PRIMERA PARTE.

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«¿Cómo?»

Esa era la pregunta que Jungkook venía haciéndose desde que perdió.

«¿Cómo?»

Se dio la vuelta para observar el perfil del pelirrojo, sintiendo la sangre hervir en su cara y tomando una almohada para aplastar aquel feo rostro y asfixiar al dueño de este de paso.

- Muere perra, muere - Si, estaba loco. Odiaba perder todo de sí.

¡Literalmente!

Perdió aquella libertad que solo la maravillosa soltería le otorgaba.

Perdió su orgullo y dignidad.

Perdió el control sobre su Omega y ciertamente ya no era dueño de su culito.

Porque el puto de Taehyung se lo violo.

Y no importa lo que dijo el doctor que lo atendió al día siguiente, FUE VIOLACIÓN Y PUNTO.

Ah, y el susodicho pelirrojo ya estaba viendo la luz al final del túnel cuando de pronto Jungkook retiro la almohada de su cara y finalmente el oxigeno pudo ingresar a sus pulmones.

- ¡Maldito psicópata! - Tosió un poco mientras se sentaba y tocaba su cuello - ¡Pudiste haberme matado imbécil!

Estaba loco...

- No se pierde nada - Se encogió de hombros sin darle importancia al asunto. Mirando indiferente al mayor.

- ¡Uyy! Eres un put-

- ¿Cómo?

La pregunta quedo por un momento en el aire mientras ambos se miraban seriamente hasta que Taehyung rompió el silencio.

- Observación - Dijo y Jungkook se acomodó para escucharlo mejor -. Desde el principio ibas a perder. Incluso cuando te hablé de mi "casino" yo ya tenía todo listo para que terminarás siendo mío.

"No soy tuyo" Fue lo primero que pensó el pelinegro pero se limitó a quedarse callado. Su orgullo de Omega y de Gambler completamente lastimado.

- Explícate - Exigió.

- Solo si me das un besi-

Y fue un puñetazo en las costillas lo que lo recibió. Jungkook no tenia ni el mas mínimo indicio de ser gentil o por lo menos, educado. Se veía molesto, estaba molesto, si bien sus ojos eran como los de Bambi el pelinegro ahora mismo tenia un aura oscura que lo hacia lucir como el mismísimo Diablo.

Taehyung gruño molesto en modo de advertencia para el menor, nunca se había dejado intimidar y ciertamente no lo haría ante un Omega como Jungkook. Debía comenzar a enseñarle sus reglas al pelinegro...

- Habla, joder... ¡No entiendo como pudiste haberme ganado! - Tiro sus cabellos hacia atrás con exasperación. Taehyung simplemente se limito a encogerse de hombros.

- Quizás no eres tan buen apostador como pensabas.

Auch... Golpe bajo.

Jungkook estuvo apunto de responder cuando quedo completamente hipnotizado de la mirada en el rostro del mayor, aquellos orbes llenos de emoción, arrogancia y desafió. Mezclados con una sonrisa sátira y lasciva que de pronto lo hacían sentir pequeño, como si Taehyung le estuviera observando desde lo alto y él estuviera por mucho, muy lejos de aquel ser. Juraba que podía ver aquel iris brillar como el fuego mismo mientras inconscientemente retrocedía hasta quedar acostado en el sofá de la sala con el pelirrojo a horcajadas sobre él.

Se sintió intimidado y emocionado ante aquella desafiante mirada, mas aun cuando el pelirrojo paso su lengua sobre sus labios dejándolos brillosos.

Mierda... Era sexy.

Sé Sólo Mío | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora