08 Las clases en Howarts

60 9 0
                                    

El comenzar a adaptarse a una nueva escuela siempre es complicado y más cuando lleva años que no estudias en una escuela.
Para la mayoría de estudiantes era complicado adaptarse de las clases mágicas aunque para los niños nacidos de muggles posiblemente fue un poco más complicado.
Para Agustin en realidad lo único complicado era el choque de sentido común, era un mundo donde existe la magia, la cual rompe completamente con tu esquema mental.

Lo que impresionó a cualquier chico eran las 142 escaleras en hogwarts y aunque con el tiempo se empezaron a acostumbrar, era un verdadero laberinto, Agustín estaba consciente que los principales problemas serían Filch y su gata, los fantasmas, los cuadros con vida y por supuesto el dúo dinámico de los gemelos Weasley.

La primera misión fue tratar de memorizar toda la escuela, memorizar rutas de escape.

Las clases erán más que magia, sin embargo básicamente era memorizar, controlar el flujo de mana y también estudiar cielos nocturnos cosas que realmente no le importaban, de entre todas la que más le llamó la atención de momento fueron pociones, transformación, hechizos y por supuesto historia de la magia con el profesor Binns (después de todo si te encuentras en un mundo nuevo conocer su historia sería algo básicos de que deberías saber).

Agustín trato de no interferir mucho en los susesos que estaban por ocurrir el suceso con la profesora mcgonagall pasó básicamente igual, incluso el suseso de el hechizo de levitación con las varitas pensó que pasaría de la misma manera pero no fue así.

En la clase de encantos con el profesor Filius Flitwick, ocurrió una de las cosas que más avergonzaron a Agustín, se había percatado de que con la varita no era muy hábil por alguna extraña razón resultaba que algunas veces ni siquiera se activaban los encantamientos y justo eso lo frustraba.
El podía hacer magia pero no podía revelar que podía hacerla sin varita, y por otro lado su compañera Hermione lo miró con compasión y pensó que era un completo inútil, en esa ocasión en lugar de corregir a Ron Weasley, lo corrigió a él y le trató de ayudar pero aún con su ayuda no logró hacerlo, ya furioso tomó la varita con su mano derecha, ignoro todo tipo de indicación incluso el canto, solamente inyectó Maná dentro de la varita al notar que se resistía inyectó una mayor cantidad, tanta que incluso sentía que la varita comenzaba a temblar pero por fin pudo hacer levitar la pequeña pluma y entonces el profesor se acerca, era un hombre interesante, extrañamente contrario su pequeña estatura cuando se acercó sintió una gran aura viniendño de él, ese tipo de aura que solamente la ostentan los que son verdaderamente poderosos, después de todo él sabía detectar el poder mágico así que inmediatamente disminuyó su poder al nivel del compañero más débil que había en el salón (igualando al de Neville).
El profesor se acercó a él, se le quedó viendo a su varita, inmediatamente Agustin inclinó la cabeza de vergüenza hacia abajo y dejó de mirarlo, pidió disculpas al profesor diciéndole que no tenía mucho talento y el profesor le dijo que quería verlo terminando sus clases el dia de mañana, lo cual él inmediatamente accedió, tenía miedo de que lo expulsarán si no mostraba un incremento en sus resultados y aunque la mayoría de clases iba bien todo lo que requería el uso de varita evidentemente era un desastre.

Ese mismo día terminando la clase Hermione espero que sus compañeros salieran de clases y se quedó a hablar con el profesor Flitwick,
- profesor me gustaría hablar con usted, me gustaria que me brindara un poco de su tiempo
-jovencita Hermione, de nuevo eres tú ¿quieres que te preste otro libro sobre encantos? Dime ¿te gusto el libro que te preste?
- sí profesor, pero no quería hablar de ese tema por ahora, queria hablar de mi compañero Agustín, y me gustaría que le tuviera un poco más de tolerancia y le dedicara más tiempo.
-bueno sí, ciertamente ha llamado mi atención, y creo saber cuál es su problema
-así que usted también ha investigado acerca de su familia, entonces ya saber que a pesar de ser de hijo de magos su mamá parece tener el mismo problema que él, un poder mágico muy pequeño, incluso se dice que su madre no recibió carta para asistir a Hogwarts por este problema. (Situación por la cual ella simpatizaba con el, pues en ella existía el miedo de ser expulsada y no ser lo suficientemente buena para estar en Howarts)
-oh ya veo a eso te referías, jovencita deberías de ir a jugar con tus amigos, no te preocupes por él yo me haré cargo personalmente y te aseguro que pronto mejorar su habilidad.
Una vez que la joven Hermione abandonó el salón se dispuso a ir a la sala de profesores y hablar con ellos, ciertamente ese muchacho tenía problemas pero era algo diferente de lo que creía la niña no era falta de maná, de hecho justo en el momento en el que logró hacer levitar la pluma el chico no resisto el encantamiento, ni tampoco realizó el movimiento con la varita simplemente inyectó una gran cantidad de Maná, hacia muchos años que no veía que un mago hiciera algo así con su varita, forzándola hacer magia (esto solo ocurría cuando el mago usaba una barita que no era suya o alguna que ya no le era leal), hablaría de esto más tarde con Dumbledore por ahora tenia que platicar con los demás profesores acerca de cómo mantendrían seguro a el niño que vivió.

Llegando al mundo de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora