𝑷𝑹𝑶𝑫𝑰𝑮𝒀- Uchiha Sasuke.

¡Facetas de la tortura!

¡𝑳𝒆𝒔 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒏 𝒗𝒐𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊 𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒆𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂!¡𝑴𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔 𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔!

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"Muchas estrellas brillan en el universo, pero en el mío solo brillas tú"

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Annami Hatake

-Pásamela, pásamela- moví mis manos con rapidez.

Me la dió y comencé a buscar en los datos, siempre colocaban ese al final, recorrí con mi mirada cada uno con atención hasta que llegué y abrí mis ojos por que no me lo esperaba.

-¿Qué es?- preguntó preocupado.

- N-negativo- respondí.

Por una parte al leerlo suspiré de alivio pero por la otra algo no estaba bien, sentí una mini puntada al corazón, tal vez me había ilusionado demasiado, quizás si me hubiera gustado que dijera positivo, tal vez cada noche durante estas 2 semanas si me imaginé una familia con mi Uchiha. Y fue aún más cuando vi esa mirada en Sasuke, sabía que él estaba muy esperanzado con la idea de ser papá sin importar lo joven que era, él estaba emocionado con la posibilidad de tener un bebé y ahora me asusta que se vaya a decepcionar o enojar por el hecho de que no va a ser así.

Apreté un poco las sábanas entre mis puños y mordí mi labio inferior, levanté la cabeza, por fin pude verlo pero él estaba inmóvil, no podía ver su rostro muy bien ya que su cabello lo tapaba pero después de unos minutos suspiró y levantó su rostro mirándome con una pequeña sonrisa que se formaba en sus labios aunque yo sabía que detrás había una mueca, además sus ojos estaban levemente apagados, me sentí mal.

- ¿Vamos?- dijo acercándose y ofreciéndome su mano.

Solo asentí, me paré con cuidado y con la manta me envolví hasta la cabeza, fruncí mis labios, lo siguiente que sentí fue como me alzó y yo pasé mis brazos por su cuello para sostenerme. El camino de vuelta al apartamento fue silencioso, sólo se escuchaban nuestras respiraciones y el frío viento mañanero que chocaba en mis mejillas. Cuando llegamos a casa ya me sentía un poco mejor físicamente pero psicológica no lo creo, hace unas horas dudé tanto en si eran síntomas o algo parecido y ahora nada de eso existía.

Me bajé y lavé los dientes por última vez en el baño, fui a la cama tapándome rápidamente con las sábanas tratando de sentir algo de calor, minutos después a mi lado sentí el peso de alguien acostándose detrás mío y pasando su mano por mi abdomen como si lo acariciara con ternura e inconscientemente me dio pena, mis ojos ya se encontraban llorosos pero no quería preocuparlo.

-¿Cómo te sientes?- preguntó suave.

Maldita sea, esa pregunta, ¿no les pasa que creen poder retener lo que sientes pero te preguntan esto y entonces ya no lo puedes ocultar?, acaba de suceder. No lo pude evitar y el primer sollozo se dió a escuchar seguido de los demás para que por fin mis lágrimas cayeran.

-¿Qué sucede, Nami?- dijo cuando me volteé a verlo y abrazarlo fuertemente.

-L-lo siento Sasuke- hablé aferrándome a su cuello.