Capítulo 20: Lo que sucedió esa noche

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Hola de nuevo!!!
Estuve desvelandome por este cap pero creo que está descente.

ADVERTENCIA: Este contenido puede tener algunas escenas de violencia, sangre y demás. A tomar en cuenta!!!!

Bueno mi deber a terminado....Suerte.







El viento soplaba lentamente, un pequeño silbido se podía escuchar si agudizabas el oído, la niebla seguía presente pero se había atenuado ese día dejando al descubierto parcialmente lo que había sucedido, pero aún así la escena era tan impactante que cualquiera podía saber exactamente qué había pasado. La escena mostraba un campo semi abierto, los árboles en el lugar tenían signos de espadas, mostrando la dura lucha que hubo, las manchas de sangre, pero sobre todo los cadáveres esparcidos por el lugar, si es que se pueden definir como cadáveres a aquellas masas de carne que podían encontrarse esparcidas por el lugar.

En esta misma escena, tres personas seguían vivas como testigos de lo ocurrido. A pesar de haber pasado muchas horas del suceso, ninguno había pronunciado palabras.

Lan Wanji se encontraba a orillas de aquella pendiente, repitiendo en su mente lo que sucedió aquella noche, escenas sobreponiéndose unas con otras.

Una furiosa fuerza había estallado en el momento en el que Wen Chao lo había atacado con su espada, dejando a todos sorprendidos por la dirección de la que venía, pero fue aún peor lo que vieron después.

Una gran cantidad de energía resentida se desbordaba del cuerpo tembloroso de Wei Wuxian, aquella energía parecía emanar de él mismo. Una sonrisa sádica apareció en aquel rostro dando una imagen aterradora, aquella risa empezó como un murmullo hasta que llegó a todos los presentes. Seguidamente aquella energía que parecía rugir de hambre se abalanzó sobre todos los enemigos, sobre todos los Wen, dejando de lado a los hermanos Wen y Lan Wanji que solo pudieron ver aquella escena que empezaba a desarrollarse frente a ellos.

Los gritos no se hicieron esperar. Sus cuerpos estaban siendo engullidos por aquel poder oscuro, sentían su cuerpo arder como si estuvieran siendo quemados enteros, sus mentes eran otra historia, era como si sus cerebros estuvieran siendo derretidos con ácido, alucinaciones tras alucinaciones siendo torturados en un microsegundo, sus gritos de ayuda se podían escuchar a kilómetros de distancia, el averno en persona para ellos. La sangre empezaba a salir de cada orificio en sus rostros antes de caer en la locura y empezar a comer o cortar sus propios cuerpos, intentando deshacerse de aquel dolor que los dominaba. Algunos de ellos agarraron su propia espada para quitarse los brazos, piernas mientras tenían una mirada de alegría al ver aquel dolor desaparecer. Otros que no tuvieron suerte de sostener sus espadas habían empezado a morder y comer sus propios cuerpos, sacarse los dedos de las manos, algunos mordieron la carne de sus brazos, piernas, algunos empezaron a sacarse los globos oculares, la lengua, y todo lo que sus manos encontraran. Wei Wuxian se encontraba viendo aquello que él había provocado con una sonrisa de satisfacción, la energía resentida resonando ante aquella felicidad empezó a atormentarlos más enérgicamente.

Entre aquellos cuerpos, sufriendo el mismo destino se encontraban dos personajes, un Wen Zhuliu que intentaba desesperadamente no perder la cordura ante aquella tortura, pero poco a poco uno podia ver que no había ninguna esperanza en su vano intento. Con un solo movimiento de su mano mandó a todos aquellos cuerpos atacar a éste, una risa divertida salió de Wei Wuxian cuando vió a éste, gritando al ser su cuerpo devorado por éstos y logrando que bajara la guardia para luego perder la cordura igual que los demás. O incluso peor.

Su mirada se dirigió a su otra presa, Wen Chao, éste permanecía retorciéndose cerca de Lan Wanji. Su mirada nunca se encontró con el jade, en cambio miró fijamente a aquella persona que durante algún momento había bajado la guardia con él, solo para que éste lastimara a su persona querida y lo intentara matar, arrebatar de su lado, separarlos, fue un tonto al pensar que aquella escoria cambiaría. Bueno...

Mi sacrificio, tu oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora