- 《 oh no, there you go, making me a liar 》
La vida de Addison era normal comparada con la de su hermano el actor Owen Patrick Joyner pero su vida cambia cuando él le pide que se mude a Canadá junto a él y su compañero Charlie Gillespie, del que ell...
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—VAMOS, OWEN. Meghan debe estar esperando por nosotros.–exclamó la rubia ansiosa.
—Espera, mi maleta aún no sale.
Los hermanos joyner se encontraban en el aeropuerto a minutos de ver al canadiense que ambos querían mucho.
—¡Ahí viene!–exclamó la rubia al ver la maleta de su hermano.
Owen tomó la maleta apenas pudo y se encaminaron hacia la salida en búsqueda de Meghan, la hermana de Charlie, que los estaba ayudando a sorprender al actor.
Hasta aquel momento, Addison no se había sentido nerviosa, más bien sentía emoción pero al momento en el que ella y su hermano se subieron en el mismo auto que la hermana del canadiense, los nervios se apoderaron de ella.
—Hace calor, pero se siente más fresco que en casa.–mencionó Owen desde el asiento trasero.
—Si, es agradable.–murmuró la rubia con su mirada en la ventana.
—¿Estas nerviosa, addi?–pregunto con gracia su hermano.
—La verdad es que si, un poco.–respondió haciendo reír a Meghan y al rubio.
—Tranquila, ya lo planeamos. Él probablemente esté en su habitación y yo lo llamaré para que me ayude con unos paquetes y ustedes entrarán por la puerta trasera.–explicó Meghan.
—Y entramos a su habitación a sorprenderlo, si, lo se.–murmuró Addison nerviosa.
—Hace diez minutos no estabas tan nerviosa, hasta donde sé charlie no muerde.–bromeó su hermano.
Addison no dijo nada porque ni siquiera ella sabía porque se sentía tan nerviosa, tan de repente. Hace menos de una hora estaba exaltada de la emoción por ver al canadiense pero ahora esa emoción se había ido y lo único que podía sentir eran los nervios apoderándose de ella, tal vez porque tenía más de un mes sin ver a Charlie.
—Les voy abrir la puerta trasera antes de llamar a Charlie.–anunció Meghan cuando llegaron a la casa.
Owen y Addison asintieron bajándose del auto, siguiendo a la ojiazul. Ella entró a la casa mientras ellos esperaban frente la puerta cerrada.
—Se lo que estas pensando y Charlie va estar feliz de vernos, así que deja de maquinar tanto la situación.–murmuró su hermano colocando sus manos en sus hombros para darle apoyo.
Ella asintió. Él tenía razón, sus pensamientos estaban dudando de que eso había sido una buena idea e incluso se preguntaba si el canadiense estaría feliz de verlos.
