-¡SURPRISE!

2.3K 177 49
                                    

—CHARLIE, ESTOY SEGURO que no deberías poner tus manos ahí sin invitarme a una cita antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CHARLIE, ESTOY SEGURO que no deberías poner tus manos ahí sin invitarme a una cita antes.–bromeó Owen.

—¿Una cita? Ustedes ya están prácticamente casados.–comento su hermana.

—No se van a casar antes que yo.–murmuró Jeremy.

—No.–dijeron al mismo tiempo el canadiense y Owen.

La rubia soltó una carcajada.

Tanto ella como su hermano tenían los ojos vendados y eran guiados por sus amigos. Era su cumpleaños, los mellizos decidieron que no querían una gran celebración, principalmente porque no tenían mucho tiempo para organizar una fiesta, así que su plan era quedarse en el departamento, ordenar algo de cenar y ver una película, pero cuando Charlie y Jeremy llegaron gritando que tenían que arreglarse para poder vendar sus ojos, Addison supo que se traían algo entre manos y su presentimiento aumento cuando se bajaron del auto y comenzaron a caminar sintiendo un ambiente de fiesta.

—No se ni siquiera para que nos vendaron los ojos, ya sabemos que nos hicieron una fiesta.–murmuró el rubio.

—Owen, no les arruines la sorpresa.–murmuró Addison.

—Eres un pésimo cumpleañero, Owen.–comento Charlie.

—Y tú eres pésimo guardando secretos, Charlie.

Los cuatros caminaron un rato más hasta que el par de hermanos se vieron obligados a detenerse por una acción de sus amigos. Tanto Charlie como Jeremy, caminaron alejándose de los cumpleañeros.

—Ya pueden quitarse las vendas.–anunció Jeremy.

Los mellizos se quitaron las vendas que cubrían sus ojos y cuando los abrieron se estremecieron al escuchar como todos gritaban sorpresa. Los amigos de ambos estaban ahí, los compañeros de Owen y mucha más gente.

—¡Lo sabía!–exclamó Owen.

La rubia se dedicó en ir hacia sus amigos para abrazarlos y luego se acercó a Charlie y a Jeremy para agradecerles.

—Gracias, chicos.–agradeció con emoción.

—No fue nada.–murmuró Jeremy.

—Agradécenos divirtiéndote.–mencionó Charlie.

Ella sonrió asintiendo.

La fiesta comenzó. Addison se estaba divirtiendo junto a sus amigos, podía ver como su hermano la estaba pasando tan bien como ella y no sabía si era por el alcohol que había ingerido en el juego de beer pong pero estaba demasiado feliz de haber aceptado irse a Canadá con su hermano y conocer aquellas personas tan increíbles.

—¡Es tiempo de karaoke!–exclamó Tori.

Los presentes soltaron gritos de emoción y se dispusieron a buscar canciones.

LIAR || Charlie GillespieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora