Kambe había notado el comportamiento extraño de Haru después de la reunión no tan agradable con su abuela aquella vez. Le veía mirar el calendario de la cocina de vez en cuando, y había veces donde se le acercaba; pidiendo un abrazo. Claro que no se lo negaba, pero viniendo de Haru, era extraño. Hasta que una tarde le preguntó cuándo llegaría su celo a lo que no contesto. Algo pasaba y esperaba averiguarlo... ¿Se estará fijando en mi? ¿Mis sentimientos serán correspondidos? El alfa se sonrojo de solo pensarlo, le agradaba más la idea de que Haru estuviera con el voluntariamente, pese a dejar de lado lo más que quiere, a estar con el de manera forzada y obligada.
Sus compañeros en el trabajo le preguntaron si "ellos" eran su familia escondida. Algo así como un amor prohibido, dicho por Saeki y Kamei le miró de forma intensa en espera de una confirmación.
— Sí, son mi familia. -respondió de forma seria.-
— Es extraño, es decir, nunca había visto un omega que se viera bien parecido y oliera tan amargo. L-Lo digo con todo respeto, Kambe. -se apresuró a decir Kamei al notar la ola de feromonas agresivas hacia su persona.-
— Cuida tus palabras frente a mi. -le advirtió con una mirada oscurecida.-
— Vamos, Vamos... -Saeki soltó una risilla nerviosa y palmeo sus manos frente a sus dos compañeros.- Ya nos podemos ir a casa.
Daisuke le dirigió una última mirada amenazante antes de salir de la oficina y edificio. Se adentró en su automóvil de color negro (Lykan Hypersport), y condujo hacia el apartamento. Al llegar encontró a Haru y Yuu en la sala de estar; ambos pintando. Al notar la presencia del alfa, Yuu se levanto llamándolo "papá" mientras le abrazaba las piernas. Haru sonrió enternecido por tal gesto y se levanto para recibirlo también.
— ¿Cómo estuvo el trabajo? -preguntó curioso.- ¿Atrapaste malas personas?
— No, hoy estuve haciendo papeleo. -confesó y removió su saco para colgarlo en el perchero.-
Haru asintió pensativo y vio como su hijo corría de vuelta con sus crayones. Miró a Kambe lentamente y recordó lo que le dijo Suzue acerca de ayudarlo. Se acercó al alfa con pasos lentos y tragó. Kambe al verlo de esa manera, enarcó una ceja y se sorprendió al olfatear el aire. Haru estaba estresado y su olor amargo se hizo más fuerte.
— ¿Qué ocurre? -preguntó preocupado y le sostuvo.-
— Y-yo quiero ayudarte, Kambe. -confesó con el entrecejo fruncido.- Pero no sé como ser un omega, no fui educado como los demás. -esos ojos color miel se aguaron y el lobo de Kambe soltó un quejido al ver a su omega en ese estado.- No te puedo dar hijos, pero si estar conmigo te ayudará...-agacho su cabeza y con sus manos temblando, mostró su muñeca derecha; enseñando el glande que tenia ahí. {Marca de cortejo}.-
— Haru -abrió sus ojos sorprendido y confundido.- Espera, ¿Estás seguro? -preguntó temeroso y vio a Haru levantar su cabeza y sonreírle de esa manera tan ingenua e inocente.-
Kambe tomo el brazo derecho de Haru con sus dos manos. Una le sujetaba la mano y la otra el antebrazo para que no se moviera. Había leído que dolía, aunque no como la marca oficial, pero no llegara a eso (Ya saben porqué). Sus ojos azules-grises conectaron con los mieles contrarios, buscando algo que lo detuviera, pero nada. El omega le sonrió para calmarlo y Kambe mostró sus caninos para seguidamente morder fuerte. Escuchó como sus caninos rompían la piel y un sollozo proveniente del omega, que trababa de alejarse del alfa. Daisuke se alejo, cuando saboreo ese líquido rojizo. Ahí se relamió sus labios y socorrió a su omega con un Yuu gruñéndole detrás para que dejara a su mamá.
— E-Estoy bien, bebé. -le aseguró a su hijo y le mostró su muñeca vendada- ¿Kambe te agrada? -preguntó con sus ojos y nariz roja por el reciente sollozo.-
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A Soul Battle
FanfictionUn omega de 39 años, Haru Katou y su hijo de dos años. Daisuke Kambe, un alfa de 27 años. ¿Qué les deparará la vida a esto dos seres? ¿Cómo sus caminos se cruzarán? {Soy un asco haciendo pequeñas descripciones, así que solo pasen a leer y espero...