame bro. ¿Que cuentas?

- Unos par de miles en mi yate - Dijo con fingida humildad -. Vi que hiciste una reservación en el Bellagio, ¿correcto?

- Así es. Pienso quedarme algunas semanas.

- ¿Y el viaje escolar? Creí que irían a Washintong D.C. y eso-

- Cambio de planes - Se apresuro a decir. Taehyung relamió sus labios y sonrió para sus adentros cuando volvió a hablar -. Tengo un lindo culito que pienso hacer mio y no quiero a estudiantes ni profesores molestándome.

Escucho un silbido y las risas de su amigo al otro lado de la linea.

- ¿Y quien es tan importante como para que Kim Taehyung tenga que llevarlo a las Vegas? Bro, Tu nunca te esfuerzas por conseguir a un Omega. ¡Si esos siempre se rinden ante ti! Uff, que envidia...

Taehyung rodó los ojos y mordió su labio con diversión -. Es un Omega muy rebelde. Ya me ha rechazado dos veces... Incluso use mi voz de mando la primera vez.

- ¿En serio? Vaya... Debe de ser de esos Omegas nacistas-

- Feministas - Corrigió.

- ¡Esa vaina! - Bogum se rió y luego aclaro su garganta -. Como sea, ¿por que no te buscas un culo mas fácil y ya? Eso haría yo.

- Esa es la diferencia entre nosotros bro. Este Omega me pone mucho cada vez que se hace el difícil - Manifestó relamiendo sus labios nuevamente -. Lo encuentro muy excitante, que sea tan rebelde y difícil me gusta.

- ¿Como un reto?

- Mas bien diría que una apuesta...

- Bueno, estas en el lugar perfecto para eso. ¡Las Vegas nene! Lo que pasa allá, se queda allá... Menos si son contratos legales como los de matrimonio, esas vainas te persiguen como mosquitos, ew... ¿Sigues ahí, Tae?

Bogum le había dado una idea.

Una maravillosa y fantástica idea.

- Bogummy, ¿cuanto tardarías en habilitar el piso 26 para un juego en especifico?

- Depende del juego. ¿Que tienes en mente?

Una sonrisa libidinosa se dibujo en el rostro del pelirrojo y su lengua remojo su labio inferior. Su lobo aullando de victoria al saber tarde o temprano aquel bocado de Omega muy pronto estaría gimiendo entre sus sabanas.

- Poker. 

Sé Sólo Mío | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora