A Soul Battle

Capítulo 8

Suzue vio como su primo, y prometido, suspiraba en el mueble por séptima vez en lo que va de día. Primero lo ayudaba a deshacerse de unos cuerpos del edificio donde era dueño y luego lo había traído a su casa para que pensara bien en lo sucedido, pero ya de eso un mes. Solo repetía cosas como "mío", "Haru" y "no lo quiero", aunque le preguntaba este no le contestaba en lo absoluto. Se acerco a él y tomo asiento a su lado, antes de coger entre sus manos la mano derecha de Kambe para darle un apretón.

— ¿Qué sucede? -preguntó con un tono de preocupación en su voz-

Kambe le miro a los ojos para alejar su mano y entrelazar sus propios dedos juntos como para darse fuerzas así mismo.

— Deseo y quiero a alguien. Un varón, omega, pobre y sin educación. Tiene un hijo de dos años, alpha, pero sin parentesco alguno de por medio. Lo quiere como tal. Es alto, amoroso con su hijo -dejo salir un pequeño gruñido- inocente e ignorante. Lo consideraría estúpido a veces, pero mi alpha lo quiere así, Suzue, -giró su cabeza un poco para verle a los ojos- yo lo quiero.

Suzue parpadeo y trago en seco para llevar su vista a su regazo. No era que su compromiso era basado en sentimientos, en lo absoluto, pero era algo familiar el casarse entre familiares lejanos, para que su linaje se mantenga puro. No importa si eran dos alfas juntos, betas u omegas, solo tenían que ser de la familia Kambe y su destino estaba trazado. No negaba que tenia ciertos sentimientos platónicos hacia su primo y que haría cualquier cosa para verle feliz y tenerle cerca suyo, pero más allá de eso; nada.

— Entiendo, pero sabes que la abuela no lo aceptará. -dijo casi en un susurro- Además, sé que no gruñes o dejas salir tus feromonas por el hecho de que el pequeño sea un alfa ¿Me equivoco? -enarco una ceja para dar hincapié en su pregunta- Si no por el hecho de que esta en tu camino para poder estar con el omega. No puedes arrebatárselo así como así. -dijo preocupada- Sufrirá y no te perdonará nunca si lo haces.

— -Kambe frunció su ceño levemente, pero luego miro a un punto ciego en la pared- No importa, lo mataré y lo obligaré a estar conmigo. La ley esta a mi favor y lo sabes más que nadie.

— Kambe, piensa bien las cosas antes de actuar. Primero tienes que resolver lo de nuestro compromiso, y por ultimó explicarle la situación al omega para que entienda del por qué harás lo que harás. -trato de razonar con su primo-

— Le he estado dejando pequeños regalos de cortejo, pero me ha rechazado cada uno de ellos ¿Cómo explicarle lo qué haré? Mataré a su hijo para poder estar con el, sabes que los alfas no aceptan hijos de otros a menos que no sean propios. Lo entenderá, lo sé. -dijo confiado, pero sus ojos se aguaron y su prima abrió sus ojos sorprendida-

— Kambe -suspiro-

— Le haré tomar clases de como ser un omega, y lo protegeré. No dejaré que nadie le vuelva a llamar defectuoso. -estrujó sus ojos con sus nudillos-

— ¿Defectuoso? -preguntó con el ceño fruncido- Explicate, Kambe.

— No es de tu incumbencia o lo lamentarás, Suzue. -le hablo en su tono suave, profundo y gélido como usualmente hablaba, pero con una advertencia entre palabras-

Kambe se levantó del mueble y acomodó un poco su t-shirt y joggers antes de comenzar a caminar fuera de la sala de estar e irse de la casa de su prima. Tuvo un mes completo para componerse de lo sucedido y organizar su sentimientos por el contrario.

Iría a por todas.

Haru camino por aquellas calles tan conocidas para el junto a su hijo, que ya estaba sano y fuera de peligro, recogiendo reciclaje como de costumbre. Creía que aunque se hubiera ganado el quedarse en aquel lujoso apartamento y edificio con comida y ropa, tenía que trabajar para procurar por las cosas de su hijo y suyas por igual. No podía acomodarse, no cuando toda su vida lo que ha hecho es cambiar de lugar, y nada era estable o duradero. Lo sabía, pero pensaba que había cierta excepción con su hijo, el se quedaría para siempre con el sin importa qué.