PRIMERA PARTE.

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Sudor.

Mucho sudor cubriendo todo su cuerpo.

Jadeos.

Incesantes y como una melodía única se apoderaba del silencio del lugar, siendo solamente sus jadeos aquella música que retumbaba en sus oídos.

Besos.

Sus lenguas batallando en un sin fin de movimientos, succionando y mordiendo, probando la fruta prohibida y gustosamente aceptando aquel delicioso pecado. Embriagados del sabor de sus labios juntos, como si aquello fuera la Vid de Dionisio. Adictiva. Alucinante. Llena de locura.

Sus cuerpos chocaban entre sí en un delicioso vaivén que los mantenía absortos en su propio mundo. Sus caderas amoldándose la una en la otra, sus pieles bañadas por una capa de sudor brillaban bajo la tenue luz de la luna que entraba por la ventana.

- Mío - Reclamó Taehyung sujetándolo con mas fuerza por la cintura.

Jungkook sintió sus piernas adormecerse y su cuerpo sacudirse debido al placer que sentía. Arqueo su espalda y mordió su labio mientras gemía por lo bajo, se sentía delirando mientras que el miembro de Taehyung salía y entraba en él con una fuerza y un ritmo marcado. Golpeando tan placenteramente en su punto con cada estocada.

- ¡Ah ah! - No prestaba atención a nada más. Había olvidado que se encontraba en aquella tienda usando aún su uniforme de Maid. La falda se sacudía con cada una de las estocadas y Taehyung relamía sus labios al ver ese hermoso trasero aceptarlo con tan gustosamente.

- Eres m-mío Jungkook - Su orgullo estás por las nubes mientras lo escuchaba gemir de placer. Se sentía tan inmensamente bien poder poseerlo de esa forma.

Le dio la vuelta y lo subió sobre el mesón para poder ver sus expresiones mientras lo seguía follando. Jungkook cerraba sus ojos con fuerza y luego los abría cuando se sentía a punto de venir. Su respiración era agitada y entre cortada con sus gemidos. Sus caderas se movían al ritmo de Taehyung, elevando y bajando, de atrás hacia adelante, buscando la forma tan desesperante de poder correrse.

- ¡Ah T-Tae m-mas!

Taehyung lo observó fijamente con una sonrisa lasciva en el rostro mientras que Jungkook se removía entre sus brazos, aquellos labios hinchados se abrían solo para permitir que más jadeos escaparan de aquella boquita provocativa. Los brazos del menor se aferraban a su torso y sus uñas se clavaban en su espalda.

- Mi Omega - Reclamó gustoso mientras lo sujetaba de los muslo y Jungkook rodeaba su cuello con sus brazos, sujetandose mientras que las embestidas lo hacían elevar sus caderas y luego bajarlas con prisa.

- ¡Más! - Demandó sintiéndose al borde de su clímax.

Taehyung se acercó a su cuello y paso su lengua sobre éste, saboreando el dulzor del sudor del pelinegro y respirando hondo su aroma a vainilla.

Jungkook arqueó más su espalda y abrazó con fuerza a Taehyung cuando aquella última embestida le robó el aliento. Sintió unas cosquillas recorrer su vientre y su entrada palpitó mientras enrollaba el duro miembro del mayor, apretándose alrededor de éste y causándole un gemido lleno de placer a pelirrojo.

El líquido caliente lo llenó hasta comenzar a salirse por los bordes. Su propio semen había caído sobre su vientre y el del del mayor resbalaba de su entrada hasta manchar el suelo en pequeñas gotas. Respiró errático mientras tiraba de su cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello para el mayor.

- ¡Alfa! - Lo llamó, completamente consciente de lo que hacía. Ya no podía decir luego que no se acordaría de ello, porque era algo que quería -. Márcame d-de nuevo...

Sé Sólo Mío | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora