-LA FOGATA

906 79 12
                                    

FOGATAS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

FOGATAS...

ADDI AMABA LAS FOGATAS.

Le hacían sentir en paz y le recordaba a todas las veces que las hacía de niña con sus amigos mientras calentaban malvaviscos para hacer s'more, es decir, que las asociaba con emociones positiva.

Pero el concepto que tenía de ellas cambió por completo cuando se encontraba sentada junto a su novio, en una fogata incluso más grande que ella, rodeadas de varias personas escuchando como un par de canadienses, Charlie y Patrick, tocaban la guitarra acompañando la melodía con su voz.

It's always on a night like tonight. I thank God you can read my mind. 'Cause when you look at me with those eyes, I'm speechless.–canto Charlie acompañado de la guitarra.

Addison no podía dejar de admirarlo. Era como si todo en él era perfecto ante sus ojos. Su cabello largo tocando sus hombros, sus ojos brillando con la luz del fuego, los lunares en su rostro que se movía con el movimiento de sus labios y su voz. Su voz... era como si su voz le hacía sentir en el cielo.

Starin' at you, standin' there, in that dress. What it's doin' to me, ain't a secret. 'Cause watchin' you is all that I can do and I'm speechless.–cantaron los canadienses acompañados de otras voces.

No eran sólo Charlie y Patrick cantando pero la rubia solo podía enfocarse en el chico junto a ella.

You already know that you're my weakness. After all this time I'm just as nervous every time you walk into the room, I'm speechless.–terminó la canción charlie con un suave rasgueo de su guitarra.

Addi admiro una vez más el perfil del canadiense y sonrió. Si tan solo desde el primer día que lo conoció hubiese aceptado lo increíble que es y cómo le provoca mariposas en el estómago con solo verlo, en vez de mentirse a ella misma, todo hubiese sido diferente aunque tal vez no estaría donde está ahora.

—¿Que?–pregunto Charlie al ver que la rubia no dejaba de verlo con una sonrisa en su rostro.

—Nada. Nada.–murmuró ella bajando la mirada.

Él rio levemente para acercarse al rostro de su novia y antes de besar levemente su mejilla murmuró algo, haciendo que su aliento frío chocara en la delicada piel de la rubia.

—Serias una linda acosadora.–murmuró para entonces besar su mejilla, sintiendo cómo sonreía.

—No estaba acosándote.–replicó volviendo a conectar sus ojos con los azulados del canadiense.

—La verdad es que me sentí un poco acosado.–bromeó.

—No puedo acosar lo que ya es mío.–murmuró ella con un movimiento de sus cejas que produjo que él riera.

—Cierto.–murmuró acercándose nuevamente a su rostro pero esta vez junto sus labios en un corto beso.

Estar con el canadiense era como una brisa de aire fresco, le hacia sentir tan bien. En el momento en el que sus labios se separaron, Addi sonrió, juntando sus frente perdiéndose unos segundos en los azulados ojos de su novio y antes de separase beso la punta de su nariz, recibiendo un tierno gesto de parte de él, arrugo su nariz haciendo que el estomago de la rubia se llenara de mariposas.

LIAR || Charlie GillespieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora