Estaba muy emocionado, por fin iría al callejón, lo que más me daba curiosidad eran las varitas, pero sólo curiosidad en realidad no me agradaban, ¡es decir! era el equivalente a que todas las personas con magia anduvieran cargando un arma, lo peor de todo es que el arma te elegía a ti, como si el arma se sentirá superior a ti, sin mencionar el hecho que eran unas malditas traidoras que podían cambiar de lealtad, y las supuestas más leales como las de pelo de unicornio eran unas melancólicas lloronas.
A diferencia de la mayoría madre me llevo el callejón diagón tan sólo una semana antes del inicio de clases, a diferencia de todos que van un mes antes, esto debido a que ya tenía prácticamente todos los materiales incluyendo los libros, excepto el uniforme y la varita, por lo cual no podría encontrarme con Harry en esta ocasión, tendría que esperar encontrarlo en el tren.
El plan es era siguiente: en primer lugar iriamos a comprar la varita, mi madre tenia curiosidad por ver cuál me elegiría, después me llevaría a la tienda de los uniformes, y mientras yo estuviera ahí ella iría a la tienda de un conocido a ofrecer su nuevo acondicionador para cabello que había creado, así que yo planeaba escaparme un momento para ir a comprar algunas cosas que me servirían por si mi benefactor me encomendada alguna misión, tal como ropa, cuerdas, así como los materiales para crear una máscara (como la de Vanir de konosuba).
Mi madre entro a Ollivanders, yo estaba distraído mirando los alrededores me percaté que había gente pero no tanta como me imaginaba, supongo que es porque venimos muy tarde, para cuando entré el señor Ollivander y mi madre tenían una acalorada conversación.
-Laura así que ¿ese pequeño es tu hijo?
-así es señor Ollivander, creo que nunca se lo había presentado se llama Agustín, confío en usted para su primera varita.
-por supuesto que sí, aunque me han visitado un poco tarde, estaba preocupado de qué... bueno ya sabes tu hijo no fuera a Hogwarts.
-no se preocupe su padre y yo también creíamos lo mismo, y ya había platicado con mi hijo para que no sufriera una decepción en caso de que no fuera admitido.
-realmente me alegro, y digame su marido Alan ¿cómo se encuentra?
Realmente me ha traído materiales de muy buena calidad así que para ustedes les haré un descuento especial.
-mi marido otra vez salió a recolectar materiales posiblemente regrese después de Halloween o tal vez los primeros días de diciembre.
-ese hombre realmente es valiente, pero debería de ir pensando en cambiar de oficio y pasar más tiempo con su bella esposa. Muy bien muchacho ven acércate. ¿Como dijiste que te llamas?
-Me alegra conocerlo señor Ollivander, como mi madre lo dijo mi nombre es Agustín.Inmediatamente comienzo a sacar medidas con una cinta métrica anotar algo en un pequeño cuaderno, después de eso simplemente dijo, ¡creo que ya se lo que necesitas! acto seguido saco 6 varitas mágicas, despues me dijo que tomará la primera y la agitara, para sorpresa de nadie no pasó nada, me di cuenta que sin querer había disminuido mi poder mágico al nivel más bajo posible, así que al darme cuenta de mi error incremente mi poder al máximo, esto causó que 4 de las 5 varitas restantes que estaban en el mostrador cayeran al suelo, yo con mi mano derecha tomé la que aún se mantenía en el mostrador y la agite, no pasó mucho realmente, nada de luces mágicas o de mover objetos simplemente sentí como si alguien me diera un chocalas (dame esos 5), el señor Ollivander le parecio algo común y dijo ¡bien parece que esa es tu varita!, Claro que cuando dijo eso yo había vuelto a disminuir mi poder al minimo, así que él trató de consolarme y decirme qué el poder mágico crecía con el tiempo, con estudio y preparación.
Yo le pedí al señor que me vendiera una funda o una vaina para cargarla en la sintura, no quería que la varita se rompiera, realmente no me interesaba mucho la varita sin embargo le costaría dinero a mi madre y sería útil para mantener las apariencias, el buscó y encontró una vaina rígida que según él evitaría que se rompiera por cualquier accidente.
Después de elegir la varita madre me dio dinero para un helado, dijo que quería platicar con el señor Ollivander de mi padre un poco más, por tanto acepté y salí de la tienda después de todo tenía que hacer compras secretas y este tiempo la aprovecharía para eso.
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Llegando al mundo de Harry Potter
FantasiLa gran mayoría de los personajes no me pertenecen, Pertenecen a J.K. Rowling, y también algunos conceptos y personajes pertenecen a Juan Rulfo. y B. Traven. Esta historia es completamente improvisada no tengo pensado nada solamente le escribí por...