Capitulo 4

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Ojos de tristeza. Capítulo 4.

Aviso: este capítulo contiene palabras que podrían llegar a ofender a algunas personas.

- Akashi, vamos a comer pasteles a ese lugar del otro día – exclamó Bokuto mientras se movía felizmente.

- Claro Bokuto-san, podemos comprar un par de esos que te gustan. – Akashi se giró para darle una sonrisa y vio como Bokuto miraba fijamente al otro lado de la calle - ¿Bokuto-san?

Bokuto sin escuchar a Akashi salió corriendo rápidamente en la dirección en la que estaba mirando por lo que el muchacho se sorprendió y simplemente siguió corriendo junto a él. Al llegar Akashi vio algo terrible, Kenma estaba en el suelo, desmayado y con sus muslos cubiertos de sangre.

- Akashi, llevémoslo al hospital – Dijo bokuto de manera cortante y seca.

El pelinegro solamente asintió y Bokuto tomo suavemente a Kenma entre sus brazos, Akashi se quitó su chaqueta de la escuela y lo cubrieron con eso. Bokuto podía sentir las costillas de Kenma, lo notaba demasiado delgado, muy dañado y con vendas en sus muñecas.

- Dios, la última vez que nos vimos te veías bien, Kenma. ¿Qué te ocurrió? -

Lo que todos no sabían era que para Kenma las cosas venían mal de hace mucho tiempo y el chico solamente colapso hace un mes. venía atormentándose desde hace varios meses por que había descubierto aquellos sentimientos que tanto lo acomplejaban, sus sentimientos por su mejor amigo le hicieron comenzar a plantearse tantas cosas que lo fueron superando poco a poco, el simple hecho de mirarse a un espejo y verse reflejado en el era terrorífico, preguntándose siempre lo mismo ¿Cómo podría Kuroo fijarse en mi siendo un hombre?¿Por qué tuve que nacer como un hombre? ahí fue cuando Kenma comenzó a dejar poco a poco la comida, quería ser delgado, tener cintura y una figura más "femenina", pero poco sabía el muchacho que eso le terminaría haciendo tanto daño.

Unos días antes que todo colapsara Kenma se encontraba mirando ropa en una tienda del centro. el chico llevaba varios días mirando una falda que estaba colocada en un maniquí y en la mañana de ese día se convenció de comprarla, el muchacho fue justo después del horario del almuerzo que era cuando había menos gente en la tienda, Rápidamente tomo la falda de su talla, y se adentró en el probador para proseguir a ponerse rápidamente la falda, se giró y comenzó a mirarse en el espejo de la pared, le gustaba lo que veía, se sentía lindo y feliz por cómo se veía con esa prenda, se la quitó y salió del probador rezando por que nadie lo reconociera, Para la mala suerte del colocador había una persona observándolo desde que entró al probador

- ¿Así que además de un estorbo eres maricón? – Dijo entre risas la novia de su amigo Mientras se acercaba al chico. – ahora que lo pienso, como que siempre andas muy juntito con Kuroo, ¿acaso te gusta? -

Kenma estaba callado, se sentía nervioso y la ansiedad lo estaba atacando, pensar en que pasaría si Aratani le contaba a todos sobre que él estaba comprando "ropa de mujer", o peor aún como lo vería Kuroo, seguramente el sentiría asco.

- eres realmente repugnante, No te quiero cerca de mí ni de mi novio por que puedo mostrarle algunas fotitos de ti comprando una faldita. -

- por favor déjame tranquilo. – dijo Kenma suavemente.

- Sabes, quizás si mueres puedes volver a vivir como una mujer de verdad.

- NO QUIERO SER UNA MUJER POR LA MIERDA. – Kenma en este punto había perdido la poca paciencia que tenía con ella. la chica se acercó a Kenma quedando a unos pocos centímetros de su rostro.

– ¿Qué pensará Kuroo de todo esto? Seguramente sentirá el mismo asco que estoy sintiendo en este momento.

Kenma tiró la falda y empujó a la chica lejos para seguido salir corriendo de la tienda, Las lagrimas amenazaban por salir pero se aguantó hasta llegar a su casa, cerrando la puerta de su habitación tras de el lanzó su bolso lejos haciendo que este desparramara todos sus útiles escolares, fue entre llantos a recogerlos y ahí el chico vio un sacapuntas, lo tomo entre sus manos y con un poco de dificultad logró desarmarlo, como estaba solo en casa camino con la pequeña navaja entre sus manos hasta llegar al baño. El chico se miraba al espejo mientras de sus ojos no paraban de caer y caer lágrimas, abrió el grifo dejando una suave corriente de agua y deslizo la navaja por su muñeca 1, 2 , 3, 4 y 5 veces mientras lloraba, Kenma ya no pudo mas y se arrodillo en el baño ahogado en llanto, se abrazaba a si mismo mientras la sangre le manchaba la ropa, y la cara.

Ojos de tristeza | Kuroken | Kenma |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora