- 《 oh no, there you go, making me a liar 》
La vida de Addison era normal comparada con la de su hermano el actor Owen Patrick Joyner pero su vida cambia cuando él le pide que se mude a Canadá junto a él y su compañero Charlie Gillespie, del que ell...
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—Y LUEGO que bates todo eso, solo tienes que armar pequeñas bolitas, las metes en el horno y ¡listo!–exclamó Addi.– Tienes galletas con chispas de chocolate.
—Tú masa se ve mejor que la mía.–murmuró Meghan a través del teléfono.
La rubia se encontraba en la cocina mientras hacía video llamada con Meghan, la hermana de Charlie, y juntas preparaban galletas, a la distancia.
—Meg, tú mezcla se ve igual que la mía.–afirmó la rubia.–Incluso mejor.
La ojiazul a través de la pantalla hizo lo que la rubia le indicó y empezó a crear bolas para colocarlas en una bandeja.
—Se que quieres preguntarme, así que hazlo, pregúntame por mi hermano.–murmuró Meghan con gracia.
—Me pediste que no habláramos de él, que era una charla de chicas.–dijo con gracia.
—Lo sé, pero veo que estás ansiosa por preguntarme.
La rubia soltó un suspiro.
—Está bien,–murmuró blanqueando sus ojos.–¿Como esta charlie?
—Está bien, está en una caminata con sus amigos.–anunció.–Te extraña, no lo dice pero cuando le pregunto por ti puedo ver en sus ojos que te extraña.
Addison mordió su labio inferior, bajando la mirada mientras trataba de hacer bolitas con la masa de galletas.
—También lo extraño, ojalá pudiera verlo más seguido, como antes.–confesó.
—Deberías venir a visitarlo.–sugirió la ojiazul terminando de colocar masa en la bandeja.–Y lo digo enserio, ven a visitarnos.
Addison se detuvo unos segundo a pensar en lo que estaba diciendo su amiga.
—Si, debería hacer eso.–murmuró.
—Podrías hasta sorprenderlo.–mencionó Meghan.–Su cabeza explotaría si haces eso.–bromeó tomando la bandeja para meterla en el horno.
La rubia soltó una carcajada mientras hacía las galletas. Cuando estuvieron listas se despidió de su amiga prometiéndole que pronto se verían y fue tanto que mientras esperaba a que las galletas se enfriaran, Addison pensaba en lo mucho que extrañaba al canadiense y lo mucho que le gustaría tomar un avión hacia Canadá, sorprenderlo y pasar tiempo con él.
La rubia colocó unas galletas en un plato y lo tomó para dirigirse hacia donde se encontraba su hermano, que era en la habitación de sus padres tocando la batería.
La rubia se quedó unos minutos en el borde la puerta observando a su hermano con una sonrisa, eso pasaba cada vez que lo escuchaba tocar y sentía orgullo de lo talentoso que es.
—¡Owen!–lo llamo pero este ni se movió pues el sonido de la batería no le permitía escuchar a su hermana.–¡Owen!
El rubio estaba tan concentrado tocando el instrumento que no se daba cuenta de la presencia de su hermana.
